Comentario Bíblico Adventista Levítico 26
Comentario Bíblico Adventista
Levítico Capítulo 26
3.
Si anduviereis.
Este capítulo de Levítico contiene una profecía condicional que indica las
bendiciones que se derramarían sobre Israel si obedecía, y los castigos que
seguirían a la desobediencia. Muchas de estas profecías se cumplieron en forma
notable.
4.
Lluvia en su tiempo.
De un modo muy
especial, la prosperidad y la abundancia en Palestina dependían de que las
lluvias cayesen a su tiempo. En Egipto, los israelitas habían visto el
desbordamiento regular del Nilo, por el cual la tierra era regada y se volvía
fructífera (ver com. Gén. 41: 34). Palestina era "tierra de montes y de vegas" y
por lo tanto no se adaptaba al riego (Deut. 11: 10- 12). Los Israel- litas no
estaban acostumbrados a la lluvia, puesto que rara vez llueve en Egipto. Ahora
habían de entrar en un país donde su misma existencia dependia de la lluvia del
cielo. Para tranquilizarlos, Dios les prometió enviarles lluvia "a su tiempo, la
temprana y la tardía", a fin de que recogieran el "grano" , el "vino" y el ,
"aceite" (Deut. 11: 13, 14). No se trataba solamente de recibir la lluvia, sino
de recibirla "a su tiempo".
Sin embargo, Dios les advirtió que la lluvia
no caería sin falta, sino que no habría lluvia (Deut. 11: 17) si ellos se
apartaban de él para adorar a los ídolos. Esto se cumplió en los días de Acab
(1Rey. 17: 1).
14.
Pero si no me oyereis.
Dios amenazó con severos castigos si Israel dejaba de servirle y se
volvía a otros dioses. Se predijeron cinco castigos, cada uno más fuerte que el
anterior. Después de cada uno de los cuatro primeros Dios prometió enviarles un
mal siete veces peor (vers. 18, 21, 24, 28). Es probable que aquí "siete"
indique un castigo muy intensificado y no un aumento matemático preciso.
El primer paso del quíntuplo castigo por la rebelión persistente aparece
en los vers. 14-17. Toda la historia de Israel atestigua del cumplimiento de
esta amenaza.
18.
Y si aun con estas cosas.
En los vers. 18-20 (ver también Deut. 28: 23, 24) se describe el segundo
paso. Esta amenaza halló su cumplimiento repetidas veces en la historia de
Israel. En tiempos de Hageo, Dios explicó a su pueblo la razón por la cual había
retenido la lluvia: " "Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros
corre a su propia casa" " (Hag. 1: 9-11).
21.
Si anduvierais conmigo en oposición.
En los vers. 21,
22 aparece el tercer paso. Un ejemplo del cumplimiento de esto aparece en 2 Rey.
17: 25; otro en Juec. 5: 6.
23.
Y si con
estas cosas no fuereis corregidos.
El cuarto paso aparece en los vers.
23-26.
25.
En vindicación del pacto.
Dios había establecido un pacto con Israel, y si ellos no cumplían su
parte del mismo, enviaría sobre ellos espada y también pestilencia. Ezequiel
repitió esta amenaza (Eze. 5: 12), que fue cumplida en la destrucción de
Jerusalén por Nabucodonosor, y más tarde por los romanos.
26.
Díez mujeres.
El hambre sería
tan intensa y el pan tan escaso que sólo se necesitaría un horno donde antes se
habían usado diez.
27.
Si aun con esto.
El quinto paso aparece en
los vers. 27-33. Un cumplimiento de esto ocurrió durante el sitio de Samaria (2
Rey. 6: 28, 29), y otro en el de Jerusalén (Jer. 19: 9; Lam. 4: 10).
31.
Haré desiertas vuestras ciudades.
Samaria y Jerusalén, por ejemplo (ver com. vers. 27).
33.
A vosotros os esparciré.
No
sólo en cautividad, por los asirios, babilonios y romanos, sino también por
dispersión en diferentes comarcas. (Véase en el tomo 5 el artículo general "Los
judíos del primer siglo cristiano", parte V, subtítulo "La diáspora".)
34.
Entonces la tierra gozará sus días de
reposo.
Dios había mandado que la tierra descansara cada siete años.
Parece haberse hecho esto durante algún tiempo, pero luego la costumbre se
perdió. Sin duda, algunos pensaron que podían enriquecerse rehusando dejar
descansar la tierra cada séptimo año. Pero como resultado, perdieron la tierra
por completo. Dios conservó el registro del tiempo durante el cual la tierra
había sido privada del descanso sabático. Y cuando vino la destrucción con la
llegada de los caldeos, la tierra recibió "reposo" en compensación del tiempo de
la transgresión (2 Crón. 36: 21). Los setenta años sugieren que durante 490 años
la tierra no había observado su "reposo".
40.
Y confesarán su iniquidad.
Durante el transcurso de los
siglos, los judíos han sufrido grandemente, y esta generación presente no
constituye una excepción. Pero Dios no ha desamparado a ningún judío que esté
dispuesto a "confesar" sus pecados. La nación podrá ser rechazada, pero todo
aquel que se vuelva a Dios aún puede obtener la salvación.
A fin de que
los cristianos gentiles no se jacten de esto, ni piensen que están en una
posición más favorecida, recuerden que Dios no hace acepción de personas (Hech.
10: 34; Rom. 11 : 20, 2 1). Las condiciones de la salvación son las mismas para
todos, Dios es estricto y Dios es misericordioso; para todos por igual.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
3-6 Ed 136
4-17 PP 576
5, 6, 19-21 3JT 80
21 PR 316
23, 24
2JT 122; 1T 589
24 2T 154, 661
28, 33 PR 316
CBA Levítico
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