Comentario Bíblico Adventista Éxodo 16
Comentario Bíblico Adventista
Éxodo Capítulo 16
1.
Partió luego.
De Elim -tal vez en el Wadi Garandel , donde quizá pasaron varios días o aun semanas -, retomaron los israelitas el viaje. De acuerdo con Núm. 33: 10, donde se presenta un itinerario más completo que en Exodo, la siguiente etapa fue el mar Rojo. Este lugar parece haber sido la amplia planicie de el- Markha , que bordea el mar Rojo y está en la ruta regular a las minas egipcias de cobre en el Wadi Magara .
Desierto de Sin.
Existen varias opiniones en cuanto a la ubicación del desierto de Sin. Algunos comentadores han sugerido que se bautizó con este nombre a esa región debido a la multitud de arbustos espinosos cuyo nombre es similar en Heb., senéh . Otros piensan que este nombre, tanto como el del Sinaí mismo, se derivó de Sin , el dios-luna que era adorado en la península del Sinaí. El desierto de Sin ha sido identificado de diversas maneras: (1) La árida y estéril planicie costera de el-Kaa , al norte de la actual ciudad portuaria de Tor. (2) El valle de minas de cobre del Wadi Magara . (3) La llanura Debbet er-Ramleh , al norte del Jebel Musa , en el corazón de la península del Sinaí. (4) El oasis Feiran . Las dos últimas localidades nombradas merecen menos consideración que las primeras dos porque están demasiado hacia el sur.
Segundo mes.
Israel había estado de viaje exactamente un mes (cap. 12: 2, 6, 11, 12; Núm. 33: 3). Siendo que sólo se mencionan siete lugares donde acamparon (Núm. 33: 5-11) y una jornada de tres días a través del desierto (Exo. 15: 22), es evidente que debe haber habido detenciones prolongadas en varios lugares, o muchos sitios donde acamparon que no son mencionados, o ambos factores.
3.
Las ollas de carne.
Acostumbrados en Egipto
a un régimen de carne, pan, pescado y verduras (Núm. 11: 5), con que habían sido
alimentados aun siendo esclavos, ahora se levantaron contra Moisés y Aarón.
4.
Yo os haré llover pan.
Son
notables la paciencia y bondad de Dios hacia su pueblo escogido en estos casos
cuando hubo murmuraciones. Reconociendo que su mente seguía siendo tan servil y
su fe tan poco desarrollada como cuando estuvieron en Egipto, Dios no se mostró
ofendido por su murmuración sino que les envió ayuda cada vez que estuvieron en
dificultad. Al hacer eso, su propósito era prepararlos para que confiaran en sus
jefes divinamente designados y para que tuvieran fe en Dios.
El fenómeno
descrito aquí y en otros lugares de la Biblia (Deut. 8: 3; Neh. 9: 15; Sal. 78:
23-25; 105: 40; Juan 6: 31), sólo visto como un milagro puede explicarse
satisfactoriamente. Es descabellada la explicación de ciertos expositores
modernos de la Biblia según la cual el " "maná" (Exo. 16: 15) era la secreción
de los piojos de diversas plantas. Examinando este pretendido "maná" en 1927, F.
S. Bodenheimer, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, encontró que los piojos
de algunas plantas y las cigarras e insectos de las cortezas se alimentan de los
árboles de tamarisco del desierto del Sinaí y excretan el exceso de sus hidratos
de carbono en la forma de gotas de ligamaza. Esta última se evapora en la forma
de partículas que dan la apariencia de una escarcha blanca. Esto se supone que
fue el "maná" que Josefo ( Antigüedades iii. 1. 6) dijo que todavía se
encontraba en el Sinaí en su tiempo. La aceptación del relato de Exo. 16 excluye
la posibilidad de que el "maná" del tamarisco pueda haber sido el alimento
milagroso con el cual se sustentaron los israelitas durante 40 años. El maná
celestial era proporcionado durante todo el año, pero cesó tan pronto como
entraron en la tierra prometida (Jos. 5: 12). El "maná" del tamarisco se
encuentra en el Sinaí sólo durante los meses de junio y julio. La cantidad del
"maná" de esta planta es pequeñísima y posiblemente no podría servir para
alimentar a muchas personas, al paso que Dios alimentó a toda una nación con su
maná durante casi 40 años. Además el maná bíblico no podía ser preservado ni aun
para el día siguiente, con la excepción del sábado (Exo. 16: 19, 20), pero podía
ser cocido (vers. 23). En contraste, el "maná" del tamarisco puede ser guardado
durante varios días pero no puede ser usado con el propósito de hornearlo aunque
puede ser cocinado en otras formas. Estas diferencias muestran que la aceptación
de la interpretación moderna, que explica el maná como un producto natural del
Sinaí, significa el rechazo del relato bíblico. Esta y otras explicaciones
modernas, todas las cuales tienen
el propósito de eludir todo lo que sea
de naturaleza milagrosa, no merecen una consideración adicional.
Para
que yo lo pruebe.
Por estas palabras resulta evidente que mediante la
lluvia de maná Dios tenía un propósito educativo. La milagrosa provisión de
alimento había de preparar al pueblo para respetar y obedecer la santa ley de
Dios.
5.
En el sexto día.
Aquí
Moisés indica brevemente la naturaleza de la prueba del vers. 5. La mención del
"sexto día" nos hace recordar el sexto día de la semana de la creación (Gén. 1:
31), la única vez previa en que aparece esta expresión, y de esa manera
recordamos que Dios completó en seis días su obra de creación (Gén. 2: 1-3).
Considerada junto con Gén. 2: 1-3 y Exo. 20: 8-11, esta referencia claramente
indica que los hebreos conocían el ciclo semanal antes de la promulgación de la
ley en el Sinaí (cf. Gén. 29: 28). El séptimo día, en el cual no caía maná, era
"el santo día de reposo consagrado a Jehová" " (Exo. 16: 22-30) y en él el
pueblo había de reposar (vers. 30). En hebreo, la palabra "sábado" significa
"reposo". junto con el vers. 23, el vers. 5 indica que únicamente el séptimo día
tenía un nombre: "el santo día de reposo", mientras que los otros seis días eran
designados mediante números ordinales, tales como el primero, el segundo, el
tercer día, etc.
El doble.
El sexto día había de caer doble
cantidad de maná y ellos debían recoger el doble (PP 302). Se requerían este
pensamiento semanal y esta actividad en preparación para el sábado, a fin de que
fueran una lección para Israel sobre la importancia del día sábado.
6.
Sabréis.
La primera evidencia
que tendrían los israelitas de que Dios había escuchado y considerado sus
quejas, sería el descenso de codornices en la tarde del día en que Moisés y
Aarón les habían hablado (vers. 12, 13).
7.
La gloria de Jehová.
Estas palabras no se aplican a la
manifestación de gloria divina que siguió inmediatamente al discurso de Moisés y
Aarón (vers. 10), sino a la milagrosa lluvia de maná por la mañana, un acto en
el que serían evidentes el gran poder y la gloria de Dios.
¿Qué somos?
La murmuración del pueblo dirigida a Moisés y a Aarón como sus jefes fue en
realidad contra el Señor. Moisés y Aarón no habían hecho sino llevar a cabo las
instrucciones divinas. Por lo tanto Dios manifestaría su gloria al pueblo como
una evidencia de que había oído su murmuración. Esta manifestación del poder
divino está más plenamente explicada en el vers. 8.
8.
En la tarde carne.
Una buena parte de este versículo es
una repetición de declaraciones hechas previamente. Con todo, tiene una adición
importante en respuesta directa a las murmuraciones del pueblo. En su queja
habían mencionado las "ollas de carne" y el "pan" de Egipto, que añoraban (vers.
3). Ahora tendrían pan y carne hasta saciarse. Dios les demostraría que podía
proporcionarles en el desierto lo que poseía Egipto y más.
9.
Acercaos a la presencia de Jehová.
Antes de que se diera el alimento prometido, Moisés requirió al pueblo
que se presentara delante de Jehová, en reconocimiento de que él era Aquel
contra quien se habían rebelado. Puesto que la conducta de Moisés y Aarón había
sido cuestionada, era necesario que Dios mostrara al pueblo que él aprobaba el
proceder de sus fieles siervos y que respetaría la promesa de ellos.
12.
Al caer la tarde.
Literalmente,
"entre las dos tardes" (ver com. cap. 12: 6).
Comeréis carne.
Sólo en raras ocasiones Dios proporcionó carne a los israelitas. Pero se
han registrado dos, una aquí en el desierto de Sin, y otra en Kibrot-hataava, en
el desierto de Parán (Núm. 11: 31-34). Israel no estaba en necesidad real de
alimento de carne, puesto que el "trigo de los cielos" (Sal. 78: 24) era
adecuado para cubrir todas sus necesidades.
13.
Codornices.
Algunos comentadores han explicado que la
palabra traducida "codornices" significa peces voladores o bien langostas, pero
el pasaje del Sal. 78: 27 aclara que se trata de "aves que vuelan". Ahora
generalmente se concuerda en que la palabra "codornices" es correcta. Esta
codorniz es un ave de caza de unos 25 cm de longitud, la Coturnix communis , y
pertenece al mismo orden de los faisanes, las perdices y los guacos o
guacharacas. Se parece a la codorniz americana. Los ornitólogos nos informan de
grandes migraciones de codornices procedentes de Rumania, Hungría y el sur de
Rusia, las que se desplazan hacia el norte del Africa a través del Mediterráneo
oriental. Desde el Sinaí miles de codornices por día han sido exportadas a los
mercados de Europa. Muchos cuadros egipcios antiguos muestran a la gente cazando
codornices con redes de mano arrojadas sobre los arbustos donde descansan las
codornices.
14.
Una cosa menuda, redonda.
Cuando se evaporó el rocío antes de que saliera el sol, quedó una
delicada y pequeña sustancia que fácilmente podía recogerse en bolsas. Aquí se
la compara con "escarcha" , y en otro lugar (Núm. 11: 7) con "semilla de
culantro".
15.
Es el pan.
Las dos
palabras hebreas manhu ', traducidas maná, fueron durante mucho tiempo un enigma
para los eruditos. La palabra man difícilmente podría traducirse como el nombre
del pan celestial que aparece primero en el vers. 31. Por lo tanto, algunos han
traducido esta expresión como "es un regalo", pero esto también está lejos de
ser convincente. La interpretación más probable es la de la LXX: "¿Qué es esto?"
, traducción apoyada por las palabras que siguen inmediatamente: "porque no
sabían qué era". Pero puesto que la palabra hebrea que corresponde a "qué" es
mah y no man, se ha sugerido que la forma aramea habría influido en el texto.
Sin embargo, la palabra aramea man no significa "qué", sino "quién". Con todo,
F. M. Th. Böhl ha demostrado que la forma man era una antigua partícula semítica
que significa "qué". Aparece como manna en las cartas palestinas de Amarna,
documentos escritos en el siglo XIV AC. Por lo tanto, podemos deducir que está
correctamente traducida la corta frase "¿Qué es esto?" (LXX, VVR, BJ). Esta
exclamación revela la sorpresa de los hebreos cuando descubrieron la extraña
sustancia.
La solución final de este problema, ya anotada, es una de las
muchas evidencias de que el Pentateuco no fue escrito muchos siglos después del
éxodo, como creen muchos eruditos modernos. Palabras y expresiones como ésta,
encontradas únicamente en documentos de mediados del segundo milenio AC, no
hubieran sido usadas por un escritor del primer milenio, pues él no hubiera
tenido conocimiento de que existían en el tiempo del éxodo. El relato del éxodo
fue escrito por un contemporáneo de ese gran acontecimiento, alguien que estuvo
familiarizado con la terminología de su propio tiempo y sabía cómo usarla.
No sabían qué era.
Esta frase explicativa muestra que la
exclamación precedente de los hebreos fue de asombro y pregunta. No podrían
haber dicho "Esto es maná" cuando no sabían lo que era, y Moisés tuvo que
decirles que era pan del cielo. Si hubieran comprendido inmediatamente que era
el alimento que Dios les enviaba, no habría habido necesidad de que Moisés les
dijera eso.
16.
Un gomer por cabeza.
El gomer era la décima parte de un efa (vers. 36), es decir unos 2,2
litros. Se piensa que la copa acuñada con frecuencia en las monedas hebreas del
primer siglo de la era cristiana representa el gomer de cebada de la nueva
cosecha, presentado en el templo como una ofrenda de los primeros frutos del
campo.
18.
Y lo medían.
Obedeciendo
las instrucciones de Moisés, los israelitas recogieron el nuevo alimento. Al
medirlo encontraron que, cualquiera fuera la cantidad que recogía uno de ellos,
eran exactamente tantos gomeres como las personas que había en la familia. Dios
pues no sólo les proporcionó alimento en una manera milagrosa sino que cuidó que
cada uno disfrutara de una porción amplia.
19.
Ninguno deje nada de ello.
Dios había proporcionado a
los israelitas alimento por el cual no habían trabajado, pero no quería que se
volvieran holgazanes. Debían recoger cada día a fin de tener algo para comer.
Además debían levantarse temprano porque el maná se derretia cuando " "el sol
calentaba" (vers. 21).
Aun cuando no había campos que arar ni cosechas
que recoger, el hecho de que debían levantarse temprano para obtener su alimento
muestra que Dios había planificado cada detalle de este fenómeno para beneficio
y educación del pueblo. La pobreza y la necesidad son el pago de los que duermen
hasta tarde (Prov. 6: 9-11).
20.
Crió
gusanos.
Este resultado de almacenar el maná fue probablemente
sobrenatural. Sirvió de castigo para los desobedientes, y de una manera efectiva
frenó la práctica de ignorar negligentemente las instrucciones de Dios.
21.
Se derretía.
Ver com. vers. 19.
22.
Doble porción.
Otro milagro
ocurrió en el sexto día. Ya se le había revelado a Moisés que el viernes el
pueblo debía recoger el doble que los otros días (vers. 5), y Moisés había
transmitido esa información al pueblo ya que "recogieron doble porción". Pero
todavía no se les había revelado nada acerca de su conservación milagrosa ni del
hecho de que no caería en sábado. Al juntar una cantidad doble el viernes por la
mañana, el pueblo había cumplido con las instrucciones recibidas hasta entonces.
Pero la experiencia durante la semana había mostrado que cualquier cosa que
sobrara se echaría a perder antes de la mañana (vers. 20). Los jefes de las
tribus presentaron ahora este problema delante de Moisés. Indudablemente Dios
retardó la presentación de las instrucciones especificas concernientes al sábado
hasta este tiempo puesto que no había sido necesario hacerlo antes durante la
semana.
23.
Mañana.
Moisés
comprendió que Dios había concedido el maná en tal forma que resultara
santificado el sábado (vers. 4). La indudable ignorancia del pueblo acerca del
sábado, junto con las instrucciones de Moisés acerca de él, y el hecho de que
algunos intentaron buscar una provisión fresca de maná en sábado a pesar de las
instrucciones de que no caería, muestran que durante su permanencia en Egipto,
los israelitas en gran medida habían perdido de vista el día santo de Dios. Los
rigurosos requerimientos de los capataces habían sido la causa principal de ese
relajamiento en la observancia del sábado (PP 263).
Lo que habéis de
cocinar, cocinadlo.
En otras palabras: " "Hervid lo que se tenga que
hervir" (BJ). Toda la preparación del alimento debía completarse antes de que
comenzara el sábado. Más tarde Moisés instruyó al pueblo para que ni siquiera
encendiera fuego en sábado (cap. 35: 3), y por lo menos en una ocasión un hombre
fue muerto apedreado por violar esa instrucción (Núm. 15: 32-36). El principio
implicado era que ninguna clase de trabajo que pudiera hacerse en otro tiempo
debía realizarse en sábado. En el clima cálido del desierto no era esencial para
la salud comer alimento caliente en el día sábado. Si hubiese sido necesario
hacerlo, Dios lo hubiera permitido, en armonía con el principio de que el sábado
fue hecho para el hombre (Mar. 2: 27, 28) y que "es lícito hacer bien en los
días de reposo" (Mat. 12: 12). Puesto que sin perjudicar la salud podían no
cocinar ni hervir, Dios prohibió esas tareas a fin de que el pueblo aprendiera a
hacer diferencia, y la hiciera, "entre lo santo y lo profano" " (Eze. 22: 26).
En nuestros días, todo lo que se puede hacer el viernes en preparación 592 para
el sábado debe hacerse entonces (3JT 21); y sin embargo, al mismo tiempo las
comidas del sábado deben ser tanto saludables como apetitosas (3JT 25).
24.
Ellos lo guardaron.
La mayor parte del
pueblo obedeció, y experimentó un nuevo milagro cuando la porción reservada para
el sábado "no se agusanó, ni hedió". Durante 40 años este hábito semanal enseñó
al pueblo a hacer del viernes un día de preparación para el sábado, y a hacer
del sábado mismo un verdadero día de reposo.
25.
Hoy es día de reposo.
"Sábado" (BJ). O, dicho de otro
modo, "hoy es el sábado del Señor". Aunque el artículo definido "el" no aparece
en el texto hebreo, la construcción gramatical permite una traducción tal. La
misma forma de palabra hebrea "sábado" aparece en el cuarto mandamiento (Exo.
20:10). Sin embargo, en ambos casos una traducción estricta requeriría que se
consignara "un sábado". Al mismo tiempo, "el sábado" sería enteramente
aceptable.
A diferencia de lo supuesto por algunos, no hay nada ni en el
texto ni en su contexto que indique que el sábado fue dado entonces a los
israelitas por primera vez. En realidad se sobreentiende que ellos ya conocían
el sábado pero que se habían hecho descuidados en su observancia (cap. 16: 4).
Por lo tanto, el mandamiento del sábado fue renovado, y fue reforzada su
observancia como fiesta de guardar (ver com. vers. 27, 28).
La palabra
hebrea shabbáth , "descanso", traducida aquí correctamente "sábado" (BJ), es
traducida en los vers. 23 y 26 y en el pasaje del cap. 20: 10 como "el sábado"
[en la versión inglesa KJV]. Pero en el vers. 29 y en el pasaje del cap. 20: 8
el texto hebreo dice hashabbáth , que se ha traducido correctamente "el sábado"
y "el día del sábado" (BJ). La expresión "un sábado" -"un reposo"- describe cómo
el séptimo día es distinto de los seis precedentes en lo que respecta al
trabajo. "El sábado" -"el reposo"- describe el carácter distintivo del reposo
del séptimo día; a saber, un reposo que conmemora el reposo de Dios en el
séptimo día de la semana de la creación y, por lo tanto, un día santo de
descanso.
26.
Seis días.
Estas
palabras son similares a las que se hallan en el cuarto mandamiento del
Decálogo. Aquí no sólo se hace mención del sábado como un día de santo reposo,
sino que también se mencionan los días de trabajo que lo preceden. En el plan de
Dios para el hombre, esos seis días de trabajo tienen un significado no menor
que el sábado. Han sido dados al hombre para su propio uso. Pero el séptimo día
de la semana (vers. 23) es santo. Debiera usarse de acuerdo con las
instrucciones dadas divinamente, tal como se especifica en el cuarto
mandamiento.
Día de reposo.
"Sábado" (BJ). Aquí el texto hebreo
usa el artículo definido (ver com. vers. 25, 28). "El sábado" es una institución
sagrada establecida al terminar la semana de la creación. También entonces fue
"el día del sábado" " (cap. 20: 11, BJ).
27.
Algunos del pueblo.
Como sucede generalmente, hubo
algunos que o no creyeron lo que había dicho Moisés y quisieron ver por sí
mismos si había caído maná, o bien adrede quebrantaron el mandamiento debido a
su terco deseo de hacer su propia voluntad.
28.
¿Hasta cuándo no querréis?
Hablando a Moisés
personalmente, Dios se dirigió a la nación como un todo y a los individuos
desobedientes en particular. Esto resalta en el hebreo por la forma plural del
verbo "querer". Ya había habido un acto de desobediencia el día que el maná fue
dado por primera vez (vers. 20), pero ahora ocurrió algo más serio. Dios,
dirigiéndose a ellos como juez, les pide que hagan frente a la pregunta de
cuándo podría esperar él que terminara una conducta pecaminosa como era ésa, y
cuándo aprenderían que no podían ganar nada con la desobediencia. La historia
posterior de Israel muestra con claridad cuán "largo tiempo" se necesitaría para
que aprendieran esa importante lección. La pregunta de Dios "¿Hasta cuándo... ?"
implica que durante un tiempo considerable habían estado haciendo precisamente
eso: quebrantando el sábado, con pleno conocimiento de que hacian lo que era
malo (ver com. vers. 25, 27).
29.
Mirad.
Es admirable la paciencia de Dios con su obstinado pueblo, y nos enseña
una importante lección a nosotros que tendemos a ser impacientes. En vez de
castigar siempre a Israel por sus repetidas murmuraciones y actos de
desobediencia, Dios condesciende a razonar con ellos explicando el propósito de
sus requisitos. El sábado era un día santo de reposo que ellos no debían tocar;
de ahí la doble porción de alimento del día anterior.
Estése, pues, cada
uno en su lugar.
Se indicó 593 a los israelitas que permanecieran en el
campamento durante el sábado y que no salieran para buscar maná o con cualquier
otro propósito. En ese día su tiempo debía emplearse para descansar en el hogar
y para meditar en temas sagrados. Dios ya había instruido a Israel para que se
congregara y rindiera culto en los días designados para una " "santa
convocación" (cap. 12: 16), una práctica que fue siempre aplicada a los otros
días "santos" (Lev. 23: 2-4, 7, 8, 21, 24, 27, 35-37). En los tiempos
posteriores al exilio los judíos establecieron y pusieron en vigor reglamentos
estrictos acerca de salir de las ciudades o aldeas en sábado. A nadie se le
permitía viajar más allá de 2.000 codos, o aproximadamente 1 km. En el NT
comúnmente se habla de esa distancia como el "camino de un día de reposo" "
(Hech. 1: 12). Interminables reglamentos de invención humana, en cuanto al
sábado, han sido estrictamente obedecidos por los judíos ortodoxos aun desde los
tiempos bíblicos, con el resultado de que el sábado -designado por Dios para ser
una delicia (Isa. 58: 13)- se convirtió en una carga.
30.
El pueblo reposó.
No encontrando maná el sábado de
mañana y siendo reprendidos por salir a buscarlo, el pueblo comenzó a descansar
el día de sábado.
31.
La casa de Israel.
Algunas de las versiones más antiguas, tales como la LXX, la siríaca y
la traducción arábiga, dicen "hijos" en vez de "casa". Es posible que la
expresión "hijos de Israel" esté más cerca del original que "casa de Israel".
Maná.
Todavía no se ha propuesto ninguna explicación de este
nombre que haya encontrado una aceptación general. Algunos han sugerido que
podría significar "regalo", pero es más probable que la palabra deba su origen a
la primera exclamación de asombro, man hu' , "¿Qué es esto?" (ver com. vers.
15).
Como semilla de culantro.
Una yerba, Coriandrum sativum ,
que crece en forma silvestre en el Cercano Oriente. Su fruto aromático, llamado
"semilla de culantro", se usa como condimento y con propósitos medicinales. El
color de la semilla es blancuzco o amarillo grisáceo. En Núm. 11: 7 es comparado
con el bedelio (ver com. Gén. 2: 12).
Hojuelas.
La palabra
hebrea así traducida aparece sólo aquí en la Biblia y es de un significado
dudoso. La LXX la traduce con el vocablo egkrís , que, de acuerdo con las
fuentes literarias griegas, designa una torta hecha de harina, aceite y miel.
Los israelitas describieron el maná como que sabía a hojuelas con miel (Exo. 16:
31) y como si hubiera sido cocido con aceite fresco (Núm. 11: 8).
33.
Toma una vasija.
Esta orden fue
dada después de la erección del tabernáculo (vers. 34), pero se relata aquí a
fin de reunir todo lo referente al tema del maná en un solo lugar. La palabra
traducida "vasija" proviene de un término egipcio que significa un cántaro más
bien grande. En cambio, aquí parece haberse usado para designar una vasija de
metal, hecha de oro para corresponder con el arca (Heb. 9: 4).
34.
Delante del Testimonio.
No el
arca del pacto, a la cual nunca se le dio este nombre, sino las dos tablas de
piedra grabadas por el dedo de Dios (caps, 25: 16-21; 40: 20; etc.). La vasija
de maná fue colocada dentro del arca (Heb. 9: 4), delante de las dos tablas de
piedra.
35.
Cuarenta años.
Esta
declaración fue escrita por Moisés poco antes de su muerte o bien fue añadida
por un escriba Inspirado, probablemente Josué. En favor de la paternidad
literaria de Moisés está la expresión "hasta que llegaron a tierra habitada", a
la cual se añade "hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán". Esto
no necesita referirse al cruce del jordán sino a las tierras al este del Jordan.
El autor escribe exactamente como podría esperarse que escribiera Moisés hacia
el fin de su vida. Un autor posterior hubiera sido más específico y es probable
que hubiera hecho notar, como lo hizo Josué en su libro (Jos. 5: 10-12), el
tiempo exacto cuando cesó el maná.
36.
Efa.
Equivalente a unos 20 litros.
COMENTARIOS DE ELENA
G. DE WHITE
1-36 PP 297-303
1, 2 PP 297
2, 3 SR
126
3 CH 111; CRA 452, 453; Ed 36; 1JT 34; 3JT 360; MC 240; PP 297; SR
128
4, 5 PP 300
7 3T 86
8, 9 PP 300
10, 13-15 PP
301
14-21 SR 129
15 MC 152; MM 267
16-23 PP 301
22-26 PR 135; SR 130
23 3JT 21
24-26 PP 302
28
DTG 249; PP 303
31 PP 301
33 PE 32
35 CH 111; DTG 349;
PP 303; PR 134; 3T 340
CBA Éxodo
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