Comentario Bíblico Adventista Éxodo 1
Comentario Bíblico Adventista
Éxodo Capítulo 1
1.
Los hijos de Israel.
"Acerca de los nombres de los hijos de Jacob, ver com. de Gén. 29: 32 a 30: 24; 35: 18; 46: 8-26; 49: 3-27. "
5.
Setenta.
" El registro de los pocos que
inmigraron con Jacob a Egipto se presenta aquí para destacar el notable aumento
numérico de los hijos de Israel durante sus años de permanencia en ese país.
Este crecimiento fue el cumplimiento de las promesas hechas a Abrahán (Gén. 15:
14) y a Jacob (Gén. 46: 3). "
" En cuanto al número 70, en el cual está
incluido el mismo Jacob, ver com. de Gén. 46: 27. "
7.
Los hijos de Israel fructificaron.
" La familia de
Jacob aumentó milagrosamente tanto durante la vida de los 12 patriarcas como
después de su muerte. Las bendiciones pronunciadas sobre la humanidad en la
creación (Gén. 1: 28) y la promesa posteriormente hecha a Abrahán (Gén. 22: 17)
se manifestaron ahora en gran medida. "
Se lleno de ellos la tierra.
" Esto se refiere particularmente a la tierra de Gosén, donde vivían los
hebreos (Gén. 47: 11). El clima de Egipto, la fertilidad de la tierra, la
virilidad natural de los hebreos junto con la bendición de Dios resultaron en un
crecimiento extraordinario de la población. "
8.
Un nuevo rey.
" No meramente otro individuo, sino una
nueva dinastía. Puesto que este comentario coloca la fecha del éxodo a mediados
del siglo XV, se puede aceptar que José vivió durante el gobierno de los hicsos
en Egipto (ver com. Gén. 39: 1; también págs. 201, y siguientes, 504). Por lo
tanto, los reyes de la decimoctava dinastía, que libertaron a Egipto de los
hicsos, fueron los faraones de la opresión. "
" Al igual que los
hebreos, los hicsos eran asiáticos, y aunque se amoldaron a Egipto fueron
amigables con José y su familia. Pero la expulsión de los hicsos despertó un
nuevo espíritu de nacionalismo, y todos los extranjeros fueron vistos con
desconfianza, especialmente los que habían sido favorecidos por los hicsos. Se
olvidó la contribución hecha por José para el bienestar del pueblo,
principalmente por su origen asiático, y por haber sido ministro de un rey
extranjero. Había muerto la generación que había experimentado los siete años de
hambre, y los descendientes de los hijos de Jacob afrontaron una situación
enteramente nueva, ante una población autóctona de Egipto y una dinastía que
odiaban a los israelitas. "
Dijo.
" Se trata de un rey de los
comienzos de la decimoctava dinastía, ya sea Amosis, el gran libertador de
Egipto, o su hijo Amenhotep I (1546-1525 AC), en el caso de que no fuera el
mismo rey que vivía cuando nació Moisés. Sin embargo, si fue el rey en cuyo
palacio creció Moisés, entonces se refiere a Tutmosis I (1525-1508 AC), el padre
de Hatshepsut. "
A su pueblo.
" Indudablemente, el rey estaba
conferenciando con sus ministros y consejeros. En los pocos documentos que
proyectan alguna luz sobre la guerra de liberación, dos veces se hace la
declaración de que los reyes Sekenenre y Kamosis reunieron a sus consejeros
antes de actuar. Aunque Kamosis ya lo había resuelto y no siguió el consejo de
ellos, debatió el asunto con sus ministros. "
9.
Mayor y más fuerte.
" Probablemente Faraón estaba
exagerando, puesto que Egipto había sido una gran nación durante siglos. Fue la
clase de exageraciones a las que recurren las personas que no tienen principios,
con el propósito de justificar una conducta extrema e irrazonable. "
10.
Seamos sabios.
" Faraón sugirió
un hábil recurso político para evitar el peligro de revolución y la posibilidad
de que los israelitas pudieran hacer causa común con sus enemigos los hicsos y
luego dejaran Egipto. Probablemente, lo que temía no era tanto la conquista de
su reino por los hebreos como una alianza con sus enemigos. Entre los hebreos
había muchos obreros hábiles y, por lo tanto, Faraón se propuso retenerlos como
esclavos para poder emplearlos en sus diversos proyectos de construcción. Puede
ser que adoptara este proceder hacia los hebreos durante la revolución contra
los hicsos -emparentados por la raza con los hebreos- o poco después de ella. "
11.
Comisarios.
" Literalmente
"superintendentes de trabajo [forzado y gratuito]". Faraón esperaba que un
tratamiento opresivo quebrantara la fortaleza física de los israelitas y
retardara su notable incremento numérico. Además esperaba aplastar su espíritu
de independencia y respeto propio. Finalmente podría llevar a cabo su vasto
proyecto de construcciones sin poner una carga sobre su propio pueblo. "
Ciudades de almacenaje.
" Puesto que la tierra de Gosén estaba
situada en la región oriental del delta, Faraón puso a trabajar a los israelitas
en templos y otros edificios gubernamentales en la zona del límite oriental. En
la antigüedad, con frecuencia la riqueza nacional era almacenada en templos que,
se suponía, estaban bajo la custodia de los dioses. "
Pitón.
"
Este nombre ha sido explicado como la traducción hebrea del egipcio Per-Atum,
"casa del [dios-sol] Atum". Algunos eruditos la han identificado con la actual
Tell el " Masjuta , en el Wadi Tumilat , unos 18 km al oeste del lago Timsah, en
la región oriental del delta, donde Naville descubrió, en 1883, grandes
depósitos para cereales. Al establecer que esta ciudad había sido edificada por
Ramsés II, a quien parece referirse el nombre de la segunda ciudad, Naville
creyó que aquél había sido el faraón de la opresión. Esta opinión de Naville
tuvo muchos seguidores. Otros han identificado Tell el-Masjuta con la bíblica
Sucot (cap. 12: 37), de donde partieron los israelitas al salir de Egipto, ya
que algunas de esas inscripciones revelan que el nombre egipcio del luga había
sido Tieku . Con todo, hasta tanto se descubran más pruebas permanece dudosa la
ubicación de Pitón. "
Y Ramesés.
" Esta ciudad fue identificada
por Flinders Petrie con Tell el-Retabe , en el Wadi Tumilat , unos 12 km al
oeste de Tell el-Masjuta . Pero otros eruditos identificaron a "Ramesés" con
Tanis , la Zoán bíblica (Núm. 13: 22), antiguamente llamada Avaris, la capital
de los hicsos. Mucho después de la expulsión de éstos de Egipto, Ramsés II la
agrandó y embelleció y le dio su nombre. "
" A pesar de todo, Ramsés II
no pudo haber sido el faraón de la opresión. La cronología bíblica del período
desde el éxodo hasta la monarquía de Israel requiere por lo menos alguna fecha
del siglo XV para el éxodo (1 Rey. 6: 1), el cual se realizó, por lo tanto, dos
siglos antes del reinado de Ramsés II. El nombre de la ciudad de almacenaje aquí
llamada "Ramesés" ha de entenderse como la modernización de un nombre más
antiguo. Otro ejemplo de esta práctica aparece en Gén. 47: 11, donde la tierra
de Gosén es llamada la "tierra de Ramesés". Nadie sostendría que la llegada de
Jacob a Egipto se realizó bajo el reinado de Ramsés II. Por lo tanto, el antiguo
nombre de la región llamada "Ramesés" en Gén. 47: 11 parece haber dado su lugar
a un nombre más moderno (ver com. Gén. 47: 11). También la antigua ciudad de
Lais es llamada Dan en Gén. 14: 14 (ver com. de ese texto), aunque recibió ese
nombre muchos siglos después de que murieran tanto Abrahán como Moisés. La
explicación más razonable para estos y otros textos, en los cuales se aplican
nombres de ciudades modernas a tiempos anteriores, es suponer que copistas
posteriores cambiaron nombres más antiguos, obsoletos, por nombres más modernos,
en un intento por aclarar el relato para las generaciones posteriores. "
12.
Tanto más se multiplicaban.
" El primer
plan de Faraón no cumplió su propósito. Los hebreos aumentaban en número en
proporción directa con el grado de opresión, y los egipcios naturalmente se
desanimaron ante ese crecimiento sin precedentes. Se hizo evidente que la
persecución y las pruebas no podían torcer el propósito de Dios, y las medidas
tendientes a destruir a su pueblo demostraron que eran más bien vigorizadoras. "
Los egipcios temían.
" El temor de los egipcios se debía al
fracaso de sus planes. Les resultaban molesta e irritante la presencia de un
enemigo dentro de sus fronteras, un enemigo que no podía ser sometido. "
14.
Amargaron su vida.
"
Impertérritos, los egipcios ejercieron un esfuerzo aún mayor para esclavizar a
Israel. Los vers. 13 y 14 no registran una nueva opresión sino la continuación e
intensificación del programa de trabajos forzados que ya estaba en marcha. "
En hacer barro y ladrillo.
" Si bien es cierto que la piedra era
el material mayormente empleado por los egipcios para sus grandes templos,
palacios y otros edificios públicos, se usaba ladrillo en gran medida para
palacios y edificios menores, para muros de ciudades, para fuertes, para
vallados de templos y para casas de almacenamiento tales como las mencionadas en
el vers. 11. "
En todo su servicio.
" Originalmente los hebreos
habían sido empleados para atender los rebaños y las manadas reales (Gén. 47:
6), pero posteriormente se ocuparon también en faenas agrícolas (Deut. 11: 10).
No hay país donde se requiera un cuidado tan afanoso y trabajo tan constante,
todo el año, como en Egipto. Las inundaciones anuales del Nilo necesitan extremo
cuidado para preservar el ganado y para impedir la inundación de las casas y
aldeas así como la destrucción de los diques del río. El cultivo es continuo
durante todo el año y el éxito depende de un sistema de irrigación que requiere
constante trabajo y atención ininterrumpida. Si la "labor del campo" también
incluía cavar canales (Josefo, Antigüedades ii. 9. 1), ciertamente deben haberse
amargado las vidas de los hebreos. Trabajar bajo el cálido sol egipcio, sin
sombra y apenas un hálito de viento, desde la salida hasta la puesta del sol y
con los pies en el agua (Deut. 11: 10), es una experiencia agotadora " en
extremo. Cuando Mehemet Allí construyó su canal alejandrino, a mediados del
siglo XIX, perdió 20.000 de 150.000 obreros. El porcentaje de pérdidas quizá
haya sido más o menos el mismo en tiempos antiguos. Pero en lo que atañe a
Faraón, cuanto más hebreos morían, tanto más se cumplía su cruel propósito. "
15.
Las parteras de las hebreas.
"
La segunda tentativa de Faraón para controlar el aumento de los hebreos fue
hecha sin pretender ocultar su verdadero propósito. De una cruel opresión, pasó
al asesinato descarado. Se ha puesto en duda si las parteras eran realmente
hebreas, pues en ese caso el rey no podía estar seguro de su cooperación. Sin
embargo, sus nombres son definidamente semíticos y no egipcios. Sifra significa
"belleza" y Fúa "esplendor" o "brillo". "
16.
Sus partos
" Literalmente "dos piedras". Se han dado
para este término varias explicaciones que no son convincentes, ninguna de las
cuales necesita ser repetida aquí puesto que su verdadero significado ha sido
descubierto por el egiptólogo Spiegelberg. En Egipto, los banquillos usados para
los partos consistían en dos piedras, o en piedras colocadas en la forma de una
herradura. La expresión común egipcia "sentarse en los ladrillos", por "dar a
luz", tal como se encuentra en varias inscripciones antiguas, revela el
significado de las palabras del rey: "Vigiladlas cuando estén sobre las dos
piedras". El uso de esta expresión egipcia confirma la paternidad literaria
mosaica del Exodo. "
Si es hijo.
" En todo el mundo antiguo, era
una práctica común dejar abandonados a los hijos que no se deseaban, para que
murieran o, más comúnmente, para que los devoraran las aves o los animales
salvajes. La orden del rey también refleja la costumbre pagana de matar a todos
los enemigos del sexo masculino y obligar a las mujeres y a las niñas a
convertirse en esclavas en las casas de los vencedores. En muchas antiguas
guerras de conquista toda la población masculina fue degollada. Indudablemente
Faraón intentaba usar a los varones para los proyectos de edificación que tenía,
y hacer que desaparecieran los hebreos como pueblo en esa generación. Tenía el
plan de eliminar así a un enemigo potencial que estaba dentro de sus fronteras,
y al mismo tiempo tener una cantidad de esclavas para los hogares egipcios. "
17.
Las parteras temieron a Dios.
"
Es claro que las parteras eran hebreas pues "temieron a Dios" y sabían que él
había prohibido matar. Aunque quizá no hubieran conocido las palabras del sexto
mandamiento del Decálogo, "No matarás", estaban familiarizadas con la orden: "El
que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada" " (Gén.
9: 6). Temiendo a Dios más de lo que temían al rey tirano (Hech. 4: 19; 5: 29),
estas valientes mujeres se atrevieron a no tomar en cuenta la orden real. El
temor de los hombres hace que un hombre sea víctima de las circunstancias, pero
el temor de Dios trae descanso en medio del tumulto, y paz ante el peligro
mortal. Esta debe haber sido la experiencia de las dos principales parteras
hebreas sobre cuyos hombros descansaba una grave responsabilidad.
19.
Las mujeres hebreas.
Sin duda
se requería que las mujeres hebreas trabajaran en los campos junto con los
hombres. Puesto que estaban acostumbradas a trabajar duramente al aire libre, no
es improbable que les fuera comparativamente fácil dar a luz. Las mujeres
árabes, emparentadas racialmente con las hebreas, se dedican a tareas muy
pesadas y necesitan poca ayuda para dar a luz. Este hecho explica la
verosimilitud de la excusa presentada a Faraón por las parteras hebreas. No hay
ninguna evidencia de que, en manera alguna, fuera puesta en duda su explicación
del caso.
Son robustas.
El resultado fue que rara vez eran
llamadas las parteras. Había poca demanda de sus servicios puesto que
generalmente cualquier miembro femenino de la familia, o bien cualquier
conocida, podía prestar toda la ayuda necesaria. Esto quizá explique por qué las
hebreas necesitaban sólo dos parteras, a pesar de su gran número.
21.
Prosperó sus familias.
Dios
recompensó a las parteras por su fidelidad dándoles familias y preservando su
posteridad. Resulta claro el significado de esta expresión por textos paralelos
en los cuales se la usa en ese sentido (Rut 4: 11; 2 Sam. 7: 11, 27). Ignorando
la implacable orden del rey, habían ayudado a vigorizar las familias de Israel y
consecuentemente sus propias familias fueron robustecidas por Dios. Habían
arriesgado sus propias vidas para salvar a su pueblo.
22.
Faraón mandó a todo su pueblo.
El fracaso de todos sus
planes para debilitar al pueblo hebreo impulsó al rey a actuar con violencia
manifiesta. Este nuevo decreto colocó sobre cada egipcio la responsabilidad de
hacer suyo el deseo del rey. La tarea de exterminar a los hebreos fue entonces
transferida de los capataces y las parteras al pueblo común.
Todo hijo.
Se ha argüido que el gran número de israelitas del tiempo del éxodo hace
dudoso que jamás se hubiera dado una orden tan asesina. Sin embargo, es probable
que muchos egipcios, que quizá no eran hostiles con los israelitas, la ignoraran
o que estuviera en vigencia sólo un corto tiempo. Faraón puede haber rescindido
el edicto al tomar en cuenta más plenamente las ventajas que se derivaban del
trabajo gratuito de los esclavos, o puede haber aumentado sus planes de
construcción. Siendo que 80 años más tarde salieron de Egipto tantos hombres
robustos, no pudo haber continuado en vigencia durante mucho tiempo esta medida
tan cruel.
A veces se levanta la objeción de que es muy poco probable
que monarca alguno hubiera ordenado, a sangre fría, tan completa destrucción de
niños inocentes. Debe observarse, sin embargo, que en los tiempos antiguos se
tenía muy poco en cuenta la vida humana, particularmente cuando se trataba de
otra raza o nación. Era común exterminar a los prisioneros de guerra, aniquilar
poblaciones enteras y sacrificar ante los dioses los niños no deseados.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-22 PP
246-248; SR 104-106
6-10 SR 104
7-10 PP 246
11-14 SR 105
12-14 PP 247
13, 14 SR 147
16 SR 105
22 PP 248;
SR 106
CBA Éxodo
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ÉXODO
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