Comentario Bíblico Adventista Génesis 4
Comentario Bíblico Adventista
Génesis Capítulo 4
1.
Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
En hebreo dice literalmente: "He adquirido un hombre, el Señor". Cuando Eva tuvo a su primogénito en sus brazos, indudablemente recordó la promesa divina del cap. 3: 15, y acariciando la esperanza de que él fuera el Libertador prometido, lo llamó Qáyin , "adquirido" (DTG 23). ¡Vana esperanza! Su ávido anhelo de un rápido cumplimiento de la promesa evangélica encontraría el más amargo desengaño. No sabía que ése, su primer hijo, llegaría a ser el primer asesino del mundo.
2.
Su hermano Abel.
La ausencia de la
expresión usual "concibió" y el uso de la expresión peculiar "dio a luz",
literalmente "continuó dando a luz", han sugerido a algunos comentadores que
Abel era hermano gemelo de Caín. Quizá esto sea verdad pero no se deduce
necesariamente del versículo. El nombre Abel significa "vanidad" o "nada".
Indica que las esperanzas maternas ya habían sido defraudadas con su hijo
mayor, o que Abel personificaba para ella las calamidades de la vida humana.
En este capítulo, siete veces Abel es llamado el hermano de Caín,
aparentemente para hacer realzar la atrocidad del pecado de Caín.
Pastor de ovejas.
No hay razón para encontrar en las
ocupaciones elegidas por los dos hombres una indicación de diferencia en
carácter moral, aunque esas elecciones probablemente fueron determinadas por
sus talentos e inclinaciones.
3.
Andando el tiempo.
Literalmente, "al fin de días".
Esto denota el transcurso de un período de tiempo considerable, indefinido, y
que puede indicar la estación de la cosecha. Suponer que esto significa el fin
de una semana o un año, como lo han sugerido algunos comentadores, no tiene
mucho asidero, pues no hay una razón particular para que ninguno de estos
períodos sea aquí mencionado. Sin embargo, la palabra yamim , "días", se usa
en numerosos casos donde el contexto aclara que quiere decir un año. En tales
casos se ha traducido "año" (ver Exo. 13: 10; Núm. 9: 22; 1 Sam. 2: 19; 27: 7;
2 Crón. 21: 19; etc.).
Una ofrenda a Jehová.
"Ofrenda", minjah . Se usa minjah en las leyes levíticas para la
ofrenda incruenta de agradecimiento, que constaba de harina y de aceite, o
harina preparada con incienso (Lev. 2: 1, 4, 14, 15). Sin embargo, aquí la
palabra tiene un significado más amplio e incluye tanto una ofrenda comestible
como el sacrificio de animales, porque se usa para designar no sólo la ofrenda
incruenta de Caín sino también el sacrificio de Abel (vers. 4). No se indica
si Caín o Abel construyeron un altar para sus ofrendas, pero obviamente deben
haberlo hecho (PP 58). La siguiente vez en que se habla en la Biblia de un
sacrificio, se menciona el altar (Gén. 8: 20). El sistema de ofrendas de
sacrificios había sido introducido por Dios cuando el hombre fue expulsado del
huerto (PP 54, 58). Los siguientes versículos aclaran que Caín sabía que
estaba haciendo mal al presentar la clase de ofrenda que ofreció a Dios. Se le
había enseñado que la sangre del Hijo de Dios haría expiación de sus pecados.
Al seguir la regla instituida divinamente de sacrificar un cordero por sus
pecados, él hubiera mostrado lealtad a Dios, quien había ordenado el sistema
de sacrificios, y habría expresado fe en el plan de la redención (Heb. 11: 4).
El predominio universal de los sacrificios en los pueblos antiguos indica que
existía un precepto divino más bien que una invención humana en lo que atañe a
su origen (DTG 20).
¿Qué hizo que la ofrenda de Caín no fuera
aceptable para Dios? El reconoció parcialmente, a regañadientes, los derechos
de Dios sobre él. Pero un espíritu secreto de resentimiento y rebelión lo
movió a responder a las órdenes de Dios según su propia elección, antes que
seguir el plan establecido por Dios. Obedeció en apariencia, pero su forma de
proceder revelaba un espíritu desafiante. Caín se propuso justificarse a sí
mismo por sus propias obras, ganar la salvación por sus méritos personales.
Rehusando reconocerse como pecador que necesitaba un salvador, ofreció una
ofrenda que no expresaba penitencia por el pecado: una ofrenda incruenta. Y
"sin derramamiento de sangre no se hace remisión" pues "la misma sangre hará
expiación de la persona" (Heb. 9: 22; Lev. 17: 11; PP 581 59).
Caín reconocía la existencia de Dios y su poder para dar o para
retener las bendiciones terrenales. Sintiendo que era ventajoso vivir en
buenos términos con la Deidad, Caín consideró que era conveniente apaciguar y
eludir la ira divina mediante una ofrenda, aunque la ofreciera de mala gana.
Dejó de comprender que el cumplimiento parcial y formal de los requisitos
explícitos de Dios no podía ganar el favor divino como sustituto de la
verdadera obediencia y contrición del corazón. Procedemos bien hoy día cuando
examinamos nuestro corazón para que no seamos hallados, como Caín, ofreciendo
a Dios ofrendas sin valor e inaceptables.
4.
Los primogénitos de sus ovejas.
El ritual de los
sacrificios como fue presentado por Moisés requería derramar la sangre de los
animales primogénitos sobre el altar y quemar su grasa sobre el fuego (Núm.
18: 17). La ofrenda de Abel fue una demostración de fe (Heb. 11: 4). Por
contraste, la ofrenda de Caín fue un intento de ganar la salvación por las
obras. En el caso de Abel, la fe en el plan de la salvación y en el sacrificio
expiatorio de Cristo se reveló en una obediencia sin reservas.
Con
agrado.
Sha´já , "considerar con benevolencia". Aunque no se
revela aquí la forma en que Dios aceptó la ofrenda de Abel, esa aceptación
resulta evidente, porque el sacrificio fue consumido por fuego divino, tal
como sucedió frecuentemente en tiempos posteriores (ver Lev. 9: 24; Juec. 6: 2
1; 1 Rey. 18: 38; 1 Crón. 21: 26; 2 Crón. 7: 1; PP 58). Es digno de notarse
que al aceptar Dios el sacrificio de Abel lo estaba aceptando a él
personalmente. En realidad, en la narración se menciona primero la aceptación
de Abel mismo antes de la aceptación de su ofrenda. Esto es una indicación de
que Dios no estaba tan interesado en el sacrificio como en el que lo ofrecía.
5.
A Caín y a la ofrenda suya.
Caín notó la ausencia de una señal visible del agrado de Dios y de
la aceptación de su ofrenda. Como resultado, se llenó de una ira reconcentrada
y temeraria. La frase hebrea que aquí se usa puede traducirse literalmente:
"Le ardió mucho a Caín". Sintió un fiero resentimiento contra su hermano y
hacia Dios. Indudablemente no experimentó dolor por el pecado, ni sintió
necesidad de autoexaminarse ni de orar pidiendo luz o perdón. La conducta de
Caín ejemplifica la de un pecador contumaz e impenitente cuyo corazón no es
quebrantado por la corrección ni el reproche, sino que se hace más duro y
rebelde aún. Caín no ocultó sus sentimientos de frustración, desagrado e ira.
Su rostro demostraba su resentimiento.
6.
¿Por qué te has ensañado?
El que habla aquí es Dios.
En este pasaje, y además en los vers. 14 y 16, se advierte que Dios no había
dejado de acercarse personalmente a los hombres después de haberlos expulsado
del huerto. El rechazo de la ofrenda de Caín no significó necesariamente el
rechazo de Caín mismo. Dios, con misericordia y paciencia, estaba listo para
darle otra oportunidad. Aunque Dios manifestó claramente su desagrado al
rechazar la ofrenda, se presentó al pecador y razonó con él para persuadirlo
del error de su proceder y de lo irrazonable de su ira. Dios habló a Caín como
a un niño caprichoso, para ayudarle a comprender claramente cuál era la
verdadera motivación que asechaba como bestia salvaje, en su fuero interior.
La pregunta "por qué" tenía el propósito de inducir a Caín a reconocer que su
ira era ilógica. Debía comprender que Dios tenía una razón válida para
rechazar su ofrenda. El mismo debía descubrir la causa del desagrado divino
para eliminarla.
7.
Si bien
hicieres.
Este versículo presenta ciertas dificultades
lingüísticas que han inducido a algunos comentadores modernos a pensar que el
error de un copista cambió el texto hebreo. Que aun en sus días los
traductores de la LXX encontraron oscuro su significado es evidente por su
traducción mutilada del pasaje. Los rabinos trataron de explicarlo arguyendo
que la ofrenda de Caín fue rechazada porque no había seguido con exactitud las
normas que regulaban los sacrificios y que con el tiempo constituirían el
ritual levítico. Pero el contraste obvio entre los resultados de "hacer bien"
y de "no hacer bien" eliminan la necesidad de una explicación tal. La primera
cláusula dice literalmente: "¿No hay acaso un alivio si tú haces bien?" ¿Qué
se aliviaría? ¿La carga de la culpa o el semblante? La expresión "levantar el
rostro" como equivalente de "estar gozoso o ser inocente" es común en hebreo
(Job 11: 15; 22: 26; 2 Sam. 2: 22), y probablemente aparece aquí en una forma
abreviada como un complemento de la declaración precedente de que había
decaído el rostro de Caín (vers. 6). Dios quería que Caín entendiera que si
enmendaba su conducta y vivía de acuerdo con los preceptos divinos, ya no
habría razón para que Dios mostrara su desagrado, y por lo tanto el rostro de
Caín no tendría necesidad de manifestar ira y desengaño. Sin embargo, si Caín
no cambiaba, si continuaba en la senda del mal, el pecado lo abrumaría. La
expresión "el pecado está a la puerta" (asechando como una fiera) es
probablemente un dicho proverbial (1 Ped. 5: 8).
Pecado.
Algunos han sugerido que la palabra hebrea traducida aquí
"pecado", jatta'th , debiera traducirse "ofrenda por el pecado" tal como se lo
hace casi en la mitad de los pasajes donde aparece en el AT (ver por ejemplo
Exo. 30: 10; Lev. 4: 32; Núm. 7: 16, 22; etc.; cf. Ose. 4: 8; Heb. g: 28; 2
Cor. 5: 21). Si así fuera, Dios habría dicho a Caín: "Si tú fueras inocente,
tu [incruenta] ofrenda sería aceptable como una ofrenda de gratitud, ¿acaso no
lo sería? Y cuando tú pecas, ¿no hay acaso una ofrenda para el pecado siempre
a mano?" Debe hacerse resaltar una dificultad que surge si se quiere traducir
jatta'th como "ofrenda por el pecado". Jatta'th es en hebreo una palabra del
género femenino, al paso que el vocablo robets , "está", es masculino. Este
debiera ser femenino para concordar con jatta'th , que es su sujeto. Esta
diferencia sugiere que Moisés estaba personificando el "pecado" como un animal
feroz agazapado a la puerta y por eso eligió deliberadamente que robets
concordara con el animal feroz masculino de su figura literaria más bien que
con el sujeto en su sentido literal: "pecado" u "ofrenda", que en hebreo es
femenino.
A ti será su deseo.
Esto no se puede referir
a que Abel tuviera un "deseo" hacia su hermano mayor en el mismo sentido en
que Eva lo tuvo hacia su esposo (ver cap. 3: 16), es decir, aceptar su
supremacía. Una explicación tal parecería discordar con el contexto y con los
principios divinos. Si se personifica al pecado como un animal feroz que está
asechando a Caín, sería apropiado continuar la comparación traduciéndola tal
como está en la BJ: " "A la puerta está el pecado, como fiera que te codicia,
y a quien tienes que dominar". "
8.
Dijo Caín a su hermano Abel.
En la versión
Reina-Valera anterior a la revisión de 1960 no estaba indicado qué dijo Caín a
su hermano Abel. Después de la revisión se lee: "Salgamos al campo". Estas
palabras están en la versión Samaritana y en la LXX. Esta cláusula parece ser
una adición de un copista, aunque el contexto da lugar a aceptar como
enteramente posible que haya estado en el original. No es probable que Caín le
contara a Abel lo que Dios le acababa de decir, pero puede haber tratado de
argumentar con su hermano acusando a Dios de injusticia en su trato con él.
Estando ellos en el campo.
Las obras de Caín "eran
malas y las de su hermano justas" (1 Juan 3: 12). Por esto Caín mató a su
hermano. La enemistad entre el bien y el mal, predicha por Dios antes de la
expulsión del huerto, se vio ahora por primera vez en su forma más horrible.
En este versículo, se añaden dos veces las palabras "su hermano" al nombre de
Abel para presentar claramente el horror del pecado de Caín. En él, la
simiente de la mujer ya se había convertido en la simiente de la serpiente. El
crimen de Caín revelaba la verdadera naturaleza de Satanás como "homicida
desde el principio" (Juan 8: 44). Ya había surgido el contraste entre las dos
"simientes" dentro de la raza humana, contraste que continúa a través de toda
la historia de la humanidad.
9.
¿Dónde está Abel tu hermano?
Como en el caso de Adán
y Eva, ahora Dios buscó a Caín para mostrarle su transgresión en su enfoque
debido, para despertar su conciencia culpable al arrepentimiento, y para crear
en él un nuevo corazón. Así como Dios se había presentado a los padres de Caín
con una pregunta, así también ahora se presentó a Caín. Sin embargo, los
resultados fueron muy diferentes. Caín osadamente negó su culpa. La
desobediencia lo había llevado al asesinato; al asesinato añadió ahora la
mentira y la oposición obstinada, pensando ciegamente que iba a ocultar su
crimen de Dios.
10.
¿Qué has hecho?
No habiendo dado
resultados el trato indirecto y suave, Dios procedió a acusar a Caín de su
crimen. La pregunta "¿Qué has hecho?" implicaba un conocimiento perfecto de
los hechos.
La voz de la sangre de tu hermano.
El
espantado asesino encontró que un Dios que todo lo ve y que todo lo sabe leía
su alma desnuda. ¿Cómo podía Aquel que advierte la caída de un gorrión, Aquel
que es el autor de la vida, quedar sordo ante el silencioso clamor del primer
mártir (ver Sal. 116: 15)? La sangre es la vida, y como tal es preciosa para
el gran Dador de la vida (Gén. g: 4). Contra todas las crueldades del hombre
hacia sus prójimos, a lo largo de todos los siglos, el clamor de Abel asciende
a Dios (Heb. 11: 4). Abel fue muerto por un pariente cercano. También Cristo,
al venir al mundo como "pariente" de la humanidad, fue rechazado y muerto por
sus hermanos.
11.
Ahora, pues,
maldito seas tú.
Una maldición divina ya había caído sobre la
serpiente y sobre la tierra (cap. 3: 14, 17); ahora, por primera vez, cae
sobre un hombre. La frase traducida en la VVR, "maldito seas tú de la
tierra"," con igual exactitud puede ser traducida como un comparativo: "Tú
eres más maldito que la tierra". Algunos comentadores han entendido que este
texto quiere decir que Caín fue desterrado a una región menos fértil. El
contexto (vers. 12, 14) parece estar a favor de esta explicación, o quizá la
idea de que debido a que Caín había usado mal los frutos de la tierra, Dios no
le permitiría más ganar su sustento trabajando la tierra. Una persona errante
en la tierra (vers. 14, 16), ya sea pastor o nómada, no puede ser un
agricultor de éxito.
12.
No te
volverá a dar su fuerza.
Caín fue condenado a una vida
perpetuamente errante a fin de conseguir alimento para sí mismo, para su
familia y sus animales. Habiendo estado obligada a beber sangre inocente, la
tierra se rebeló, por así decirlo, contra el asesino; y cuando él la labrara,
retendría su fuerza. Caín había de obtener poca recompensa de su trabajo. De
una manera similar, en una ocasión posterior se dice que la tierra de Canaán
"vomitó" a los cananeos debido a sus abominaciones (Lev. 18: 28) .
13.
Grande es mi castigo para
ser soportado.
La sentencia divina convirtió la crueldad de Caín
en desesperación. Aunque Caín merecía la pena de muerte, un Dios
misericordioso y paciente le dio una oportunidad más de arrepentirse y
convertirse. Pero en vez de arrepentirse, Caín se quejó de su castigo como que
era más severo de lo que él merecía. Ni una palabra de dolor salió de sus
labios, ni aun un reconocimiento de culpa o de vergüenza; nada sino la triste
resignación de un criminal que comprende que es impotente para escapar del
castigo que merece tan justamente.
14.
Me echas hoy de la tierra.
Caín sabía que había de
quedar desligado no sólo de las bendiciones de la tierra, sino, por su propia
elección, también de toda relación con Dios.
Cualquiera que me
hallare.
Caín se desesperó por su propia vida, temiendo que la
maldición de Dios significaría el retiro de la restricción divina que impedía
que vengaran la sangre de Abel los que quisieran hacerlo. Su conciencia
culpable le advertía que merecía morir y que de allí en adelante su propia
vida estaba en peligro. Pero la pena de muerte que merecía fue conmutada por
un destierro perpetuo. En vez de estar en prisión, quedaría apartado de toda
asociación feliz y normal con sus prójimos y, por su propia elección, también
con Dios. El que había quitado la vida de su hermano veía en sus semejantes
sus posibles verdugos.
15.
Ciertamente.
No es enteramente clara la idea
precedente que se sugiere con esta palabra. La BJ, siguiendo a la LXX, la
Siríaca y la Vulgata, traduce: "al contrario". En otras palabras, a la
declaración de Caín: "Cualquiera que hallare me matará", Dios contestó: "al
contrario".
Siete veces.
Esto implica un severísimo
castigo sobre cualquiera que matara a Caín (ver Lev. 26: 18, 21, 24, 28; Sal.
79: 12; Prov. 6: 31). Se le concedió una protección especial en armonía con el
principio: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor" (Rom. 12: 19). La
cizaña debe crecer junto con el trigo; debe permitirse que los frutos del
pecado alcancen su madurez a fin de que se manifieste el carácter de su
semilla. La vida de Caín y de sus descendientes había de ser la manifestación
de la obra completa del pecado en los seres racionales (PP 64).
Señal.
Algunos comentadores han visto en esta señal un
signo externo añadido a la persona de Caín, al paso que otros creen que
recibió una señal de Dios, como una promesa divina de que nada pondría en
peligro su vida. De cualquier manera que fuera, no era una señal del perdón de
Dios sino tan sólo de una protección temporal.
16.
Salió Caín.
No sintió ni remordimiento ni
arrepentimiento sino tan sólo la pesada carga del desagrado de Dios. Dejó la
presencia divina probablemente para no volver nunca, y comenzó su vida de
errante en la tierra de Nod, al este del Edén. Esta tierra antediluviano, cuyo
nombre significa "errante", "huida", o "exilio", llegó a ser el hogar de los
impíos descendientes de Caín.
17.
Conoció Caín a su mujer.
La súbita mención de la
mujer de Caín no crea problema. En el pasaje del cap. 5: 4 se dice que Adán
"engendró hijos e hijas" además de los tres hijos cuyos nombres se dan. Los
primeros habitantes de la tierra no tuvieron otra elección sino casarse con
sus hermanos y hermanas a fin de cumplir la orden divina: "Fructificad y
multiplicaos" (ver Hech. 17: 26). Que esa costumbre continuó practicándose
durante mucho tiempo se ve por el casamiento de Abrahán con su media hermana
Sara. Posteriormente se prohibieron tales casamientos (ver Lev. 18: 6-17).
Concibió y dio a luz a Enoc.
El hecho de que Dios no
rehusara descendientes al desobediente y réprobo Caín es otra evidencia de su
carácter misericordioso (Sal. 145: 9; Mat. 5: 45). El nombre "Enoc" puede
significar "dedicación" o "consagración"; también puede significar
"iniciación". Quizá el nombre que Caín dio a su hijo indicaba su intención de
comenzar a vivir su vida como le placiera. Lutero pensaba que la madre puede
haber elegido el nombre Enoc, para expresar así la esperanza de que su hijo
pudiera ser un augurio de bendición para su hogar entristecido.
Edificó una ciudad.
Literalmente, "comenzó a
edificar". Esto probablemente no fue más que un intento de erigir un
campamento fortificado para su familia como lugar de vivienda más o menos
permanente. Esto sugiere que Caín quizá no tuviera mucha confianza en la
protección que Dios le aseguraba. También es posible que su intento de fundar
una ciudad puede haber sido dictado por un deseo de desafiar la maldición que
lo condenaba a una vida errante.
Es digno de notarse que la
primera "ciudad" del mundo fue fundada por el primer asesino del mundo, un
individuo perversamente impenitente cuya vida, plenamente dedicada al mal y
sin ninguna esperanza, transcurrió desafiando a Dios. Así se torció el plan de
Dios de que el hombre viviera en medio de la naturaleza y contemplara en ella
el poder y la majestad del Creador. Muchos males de hoy en día son el
resultado directo de un amontonamiento antinatural de seres humanos en las
grandes ciudades, donde predominan los peores instintos del hombre y donde
florecen vicios de toda clase.
El nombre de la ciudad.
Al dar a la ciudad el nombre de su hijo Enoc, "dedicación" o
"iniciación", evidentemente Caín la consagró a la realización de sus
ambiciones pecaminosas.
18.
A
Enoc le nació Irad.
Sólo se mencionan los nombres de las
generaciones siguientes. Ellos se parecen a los de algunos de los
descendientes de Set, como por ejemplo Irad y Jared, Mehujael y Mabalaleel,
Metusael y Matusalén, Caín y Cainán, pero los nombres de Enoc y Lamec aparecen
en ambas familias. Algunos eruditos han considerado que esto es una prueba de
que las dos genealogías son sencillamente formas diferentes de una leyenda
original. Sin embargo, la similitud en los nombres en ninguna forma implica
identidad en las personas. Por ejemplo, el nombre Coré aparece en las familias
de Leví (Exo. 6: 24) y Esaú (Gén. 36: 5), y Enoc no sólo es el nombre del hijo
de Caín y de uno de los piadosos descendientes de Set sino también el nombre
del hijo mayor de Rubén (cap. 46: 9) y de un hijo de Madián (cap. 25: 4). El
carácter de Enoc, el hijo de Caín, está en contraste tan claro con el de Enoc
del linaje de Set como para excluir la identificación de ambos como un solo
individuo.
En cuanto a los otros pares de nombres, el parecido es
tan sólo superficial. Los nombres en hebreo, al igual que en castellano, no
son idénticos ni en su forma de escribirlos ni en su significado. Por ejemplo,
Irad ha sido traducido como "ciudadano" u "ornamento de una ciudad", Jared
como "descendiente". Mehujael, puede significar "herido por Dios" o "destruido
por Dios"; Mahalaleel, "alabanza de Dios". Metusael significa "varón de Dios"
o "varón de oración"; Matusalén, "varón de crecimiento". No se conoce el
significado de Lamec.
19.
Lamec
tomó para sí dos mujeres.
Lamec fue el primero en pervertir el
matrimonio tal como fue establecido por Dios convirtiéndolo en la
concupiscencia de los ojos y la concupiscencia de la carne, sin tener siquiera
el pretexto de que la primera esposa no le daba hijos. La poligamia fue un mal
nuevo que se arraigó durante largos siglos. Los nombres de las mujeres de
Lamec sugieren atracción sensual. Ada significa "adorno" y Zila quiere decir
"sombra" o "tintineo".
20.
Ada
dio a luz a Jabal.
Los nombres de los dos hijos de Ada no aparecen
en ningún otro lugar en la Biblia. Su significado no es claro. Jabal puede
significar "brote", "dirigente", o "corriente"; Jubal, un "sonido alegre" o un
"canal". Estos nombres quizá indiquen sus habilidades peculiares. El primero
era un típico pastor nómada. Al significar literalmente "posesión", la palabra
"ganado" significa la riqueza de los nómadas, que consistía en ovejas y otros
animales domesticados.
21.
Todos los que tocan arpa y flauta.
"Arpa", kinnor .
El primer instrumento musical del mundo, el "arpa", se menciona 42 veces en el
AT (ver Sal. 33: 2; etc.). La palabra kinnor siempre se traduce como "arpa"
aunque es en realidad una lira. Muchos dibujos antiguos de este instrumento
procedentes de Egipto, Palestina y Mesopotamia nos dan una idea clara de cómo
era la kinnor . Esos dibujos muestran que el instrumento consistía en una
madera de resonancia a través de la cual se tendían cuerdas. En los
instrumentos más antiguos las cuerdas corren paralelamente, pero en los
modelos posteriores divergen extendiéndose hacia afuera.
El origen
de la palabra traducida "flauta" en la VVR, e identificada por algunos con la
gaita, no es tan seguro como el de la lira. Cualquiera sea la explicación
correcta del nombre, todos los eruditos modernos concuerdan con que el
instrumento era una flauta. Este instrumento todavía es tocado por los
pastores en todo el Cercano Oriente.
22.
Tubal-caín.
Aunque "Tubal" aparece frecuentemente
como un nombre personal en el AT (Gén. 10: 2; Isa. 66: 1 Eze. 27: 13; etc.),
su significado es oscuro. La palabra "caín" puede haber sido añadida
posteriormente, quizá para identificarlo como uno de los cainitas.
Artífice de toda obra de bronce.
La palabra hebrea
traducida "artífice" en la VVR, significa literalmente "martillador",
"afilador", "forjador" y se refiere a la obra que se hacía antiguamente en
bronce y hierro, lo que era más un proceso de martillar que de fundir. Se han
expresado dudas en cuanto a que se conociera el hierro en tiempos tan remotos
como los que indica el Génesis, Sin embargo, descubrimientos efectuados en
Egipto y Mesopotamia han demostrado que se producían objetos de hierro en los
períodos históricos más remotos de que haya registro. Los primeros objetos de
hierro fueron de origen meteórico. Su elevado porcentaje de níquel excluye su
origen terrestre. Los objetos hechos de hierro meteórico deben haber sido
producidos martillándolos más bien que fundiéndolos, lo que otra vez confirma
el relato bíblico. Aunque los hombres primitivos ni tenían bronce ni hierro en
grandes cantidades, no hay razón para dudar de la exactitud de la declaración
de la Biblia de que el hombre antediluviano supiera cómo usar esos metales.
Objetos de cobre, bronce y hierro (adornos, herramientas, armas, vasijas,
etc.) de muy antiguos niveles de la civilización están siendo encontrados en
cantidades crecientes.
Naama.
No sabemos por qué
específicamente se menciona a la hermana de Tubal- caín. Según la tradición
judía fue la esposa de Noé. Su nombre significa "la bella" o "la agradable",
lo que refleja la mentalidad mundana de los cainitas que buscaban la belleza
antes que el carácter como la principal atracción en las mujeres.
23.
Un varón mataré.
Las palabras de Lamec, en forma poética hebrea, con justicia han
sido llamadas el "Canto de Lamec". Hasta donde se sepa, este "canto"
constituye la primera composición poética del mundo. Es difícil asegurar el
significado exacto de sus palabras que son algo crípticas. Orígenes escribió
dos libros acerca del "canto" y luego declaró que estaba más allá de toda
explicación. Las palabras hebreas empleadas permiten la explicación de que
Lamec había muerto a uno o dos hombres por heridas que ellos le habían
infligido, con la inferencia de que estaba dispuesto a cometer tales actos
otra vez si se presentaba la necesidad. Sin embargo, la amenaza de su venganza
es ambigua y da lugar para más de una interpretación. La BJ traduce así el
pasaje: "Maté a un hombre por una herida que me hizo".
25.
Set.
Después de
haber informado acerca de la evolución de la impía familia de Caín, el autor
vuelve a Adán y a Eva y repasa brevemente la historia de los que fueron leales
a Dios. Poco después de la muerte de Abel, nació un tercer hijo a quien su
madre dio el nombre de Set, Sheth , el "nombrado", la "compensación" o
"sustituto" por Abel. Viendo Eva que su piadoso hijo estaba muerto y
reconociendo que las palabras de Dios acerca de la simiente prometida no
podían encontrar su cumplimiento en el maldito Caín, expresó su fe en que el
Libertador prometido vendría mediante Set. Su fe fue recompensada pues los
descendientes de Set obedecieron al Señor.
26.
Enós.
En su tiempo comenzó un culto más formal. Por
supuesto, los hombres habían invocado al Señor antes de que naciera Enós, pero
a medida que transcurrió el tiempo surgió una distinción más pronunciada entre
los que adoraban al Señor y los que lo desafiaban. La expresión "invocar el
nombre de Jehová" se usa frecuentemente en el AT para indicar, como lo hace
aquí, un culto público (Sal. 79: 6; 116: 17; Jer. 10: 25; Sof. 3: 9).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-15 PP 58-65; SR 52-56
1-5 PP 585 380
3
1JT 528; OE 164, 170; 4T 609 35
3, 4 PP 71; PVGM 139
3-8 Ev 434; TM 75
4 3JT 43
5 PP 60
6, 7 PP 61
8 DMJ 31, 33; DTG 571; PP 63
9
CMC 56; FE 50; 1JT 30,457; 2JT 159,254; MB 230; MeM 60; SC 19; IT 149, 368,
480,535; 2T 228; 4T 648; 5T 531,569; Te 37
9-12 PP 63; SR 54
10 2JT 151; MC 262; Te 37
15 PE 213; PP 335
16 PP 46
16,17 PP 67
19 SR 76
23, 24 PP 67
25 SR 57
25, 26 PP 66
CBA Génesis
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA GÉNESIS
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