Comentario Bíblico Adventista Éxodo 6
Comentario Bíblico Adventista
Éxodo Capítulo 6
1.
Ahora verás.
Moisés no recibió una respuesta directa a su queja. En vez de eso, Dios le prometió otra vez la liberación de Israel con mano fuerte. Puesto que Moisés no estaba preparado para entender el proceder de Dios, no hubiera sido útil darle una explicación. Por así decirlo, Dios le estaba diciendo a Moisés: " "Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después" " (Juan 13: 7). En vista de que, aun después de su liberación milagrosa de Egipto y su gloriosa marcha a través del desierto -durante la cual los hebreos contemplaron tantas pruebas del poder y la misericordia de Dios y sin embargo repetidas veces se rebelaron contra él-, difícilmente hubieran estado dispuestos a salir de Egipto, a menos que se aumentara grandemente la opresión bajo la cual vivían, es seguro que nunca hubieran estado dispuestos a salir si hubiesen sabido todo lo que les aguardaba. Esto puede explicar, por lo menos en parte, por qué Dios no revela todo lo que podría acerca del futuro. Si los discípulos hubieran sabido de antemano lo que aguardaba a su Maestro y a ellos, nunca hubieran obedecido a su llamamiento: "Sígueme". Si los que aceptaron el mensaje del advenimiento antes de 1844 hubieran sabido del gran chasco, y de los años de prueba que tenían por delante, probablemente nunca hubiera habido un movimiento adventista.
3.
Dios Omnipotente.
Bajo este nombre,
'El-Shaddai , el Registro sagrado presenta varias revelaciones de Dios, como la
del caso de Abrahán (Gén. 17: 1) y el de Jacob (Gén. 35: 11). El nombre pleno no
es usado por Dios en ninguna aparición a Isaac que se haya registrado, aunque
Isaac mismo lo usó en su bendición de despedida a Jacob (Gén. 28: 3).
En
mi nombre Jehová no me di a conocer.
El significado de esta declaración
no es enteramente claro. De acuerdo con Gén. 15: 7, Dios se había revelado a
Abrahán como Jehová, aun antes de declarar su nombre 'El-Shaddai , Dios
Omnipotente. Posteriormente se reveló ante Jacob como Jehová (Gén. 28:13).
También es obvio que Abrahán conocía este nombre, por el nombre de Jehová-jireh
que dio al lugar donde fue para sacrificar a Isaac (Gén. 22: 14). Que Moisés
consideraba este nombre como conocido desde el comienzo de la historia es
evidente por Gén. 2: 4 y 4:1, 26. Por lo tanto, el sentido manifiesto de esta
declaración no puede ser su verdadero significado, pues ningún escritor
inspirado caería en una contradicción tal.
Los hebreos siempre pensaban
que un nombre indicaba las características personales del nombrado, o los
pensamientos y emociones del que le dio el nombre, o circunstancias que rodeaban
la ocasión cuando fue dado el nombre. Dios estaba ahora por revelarse más
plenamente que en lo pasado: librando a su pueblo con "mano fuerte" (Exo. 6: 1),
tomando en realidad a los israelitas como su pueblo (vers. 7), estableciendo su
pacto con ellos y dándoles la tierra de Canaán (vers. 4). Siendo esto verdadero,
parece que en el vers. 3 Dios debe referirse al nuevo significado que la
experiencia de la liberación daría al nombre, más bien que al nombre en sí
(vers. 1-7).
Un problema similar ocurre en Apoc. 19: 11-16. En el vers.
12 se dice que "ninguno conocía" [Gr. "conoce" , como en la BJ] el nombre de
Cristo, cuando aparece montado en el "caballo blanco", dirigiendo los ejércitos
del cielo. Sin embargo, en el vers. 11 es llamado "Fiel y Verdadero", y en el
vers. 13 "su nombre es: EL VERBO DE DIOS". Estos eran nombres por los cuales
Cristo ya era conocido en carácter a lo menos en cierta medida por su pueblo.
Sin embargo, en el vers. 16 Juan habla de Cristo como "Rey de reyes y Señor de
señores" aunque específicamente describe este título como un nuevo "nombre
escrito que ninguno conocía sino él mismo" (vers. 12). Por 1 Tim. 6: 15 es claro
que este título era aplicado a Cristo ya en los tiempos apostólicos. Obviamente,
la declaración de Juan de que "ninguno conocía" el nombre, no se refiere al
título en sí sino más bien al nuevo papel en que aparece Cristo, como defensor
de su pueblo acosado, para regir "con vara de hierro a todas las naciones"
(Apoc. 12: 5; cf. 19: 15).
4.
Mi pacto.
Ver com. Gén. 15: 9; 17: 7, 8; ver también caps. 26: 3; 28: 13.
5.
He oido el gemido.
Dios ya le
había asegurado a Moisés que el clamor de su pueblo oprimido había subido
delante de él (cap. 3: 9; cf. cap. 2: 24), pero repitió la afirmación frente a
la queja de Moisés. Este, y también su pueblo, debían estar seguros de que Dios
no los había olvidado, sino que los sostendría en su aflicción y pronto los
libertaría.
6.
Juicios grandes.
Esa
liberación no podía realizarse por medios pacíficos sino que requeriría una
demostración de fuerza de parte de Dios. Tal es lo que ahora se insinúa. Algunos
anuncios de juicios venideros ya se habían hecho previamente (caps. 3: 20; 4:
23). Es verdad que no se les había dado ese nombre, si bien Dios le había
prometido a Abrahán que juzgaría a la nación a quien ellos servirían (Gén. 15:
14). Las plagas que estaban por caer sobre Faraón y su pueblo no eran meramente
"maravillas" o "señales" en el sentido usual de la palabra, sino también
castigos infligidos sobre una nación orgullosa y cruel por un juez divino.
7.
Os tomaré.
Dios continuó
haciendo promesas, amontonándolas por así decirlo, una sobre otra. Haría de los
israelitas su pueblo peculiar, se daría a conocer a ellos como el gran
Libertador, los llevaría a la tierra prometida y se la daría como posesión.
Todas esas promesas fueron cumplidas a su debido tiempo. Los israelitas llegaron
a ser manifiestamente el pueblo de Dios en el Sinaí (cap. 19: 5, 6), donde Dios,
al mismo tiempo, se convirtió especialmente -pero no exclusivamente- en su Dios
(cap. 20: 1, 2).
9.
No escuchaban.
Los israelitas, que esperaban una rápida liberación, por el contrario
fueron más oprimidos debido a la mal acogida intervención de Moisés. Estaban
pues demasiado deprimidos para ser reanimados aun por las bondadosas promesas y
seguridades que Moisés estaba comisionado para darles. Rehusaron depositar por
más tiempo su confianza en uno que pensaron que los había engañado, uno que
obviamente no era sino un soñador, un visionario, si no algo peor. "Congoja de
espíritu" oprimía sus almas y una "dura servidumbre" cansaba sus cuerpos día
tras día, con el resultado de que les faltaba tanto el tiempo como la voluntad
para escuchar.
La versión Samaritana tiene una adición al vers. 9 que,
aunque probablemente no escrita por Moisés, con todo proyecta algo de luz sobre
el razonamiento de los desanimados israelitas. Dice, de acuerdo con una
declaración de los israelitas hecha posteriormente (cap. 14: 12): " "Y le
dijeron: Déjanos solos, y sirvamos a los egipcios; pues es mejor para nosotros
que sirvamos a los egipcios antes que morir en un desierto". "
11.
Deje ir de su tierra.
En la
nueva comisión que recibió Moisés no se menciona más un viaje de tres días como
al principio (caps. 3:18; 5: 3). Se presenta una declaración bien definida: que
los hijos de Israel habían de salir permanentemente del país. Moisés fue
instruido para presentarse otra vez delante de Faraón y demandar, sin
posibilidad de confusiones, que los israelitas fueran librados de la esclavitud.
12.
¿Cómo, pues, me escuchará Faraón?
Las amargas quejas de los israelitas desalentaron a Moisés, con el
resultado de que otra vez declinó la comisión. Había hecho la voluntad de Dios y
se había presentado tanto delante del pueblo como delante del rey, pero se
sentía profundamente chasqueado ya que lo mismo el pueblo que el rey habían
rehusado escucharle. Inmediatamente sintió de nuevo toda su primera falta de
confianza propia y disgusto para llevar la pesada carga del liderazgo.
Torpe de labios.
Esta típica frase hebrea dice literalmente
"incircunciso de labios" . Es como decir: "tardo en el habla" (cap. 4: 10). De
la misma manera, oídos " "incircuncisos" (Jer. 6: 10) son oídos que no oyen, y
un corazón "incircunciso" (Jer. 9. 26), un corazón que no entiende.
13.
Les dio mandamiento.
No se
registra la respuesta de Dios ante la nueva protesta de Moisés. Parece que no le
contestó formalmente, sino que más bien le dio una orden terminante que no
admitía una negativa. Moisés fue entonces enviado a los israelitas y al rey, no
con un pedido o una propuesta sino con una orden imperativa.
14.
Estos son los jefes.
En este
punto Moisés interrumpe su relato para insertar una sección genealógica en la
que toma la historia de la familia de Israel en el punto en que la había dejado
en el cap. 1: 5. La organización social de Israel estaba basada en las tribus;
de ahí que fuera importante un registro de las divisiones y subdivisiones de las
diversas familias. En vista de que el relato había llegado a un punto decisivo,
éste pareció un lugar adecuado para insertar la información. Los "jefes" son los
reconocidos como dirigentes y fundadores de las diversas familias israelitas.
De Rubén.
Para los nombres de estos cuatro hijos de Rubén, ver
com. Gén. 46: 9.
15.
De Simeón.
Para los nombres de los hijos de Simeón, ver com. Gén. 46: 10.
16.
De Leví.
Para los tres hijos de
Leví, ver com. Gén. 46: 11.
Por sus linajes.
Esta frase es usada
por Moisés porque no se detiene con los hijos de Leví sino que continúa con los
nietos, bisnietos y otros descendientes a fin de establecer la relación exacta
de Moisés y Aarón con Jacob y las otras tribus.
Los años de la vida de
Leví.
Como un hermano mayor de José, Leví debe haber pasado de los 40
años cuando descendieron a Egipto, siendo que José tenía 39 en ese tiempo (ver
com. Gén. 27: 1). Sus tres hijos habían nacido antes de ese tiempo (Gén. 46:
8-11). Puesto que él murió a la edad de 137 años, tuvo que haber pasado más de
90 años de su vida en Egipto y debió haber sobrevivido por muchos años a su
hermano José, que murió a la edad de 110 (Gén. 50: 26). Probablemente Moisés
registra el lapso que vivió Leví porque éste era su propio antepasado.
17.
Los hijos de Gersón.
Los hijos
de Gersón son mencionados primero porque él era el mayor de los hijos de Leví.
Libni significa "el blanco", y puede referirse a que era realmente muy blanco.
Simei quizá signifique "el que escucha".
18.
Los hijos de Coat.
Amram significa
"cosecha"; Izhar, "aceite fresco"; Hebrón, "compañero", y Uziel, "Dios es mi
fortaleza".
Los años de la vida de Coat.
Coat, que nació antes
de que fuera Jacob a Egipto (Gén. 46: 11), parece haber pasado en Egipto la
mayor parte de su larga vida de 133 años, y puede haber vivido durante el
período de la opresión.
19.
Los hijos de
Merari.
Mahli significa "el agradable", pero es oscuro el significado
del nombre de Musi. Los mahlitas y los musitas estuvieron entre las familias
levíticas más importantes del tiempo del éxodo (Núm. 3: 33; 26: 58).
20.
Amram.
No se puede dudar de que
este Amram es el "varón de la familia de Leví" mencionado en el cap. 2: 1. Era
nieto de Leví. Dios le había prometido a Abrahán que la cuarta generación de los
que fueran a la tierra de la opresión volvería a la tierra prometida (Gén. 15:
16). Las cuatro generaciones serían pues las de Leví, Coat, Amram y Moisés.
Jocabed.
Significa "Jehová es glorioso". Jocabed es el más
antiguo nombre humano que se conozca relacionado con el nombre divino Jehová,
que aparece aquí en su forma abreviada "Jo".
Su tía.
Jocabed, de
quien sólo se habla en términos generales como una hija de Leví, en Exo. 2: 1,
lo que podría significar cualquier descendiente femenino de Leví, aquí es
llamada la tía de Amram y, por lo tanto, era la hermana de Coat. Esto está en
armonía con la traducción aceptada de Núm. 26: 59. Si el texto, aunque incierto,
es completo, indica que Jocabed era una hija literal de Leví. Aunque un
matrimonio tal fue prohibido por la ley mosaica (Lev. 18: 12), indudablemente
estaba permitido en tiempos anteriores.
Dio a luz.
Los hijos de
Amram son mencionados de acuerdo con su edad. Siendo tres años mayor que Moisés
(Exo. 7: 7), Aarón fue mencionado primero. Su hermana María era mayor aún (cap.
2: 4), pero no se la menciona aquí dado que los nombres de las mujeres aparecen
en las listas genealógicas antiguas tan sólo en casos excepcionales. La
inserción del nombre de ella en este texto en la LXX, la Vulgata y un manuscrito
hebreo parece ser la obra de un escriba posterior.
21.
Los hijos de Izhar.
De los tres hijos de Izhar, hermano
de Amram, sólo Coré es mencionado otra vez en la Biblia (ver Núm. 16: 1; 1 Crón.
6: 37). Su nombre significa "el calvo". Se desconoce el significado de Nefeg.
Zicri significa "mi recuerdo".
22.
Los
hijos de Uziel.
Los hijos de Uziel, el hermano menor de Amram, son
mencionados otra vez más tarde en el relato. Misael, nombre cuyo significado es
dudoso, y Elzafán, que significa "Dios está oculto", fueron más tarde empleados
por Moisés para llevar los cuerpos de Nadab y Abiú fuera del campamento (Lev.
10: 4). Elzafán, llamado Elizafán, es mencionado como cabeza de los coatitas en
Núm. 3: 30. El nombre de Sitri significa "mi lugar de ocultamiento". Los nombres
de estos hombres, nacidos durante la dura opresión en Egipto, reflejan los
sentimientos de sus padres cuando ellos nacieron. Elzafán quizá nació en una
hora particularmente oscura, cuando el futuro de Israel tenía la apariencia de
ser más espantoso, y parecía que Dios se había ocultado. Sitri, como Moisés,
puede haber nacido en secreto y haber estado oculto durante algún tiempo.
23.
Tomó Aarón por mujer a Elisabet.
El nombre de la esposa de Aarón significa "mi Dios ha jurado". Su padre,
Aminadab, mencionado aquí por primera vez, era un descendiente de Judá a través
de Fares y Hezrón, y fue antepasado de Jesús (1 Crón. 2: 3-10; Mat. 1: 4).
Aminadab significa "mi pueblo es voluntario".
Naasón.
Una
transliteración de Najshón , de la raíz najásh , "serpiente". Un najshón era un
"encantador", es decir uno que usaba las serpientes como un medio de
adivinación. Naasón fue durante algún tiempo "jefe de los hijos de Judá" (Núm.
2: 3).
Dio a luz.
Acerca de la suerte de los dos hijos mayores
de Aarón, que llegaron a ser los primeros sacerdotes bajo la ley levítica del
Sinaí, ver Lev. 10: 1, 2. Nadab significa "él está dispuesto", y Abiú, "mi padre
es él".
Eleazar.
Eleazar -"Dios ha ayudado"- llegó a ser sumo
sacerdote cuando murió Aarón (Núm. 20: 23-28) y el cargo del sumo sacerdote se
perpetuó a través de sus descendientes (1 Crón. 6: 4-15). Su muerte se registra
en Jos. 24: 33.
Itamar.
Es dudoso el significado del nombre del
hijo menor de Aarón. Al igual que los otros hijos de Aarón, Itamar llegó a ser
sacerdote y tuvo la responsabilidad de registrar las ofrendas de buena voluntad
del pueblo para la edificación del tabernáculo (cap. 28: 1; 38: 21).
24.
Los hijos de Coré.
No todos los
hijos de Coré fueron destruidos con su padre cuando ocurrió la rebelión en el
desierto (Núm. 26: 11). Los tres mencionados aquí llegaron a ser cabezas de las
"familias de los coreítas", cuyos descendientes fueron famosos como cantores en
el templo en el tiempo de David (1Crón. 6: 22, 23, 31; Sal. 42: 1; 44: 1; etc.).
Asir significa "prisionero"; Elcana, "Dios ha fundado", y Abiasaf, "mi padre ha
reunido".
25.
Futiel.
El suegro de
Eleazar no es mencionado en ninguna otra parte. La primera parte del nombre es
egipcia, la segunda hebrea, y el nombre significa "Dios ha dado" o "dedicado a
Dios".
Finees.
Finees es un nombre egipcio que significa
"negro", y podría indicar que su tez era desusadamente oscura (cf. Libni, "el
blanco" , en Exo. 6: 17). La presencia en el libro del Génesis de nombres
egipcios para personas de cuna hebrea es otra evidencia de que es un relato
histórico, escrito por alguien familiarizado con Egipto. No es sorprendente
encontrar nombres egipcios entre los israelitas, después de que habían vivido
tanto tiempo en Egipto. Teniendo en cuenta las circunstancias, es sorprendente
encontrar a tantos israelitas con nombres hebreos, lo que se debió al desgano
para aceptar las costumbres, los usos y el idioma de sus opresores.
26.
Aquel Aarón y aquel Moisés.
Terminada la genealogía, el autor añade una nota para hacer saber que el
Aarón y el Moisés aquí mencionados (vers. 20) son el mismo Aarón y el mismo
Moisés a quienes se les ordenó que dirigieran la salida de los hijos de Israel
de Egipto.
27.
Estos son.
La
expresión "este es aquel Aarón y aquel Moisés" (vers. 26) se repite en el vers.
27 con una inversión significativa en el orden de los nombres. En la genealogía
misma, Aarón está primero como el mayor de los dos, pero aquí, en anticipación
de la narración histórica que sigue, Moisés tiene prioridad sobre su hermano
mayor, como el salvador divinamente designado de Israel.
28.
Cuando Jehová habló.
Los vers. 28-30 son una repetición
del pensamiento de los vers. 10-12. Habiendo insertado una sección genealógica,
Moisés retorna el relato donde lo dejó en el vers. 12 y, al hacer eso, repite la
última sección del relato a fin de relacionarlo con la narración que sigue.
29.
Yo soy Jehová.
Esta es la única
variación importante en la repetición de los vers. 10- 12. Es posible que cada
revelación hecha a Moisés fuera autenticada por estas palabras iniciales: "Yo
soy Jehová", que tienen la fuerza de esa frase inicial tan a menudo encontrada
en las declaraciones de los profetas posteriores: "Así dice Jehová".
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1, 2-4 PP
264
9 PP 266
11, 12 PP 266
CBA Éxodo
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ÉXODO
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