Comentario Bíblico Adventista Números Capítulo 31 1. Jehová habló. "C omo se registró en el cap. 25: 16-18, ...
Comentario Bíblico Adventista
Números Capítulo 31
1.
Jehová habló.
"Como se registró en el cap. 25: 16-18, la orden de herir a los madianitas ya había sido dada a Moisés; ahora debía organizar la expedición militar para ejecutar la voluntad de Dios. Los madianitas, por sugestión de Balaam, habían inducido a Israel a cometer un grave pecado, lo que a su vez trajo una plaga de Dios sobre su pueblo. "
2.
Haz la venganza.
" La ofensa de los
madianitas había ocurrido mientras Moisés era jefe; ahora él fue comisionado por
Dios para castigar a los ofensores antes de dejar su autoridad. "
Después.
" Dios había hablado previamente a Moisés acerca de su
muerte inminente (cap. 27: 12, 13). Además de la campaña contra los madianitas,
restaba el deber de comunicar instrucciones acerca de la conquista de la tierra
de Canaán (caps. 32 y 34) y tomar algunas medidas en favor de los levitas (cap.
35: 1-8). "
3.
Armaos algunos de vosotros.
" Literalmente, "armad de entre éstos con vosotros, hombres". El vers. 2
habla de vengar a los hijos de Israel; este versículo le da el nombre de la
venganza de Jehová. Así se identifican íntimamente los intereses de Dios con los
de su pueblo. "
4.
Mil.
" Este
pequeño número sugiere una selección cuidadosa, puesto que algunas de las tribus
más grandes fácilmente podrían haber proporcionado un número mucho mayor. "
Cada tribu.
" Algunos piensan que esto podría haber incluido a
los levitas, quizá no para que llevaran armas, sino como una unidad de servicio
auxiliar que debía operar detrás de la línea de batalla. Pero el hecho de que
los levitas recibieran su parte del botín de la porción asignada a los que no
fueron a la guerra (vers. 30, 37-41) parece excluir una idea tal. "
5.
Doce mil.
" Compárese con Juec.
21: 10, cuando el mismo número fue enviado contra Jabes-galaad. La idea
implicada en el vers. 5 es que los jóvenes fueron alistados. El número parece
pequeño en comparación con los madianitas, que tenían a cinco reyes con sus
fuerzas armadas. "
6.
Moisés los envió.
" Es decir, los comisionó con autoridad para llevar a cabo la orden de
Dios. "
Finees.
" No se nos dice si Finces fue como jefe de la
expedición, reemplazando así a Josué, o si sólo fue en su papel de sacerdote
principal (ver Jos. 22: 13). Su anterior y valerosa hazaña efectuada para honra
de Dios sin duda le había dado una gran reputación de decisión y valor (cap. 25:
8). "
Los vasos del santuario.
"Objetos sagrados" " (BJ). Es
decir, los vasos sagrados. No se nos dice qué vasos (u "objetos") fueron
llevados. Algunos han sugerido el arca (ver Núm. 10: 33; Jos. 3: 14; 6: 8),
otros, la lámina de oro que Aarón llevaba sobre la cabeza (Exo. 28: 36). La
palabra aquí traducida "vasos" " u "objetos" " (BJ) es la misma traducida
"utensilios" " en Núm. 3: 31 (VVR). Puede admitirse que las trompetas del
santuario fueran "objetos sagrados".
7.
Pelearon.
Posiblemente las fuerzas israelitas cruzaron
la frontera y entraron en territorio madianita, donde lucharon.
Mataron
a todo varón.
Es decir, de la fuerza atacante, posiblemente los varones
de edad militar. Otra destrucción de los madianitas, efectuada por Gedeón, se
registra en Juec. 8:12. El exterminio de toda la población masculina habría
producido la extinción de la nación; sin embargo, los madianitas aparecen vez
tras vez como violentos enemigos de Israel (Juec. 6: 1, 2; 7: 14; 8: 22; 9: 17,
28; Isa. 60: 6).
8.
Los reyes de Madián.
Varios títulos se usan para estos hombres: ancianos (cap. 22: 4), y
duques o príncipes (Jos. 13: 21).
Evi.
Ver Jos. 13: 21.
Requem.
Ver Jos. 13: 21; 1 Crón. 2: 43; 7: 16. También el nombre
de una ciudad benjaminita (Jos. 18: 27).
Zur.
Ver Núm. 25: 15;
Jos. 13: 21.
Hur.
También el nombre de un israelita (Exo. 17:
10), pariente de Caleb.
Balaam.
Su fin fue muy diferente de la
esperanza que había expresado para sí mismo (Núm. 23: 10; Jos. 13: 22).
9.
Llevaron cautivas a las mujeres.
Era una costumbre antigua matar a los hombres pero no a las mujeres ni a
los niños (Gén. 34: 25; 1 Rey. 11: 16). En ciertos casos posteriores, Dios
indicó que se matara sólo a los hombres; en otros casos, debía morir toda la
población (Deut. 20: 13, 14, 16).
Bestias.
La palabra así
traducida proviene del verbo "ser trabado de lengua", "ser mudo". Con frecuencia
incluye todos los animales domésticos más grandes. Los madianitas eran famosos
por sus camellos (Juec. 6: 5), que no se mencionan aquí por separado (ver Exo.
9: 25; 12: 12; Sal. 135: 8; Jer. 50: 3).
10.
Sus ciudades.
La destrucción de esos lugares
fortificados tendería a impedir una seria rebelión posterior.
Habitaciones.
Literalmente, "sus campamentos", una referencia a
los campamentos circulares de las tribus nómades. Ver Gén. 25: 16, donde se usa
la misma palabra.
11.
El despojo.
Se habían posesionado del despojo, como se vio en el vers. 9, y ahora se
lo llevaron.
12.
Los cautivos.
Fue
completa la conquista de esta tribu de madianitas. Los "cautivos" eran las
mujeres y los niños; y el "botín" estaba formado por los camellos, los bueyes,
las ovejas y las cabras; y los "despojos" eran los metales preciosos, las joyas,
los vestidos, etc.
La congregación.
Quizá una referencia a los
70 ancianos y a los príncipes de las tribus, que representaban al pueblo.
Los llanos de Moab.
Desde donde habían partido para presentar
batalla a los madianitas (ver caps. 22: 1; 26: 3, 63).
13.
Salieron.
Se trataba de una comisión de recepción para
dar la bienvenida a los vencedores y hacer los arreglos que fueran necesarios
para la purificación, separación o destrucción de las cosas impuras.
14.
Se enojó Moisés.
Especialmente
porque mujeres madianitas inaceptables habían sido traídas como cautivas, lo que
incluía precisamente a las que habían sido la causa de la plaga que había
barrido el campamento (ver vers. 15, 17).
Capitanes.
Literalmente, "inspectores" o "supervisores".
15.
¿Habéis dejado?
El castigo de las mujeres -instrumentos
usados por Satanás para llevar el pecado al campamento de Israel- estaba
implícito en la orden: " "Haz la venganza de los hijos de Israel contra los
madianitas" " (cap. 31: 2). Compárese con el castigo de las mujeres amalecitas
(1 Sam. 15: 3).
17.
Matad... a todos los
varones.
A fin de reducir a la impotencia a una nación idólatra.
A toda mujer que haya conocido varón.
Incluía probablemente a
las mismas que habían sido responsables del envilecimiento de Israel.
18.
Las niñas.
Puesto que eran
jóvenes e impresionables, existía la posibilidad de que fueran desarraigadas de
la idolatría y sus prácticas impuras.
Dejaréis con vida.
En
cuanto a una ley posterior, cuya promulgación pudo haberse debido a la captura
de estas mujeres, ver Deut. 21: 10-14.
19.
Permaneced fuera del campamento.
Ver cap. 19: 9-11.
Purificaréis.
Con agua mezclada con la ceniza de una vaca
alazana (ver cap. 19). La impureza ceremonial era algo grave para los hijos de
Israel (ver Mar. 7: 15).
20.
Purificaréis.
Esto podía efectuarse con el
agua de separación, o en aguas corrientes (Lev. 11: 32, 33). Evidentemente,
ambas estaban incluidas en el rito aplicable para los que habían tocado cuerpos
muertos.
De pieles.
Incluyendo calzado, cojinetes, etc.
Pelo de cabra.
Esto se aplicaba a tiendas (Exo. 25: 4), y
también a alfombras y ropa de cama (1 Sam. 19: 13, 16).
22.
El bronce.
O cobre (ver com. Exo. 27: 3).
Plomo.
Ver Jer. 6: 29. Los seis metales aquí mencionados eran
comunes en Egipto y otros países antiguos.
23.
Fuego.
El agua no es un purificador adecuado de los
metales, pero sí lo es el fuego. Los diversos utensilios tomados de los
madianitas eran impuros por razones de contacto con cuerpos muertos y también
por haber sido usados por los paganos.
24.
Lavaréis.
Ver cap. 19: 19.
25.
Jehová habló.
Es decir, después de que se había
completado el ritual de la purificación y los hombres habían entrado en el
campamento.
26.
La cuenta del botín.
Literalmente, "la cabeza del botín". No se hace mención del despojo de
joyas, metales preciosos y vestidos. Esas cosas después proporcionaron una
ofrenda voluntaria (vers. 50, 53).
Partirás ... el botín.
Todo
el campamento había sufrido a manos de los madianitas. Por lo tanto, era justo
que los que habían quedado en el campamento también recibieran una porción.
28.
Apartarás ... el tributo.
Literalmente, "levanta una suma fija". La palabra aquí traducida
"tributo" " sólo reaparece en los vers. 37-41. Para otros ejemplos de la
división de un botín, ver Jos. 22: 8; 1 Sam. 30: 24, 25.
Ovejas.
La palabra hebrea incluye tanto cabras como ovejas.
29.
Darás al sacerdote Eleazar.
Como un diezmo para sostener a los sacerdotes y a los levitas (ver cap.
18: 21, 24, 26).
30.
Uno de cada cincuenta.
Esto era el 2 por ciento del despojo asignado a la congregación. La
porción de los levitas fue 320 doncellas, 6.750 ovejas y cabras, 720 cabezas de
ganado y 610 asnos. Sin duda, el porcentaje fue ordenado en proporción con el
número relativo de levitas. Sin embargo, a los sacerdotes no se les permitía
casarse con mujeres que no fueran israelitas (Lev. 21: 14).
3l.
Moisés y ... Eleazar.
La orden
fue dada a Moisés (vers. 25), con Eleazar como ayudante (vers. 26). Aquí no se
hace mención de "los padres de la congregación" " (vers. 26). Sin duda ellos
tenían plena confianza en la integridad de Eleazar.
32.
El resto del botín.
Quizá mejor, "el resto que
quedaba", es decir de la presa. El botín tomado en el campo de batalla disminuía
por una cantidad de factores: la matanza de algunos animales para alimento, la
muerte de algunos por las penalidades de la marcha, al extraviarse y por
enfermedad.
48.
Los jefes.
Los que
tenían autoridad presentaron a Moisés un informe personal del cumplimiento de
sus responsabilidades.
49.
Ninguno ha
faltado.
Cuando se pasó la lista de todos los que habían participado en
la expedición, quedó de manifiesto que los israelitas no habían sufrido una sola
baja. Ciertamente había sido la batalla de Jehová (vers. 3). Sin duda se hubiera
considerado como una tragedia que algunos hombres perdieran la vida en los
mismos umbrales de la herencia prometida.
50.
Ofrenda.
Por lo general, los nómades llevaban adornos
de metales preciosos. Con frecuencia, los adornos para el cuello, las muñecas y
los tobillos eran de monedas de plata u oro ensartadas (ver Juec. 8: 24-26).
Cada uno.
Cada uno quería ofrecer a Jehová alguna cosa en
agradecimiento por la victoria y el feliz retorno (ver Gén. 14: 20; 2 Sam. 8:
11, 12; 1 Crón. 26: 26, 27).
Alhajas de oro.
Mejor, "adornos de
oro" " (ver Gén. 24: 53; Exo. 3: 22).
Brazaletes.
Para los
tobillos y quizá también para la parte superior de los brazos.
Manillas.
"Ajorcas" " (BJ). Ver Gén. 24: 47; Eze. 16: 11.
Anillos.
Ver Gén. 41: 42; Est. 3: 10.
Zarcillos.
Muy comunes
entre los pueblos orientales, tanto antiguos como modernos.
Para hacer
expiación.
Quizá se refiere al asunto del vers. 14, tanto como a otros
incidentes personales que implicaban impureza y 951 culpabilidad que pudieran
haber ocurrido durante la batalla.
53.
Cada
uno para sí.
Fuera de duda había habido pillaje individual y saqueo;
pero de todo lo que recibió cada hombre, gozosamente dio una porción a Dios con
gratitud de corazón.
54.
Por memoria.
Sin duda una parte considerable de la gran cantidad de oro fue fundida y
convertida en vasos para ser usados en el santuario.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-54 PP
487
2, 7 PP 487
8 PP 481, 487; SR 177
16 2JT 240; PP 481
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