Comentario Bíblico Adventista Números 2
Comentario Bíblico Adventista
Números Capítulo 2
1.
Y a Aarón.
"Estas instrucciones fueron dirigidas tanto a Moisés como a Aarón. Sólo Moisés es mencionado en el vers. 34. Pero puesto que Aarón y sus hijos tenían que empacar los utensilios que debían ser llevados por los coatitas, no era sino natural que él también estuviera informado (cap. 4: 5, 15). "
" El cap.
2 contiene el relato de las disposiciones de las tribus para acampar en el
desierto. La forma en que estuvieron las cuatro divisiones de Leví se da en el
cap. 3: 23, 29, 35, 38. El diagrama que aparece al pie de esta página ilustra la
distribución de las tribus de Israel en relación con el santuario. "
2.
Junto a su bandera.
"Ver com. cap. l: 52."
Enseñas.
" La bandera correspondía á un grupo mayor (vers. 3,
10, 18, 25), aunque cada grupo familiar desplegaba sus "enseñas". "
Alrededor.
" "A cierta distancia" (BJ). La prohibición para
preservar la santidad del área del santuario fue estrictamente ordenada y puesta
en vigor. "
3.
Al oriente, al este.
" Una duplicación tal en la expresión es común en hebreo. Exo. 26: 18,
por ejemplo, dice literalmente: "Al lado del mediodía, al sur". "
Judá.
" Como la tribu predominante, a Judá se le asigna el este, el puesto de
honor. Algunos sugieren que el nombre de Judá proviene del verbo "alabar", de
las palabras de Lea cuando nació su hijo: "Esta vez alabaré" " (Gén. 29: 35). En
cuanto a él, Jacob predijo: "Te alabarán tus hermanos" (Gén. 49: 8).
10.
Rubén.
Esta tribu acampó "al
sur", literalmente "hacia el sur". Los cuatro puntos cardinales del cuadrante
recibieron nombres desde el punto de vista de una persona que mirara hacia el
este. Rubén era el mayor de los 12 hijos de Jacob (Gén. 35: 23), pero perdió
el derecho al honor y a las prerrogativas del primogénito debido a la
inestabilidad de su carácter.
17.
En medio de los campamentos.
Si el orden de
la mención en este capítulo indica el orden de marcha, los levitas con el
santuario seguían a los campamentos de Judá y Rubén. Sin embargo, el relato de
su verdadera marcha (cap. 10: 14-2 l) coloca el tabernáculo -es decir, la tienda
y los cortinajes del atrio entre las primeras dos divisiones, Judá Y Rubén. Fue
enviado adelante para que pudiera estar armado y listo para recibir el
"santuario", es decir las cosas santas -arca, altares, etc.- que seguían a Rubén
en el centro de la hueste en marcha. No es posible determinar si los levitas y
el santuario precedían a Rubén y a su grupo, o los seguían. Tanto en marcha como
acampadas, las diversas divisiones, bajo sus respectivas banderas, proseguían
estrictamente en formación.
Cada uno junto a su bandera.
Literalmente, "cada individuo en su mano". La expresión literal en
hebreo "a la mano del Jordán" (cap. 13: 29) se traduce en la VVR "a la ribera
del Jordán". Véanse también Deut. 23: 12 y Jer. 6: 3, donde la palabra que
corresponde a "mano" en ambos casos se ha traducido "lugar".
18.
Campamento de Efraín.
El
segundo hijo de José (Gén. 41: 52; 46: 20), Efraín, era computado entre los
hijos de Jacob, fue bendecido por él y le fue dada la preferencia sobre Manasés
(Gén. 48: 1, 5, 13, 14, 17, 20). El nombre está relacionado con el verbo "llevar
fruto", "ser fructífero", y con el sustantivo que describe "una tierra
fructífera", tierra de cereales o pastos.
25.
Campamento de Dan.
Dan era el hijo de Jacob y Bilha
(Gén. 30: 6; 35: 25). El significado del nombre es "juez". Su raíz verbal
significa "juzgar", "actuar como un juez". La raíz arábiga equivalente significa
"ser obediente", "ser sumiso", también "gobernar", "recompensar". La excelsa
posición de Dan tal como aparece en este versículo contrasta mucho con las
profundidades en las que después cayó; pues se estableció entre los paganos, fue
eliminado del registro sagrado, y no tiene parte entre las 12 tribus de la nueva
Jerusalén (ver Juec. 18; Apoc. 7: 5-8).
34.
Así marcharon.
La multitud que salió de Egipto ya se
había convertido en un ejército disciplinado en marcha, con sus miembros
agrupados según sus tribus, clanes y familias.
Los caps. 1 y 2 nos
hablan de las dimensiones y la disciplina de la hueste israelita. El centro de
atención era el tabernáculo, el lugar de morada de Dios. Jehová estaba en medio
de ellos (Deut. 4: 7; 23: 14; Sal. 78: 52, 53; cf. Rom. 8: 31), como garantía de
esperanza, seguridad y progreso. Era su Protector (Ose. 11:10), poderoso para
liberar (Isa, 49: 25,26). Era para ellos una luz por la noche y una sombra
bienvenida durante el día (Isa. 4: 5). Todos estos conceptos se centralizaban en
el tabernáculo, el lugar de la morada de Dios.
El temor y reverencia que
inspiraba el tabernáculo se debían a que Jehová era su morador. La separación
del lugar de la presencia divina de las ocupaciones de la vida diaria ayudaba a
inspirar respeto por la autoridad y un sentido de disciplina entre el pueblo.
Hoy día la iglesia es como un ejército en marcha, y Jehová está con ella (ver 2
Cor. 6: 16; 1 Ped. 2: 9).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
2, 17 PP 392
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