Comentario Bíblico Adventista Génesis 21
Comentario Bíblico Adventista
Génesis Capítulo 21
1.
Visitó Jehová a Sara.
Este acto de la gracia divina es llamado una "visita" de Jehová. El verbo traducido aquí "visitar", cuando se usa para una "visita" de Jehová, puede referirse a su venida para ejecutar el juicio que castigue a los hombres (Isa. 24: 21; Jer. 9: 25; Ose. 12: 2; etc.) o, como en este caso, para favorecerlos (Gén. 50: 24; Rut 1: 6; 1 Sam. 2: 21).
El nacimiento de Isaac fue contrario a lo que podía esperarse naturalmente (Gál. 4: 23; Heb. 11: 11). De vez en cunado Dios, en su trato con el pueblo escogido, le dio evidencias milagrosas de su poder divino y de su dirección a fin de inspirarle confianza en él (ver Juan 15: 11). Esos milagros alcanzaron un pináculo en el milagro más grande de todos los tiempos: la encarnación, vida perfecta, muerte vicaria, resurrección gloriosa y ascensión de Jesucristo (1 Tim. 3: 16).
2.
En el tiempo.
Como muchas de las promesas de
Dios, ésta se cumplió precisamente a tiempo (caps. 17: 21; 18: 10, 14). El
diluvio, la liberación de Egipto, el nacimiento del Mesías, junto con diversos
acontecimientos predichos por Daniel y Juan, tuvieron lugar en cumplimiento de
profecías que implicaban tiempo (Gén. 6: 3; Exo. 12: 41; Dan. 9: 25; Gál. 4: 4).
Entre las repetidas promesas formuladas a Abrahán acerca del nacimiento de un
hijo, sólo las que fueron inmediatamente anteriores a ese acontecimiento
hicieron mención específica del tiempo en que se cumplirían. Al principio
Abrahán fue informado tan sólo de que tendría un hijo. Posteriormente se le dijo
que Sara daría a luz a ese hijo, y sólo en el mismo final se le dijo cuándo .
3.
Isaac.
Dios ya había elegido un
nombre para el niño (cap. 17: 19). El nombre Isaac, que significa "él ríe",
había de ser un recordativo perpetuo de la feliz ocasión cuando la fe se
convirtió en realidad (ver Gén. 17: 17; 18: 12; 21: 6; Sal. 126: 2). El
nacimiento de Samuel y el de Juan el Bautista, ambos en circunstancias
similares, también provocaron gran gozo (1 Sam. 2:1; Luc. 1: 58).
4.
Circuncidó Abraham a su hijo.
Un
año antes, Abrahán e Ismael junto con todos los otros varones de la casa habían
sido circuncidados. La señal del pacto se aplicó ahora a Isaac, el hijo del
pacto (ver com. de cap. 17: 10-14, 23).
5.
Era Abraham de cien años.
Habían pasado exactamente 25
años desde la primera promesa de un hijo (cap. 12: 1-4). No resulta claro si
Isaac nació en Gerar o Beerseba (caps. 20: 15; 21: 31).
6.
Dios me ha hecho reír.
Un año antes la risa de Sara
había reflejado descaro e incredulidad, pero ahora ella reía de gozo. Fue
recompensada la perseverancia de Abrahán y Sara a través de lo que les
parecieron largos y oscuros años de chasco y demora. Para ellos, el nacimiento
de Isaac significó el alborear de un nuevo día (Sal. 30: 5). Era las "arras" o
la prueba de que finalmente se realizaría la promesa en toda su integridad: la
venida del Mesías, el Evangelio a todas las naciones y el hogar eterno en Canaán
(Gén. 22: 18; Gál. 3: 16; Heb. 11: 9, 10). Los escritores bíblicos hacen
repetidas referencias a este feliz acontecimiento (Isa. 54: 1; 51: 2, 3; Gál. 4:
22-28). A semejanza de Sara, " "la- Jerusalén de arriba", "madre de todos
nosotros", " se regocija cuando le nacen hijos de la fe hoy día (Isa. 66: 10;
Luc. 15: 10).
8.
Fue destetado.
Entre los orientales, el destete se realizaba a una edad más avanzada
que en los países occidentales. De acuerdo con 2 Mac. 7: 27, las madres judías
alimentaban a sus hijos durante tres años (ver también 2 Crón. 31: 16). Parece
que Samuel fue llevado al santuario inmediatamente después de haber sido
destetado, cuando ya podía ministrar delante del Señor (1 Sam. 1: 22-28). Es una
costumbre oriental celebrar el destete de un niño mediante una fiesta ritual en
la que se espera que él participe de una comida de alimento sólido por primera
vez. Así se señala la terminación de la infancia.
9.
Se burlaba.
Algunos comentadores traducen la palabra
hebrea metsajeq , "se burlaba" (VVR), como "jugaba", y llegan a la conclusión de
que la declaración de Sara en los versículos siguientes fue el resultado de los
celos. Piensan que no podía soportar el pensamiento de que Ismael compartiera la
herencia de Abrahán. Otros explican este texto basándose en la explicación de
Pablo de que Ismael fue expulsado del hogar de su padre porque perseguía a Isaac
(Gál. 4: 29, 30). La forma verbal metsajeq , se "burlaba", procede de la misma
raíz que la palabra Isaac, "reírse". Sin embargo, al usarse aquí en la forma
intensiva, expresa algo más que una sencilla risa: más bien significa
ridiculizar. A los yernos de Lot les pareció "como que se burlaba" , se mofaba
del buen juicio de ellos, o estaba bromeando (Gén. 19: 14). Se usa la misma
palabra en el caso de José, de quien dijo la mujer de Potifar que hacía "burla"
de ellos, es decir que se mofaba de la generosidad de su esposo hacia él (cap.
39: 14-17). La orgía de los israelitas delante del becerro de oro también es
descrita con el mismo verbo, traducido algo inadecuadamente en la VVR como
"regocijarse" (Exo. 32: 6). Los filisteos hicieron comparecer al ciego Sansón
para divertirse a costa de él (Juec. 16: 25). La única vez en que esta palabra
se usa en sentido favorable se halla en Gén. 26: 8, donde se describe a Isaac
acariciando a Rebeca. En conclusión, de acuerdo con la mayoría de los casos en
que se usa la forma intensiva de este verbo, Ismael estaba "siempre mofándose",
o burlándose de Isaac.
Ismael era 14 años mayor que Isaac, y por lo
tanto tenía unos 17 años cuando éste fue destetado (ver caps. 16: 3; 21: 5). Sin
duda siempre se había considerado como el hijo mayor y el heredero de Abrahán.
Sin embargo, el nacimiento de Isaac y la fiesta del destete mostraban claramente
que el hijo de Sara debía reemplazarlo, y como resultado se despertaron sus
celos. No es de sorprender pues que Ismael se burlara de Isaac por ser menor y,
por consiguiente, estar desprovisto de los derechos y privilegios de la
primogenitura.
10.
Echa a esta sierva.
Las palabras de Sara, que reflejan celos y desprecio, son increíbles, ya
que había sido ella misma quien le sugirió a Abrahán que tomara a Agar como
mujer (cap. 16: 2, 3). Sara se refirió a Agar como a una esclava y a Ismael como
al hijo de una esclava. Por supuesto, Sara tenía el derecho de reclamar que se
aclarara legalmente la condición de su hijo, para que no pudiera surgir ninguna
duda después de la muerte de Abrahán. Por eso le pidió a su esposo que echara a
Agar y que desheredara a Ismael.
11.
Pareció grave en gran manera a Abraham.
Para Sara, Agar
e Ismael eran intrusos. La primera, una egipcia de baja condición, una esclava
extranjera; el otro, un muchacho mestizo que siempre causaría dificultades. Era
de acuerdo con la naturaleza el que Abrahán no compartiera esos sentimientos. El
no cuestionaba las prerrogativas de Isaac como el heredero prometido; pero
Ismael también era su hijo. Durante años había pensado que él iba a ser el
heredero más bien que Isaac. Ismael era su propia carne y sangre y amaba al
muchacho que había sido su único hijo durante 14 años. Le parecía imposible a
Abrahán complacer el deseo de Sara.
12.
Oye
su voz.
Desde un punto de vista humano, parece extraño que Dios aprobara
el pedido un tanto egoísta de Sara. Aunque Dios estuvo dispuesto a bendecir a
Ismael (caps. 16: 10; 21: 13), y no censuró directamente a Abrahán por causa de
Agar, nunca aprobó, con todo, la unión de Abrahán con ella. Para Dios ella
siempre fue "la sierva", no su esposa. El incesante "burlarse" de Ismael (ver
com. de vers. 9) hizo evidente que él continuaría perturbando la paz y la
armonía del hogar mientras viviera Abrahán, y que a la muerte de éste
probablemente por la fuerza insistiría en su pretensión a la primogenitura.
Ahora resultaba claro que Ismael no podría quedar más tiempo en el hogar sin
poner en peligro el plan de Dios para Isaac. Abrahán no había buscado el consejo
de Dios al tomar a Agar, y ese acto apresurado hizo que ahora fuera necesaria la
expulsión de un hijo a quien amaba tiernamente. Con todo, Dios consoló a Abrahán
con la seguridad de que Ismael, como descendiente suyo, también compartiría
algunas de las promesas hechas a él y llegaría a convertirse en una gran nación.
14.
Pan y un odre.
La palabra "pan"
en hebreo es un término colectivo para toda clase de alimento. El "odre", hecho
de una piel de cabra, debe haber contenido suficiente agua como para que ésta
durara desde un pozo hasta el siguiente. En su fuga anterior, parece que Agar
salió rumbo a su hogar en Egipto (cap. 16: 7), y quizá intentó hacer lo mismo
ahora. La naturaleza generosa de Abrahán y su amor por Ismael indudablemente lo
indujeron a proporcionarle una provisión adecuada para el viaje. Parece que la
emergencia surgida más tarde se debió al hecho de que se extraviaran y
estuvieran vagando sin rumbo por el desierto hasta que se les terminó el agua.
Esto está implicado en las palabras "anduvo errante", de un verbo hebreo que
significa "errar", "vagar", "extraviarse" 358 (ver Sal. 119: 176; Isa. 53: 6).
No era el propósito de Dios que Agar e Ismael volvieran a Egipto ya que su
promesa concerniente al muchacho no podría cumplirse allí. El que anduvieran
errantes en el desierto fue indudablemente una providencia divina para él (ver
Hech. 17: 26).
El muchacho.
Esto sugiere que Agar tuvo que haber
viajado con Ismael además de transportar el agua y el alimento. Puesto que
Ismael tenía unos 17 años (ver com. de cap. 21: 8, 9), es evidente que Agar no
pudo haber cargado. El texto, pues, probablemente indica que Abrahán colocó
algunas de las provisiones sobre los hombros de Agar y algunas sobre los de
Ismael.
La expulsión de uno de sus hijos debe haber significado intenso
sufrimiento para Abrahán (vers. 11). Pero, consciente de su propia
responsabilidad por la situación que se había creado, se resignó ante la
voluntad revelada de Dios en este asunto. La suerte de Agar e Ismael parecen en
extremo duras, pero ellos habían hecho que esto fuera inevitable por su conducta
con Isaac. Si hubieran estado dispuestos a aceptar un papel secundario, quizá
podrían haber permanecido en el hogar de Abrahán hasta que creciera Ismael.
Entonces podría haberse ido Ismael ya casado y con una parte de la riqueza de su
padre. Con cuánta frecuencia una conducta mal calculada significa no sólo
renunciar a las bendiciones de que podríamos disfrutar, sino también tener que
soportar sufrimientos inútiles (ver Jer. 5: 25).
El desierto de
Beerseba.
Beerseba, la ciudad más importante del extremo norte del
Neguev - la región semiárida del sur-, era el centro de la ruta de varias
caravanas que iban de Transjordania hacia la costa y de Palestina a Egipto. El
desierto estaba al sur de la ciudad.
15.
Echó al muchacho.
Como se ha hecho notar
ya, Ismael no era más niño, sino un muchacho crecido. La palabra "echó", aunque
parece sugerir un tratamiento áspero, debe entenderse según se la usa en Mat.
15: 30, aplicada a los enfermos que eran "puestos" a los pies de Jesús para ser
curados. En tal caso, sólo implica que eran entregados al cuidado solícito de
él. Agar colocó a Ismael a la sombra del árbol, el único recurso a su alcance
para aliviar su dolor. Al traducir "echó" del hebreo al griego, la LXX usa la
misma palabra que emplea Mateo. Aunque desesperaba por la vida de su hijo, la
madre procuró que por lo menos expirara en la sombra. Era todo lo que podía
hacer por él.
16.
A distancia de un tiro de
arco.
Parece que Agar dejó a Ismael porque la sed hacía que él delirase.
Si ella hubiera estado cerca, eso tan sólo hubiera aumentado los sufrimientos
maternos sin aliviar los de su hijo.
17.
Oyó Dios la voz del muchacho.
La palabra hebrea aquí
traducida "voz" puede significar palabras audibles o inarticuladas, pronunciadas
en oración o con desesperación, o quizá tan sólo se refiera a sus gemidos y
respiración jadeante. También se usa la misma palabra hebrea para describir el
retumbar del trueno, el murmurar de las hojas, el balido de las ovejas y el
toque de la trompeta (Exo. 20: 18; 1 Sam. 15: 14; 2 Sam. 5: 24). Cualquiera sea
el significado aquí asignado al término, lo importante es que Dios oyó y envió a
su ángel con palabras de ánimo para Agar y un remedio para el dolor del
muchacho.
19.
Dios le abrió los ojos.
Agar fue llevada a un pozo de agua que estaba cerca, un pozo que había
estado allí todo el tiempo. El poder divino no produjo agua clara, sino una
visión clara. Los pozos del desierto de Palestina eran hoyos artificialmente
agrandados en el terreno, donde se recogía el agua de vertientes naturales,
cuyas aberturas estaban ocultadas con piedras para impedir que los animales
descarriados cayeran dentro. Sencillamente, Agar no se dio cuenta de la
existencia de ese pozo hasta que providencialmente fue dirigida a él.
20.
Tirador de arco.
Ismael creció
bajo la continua protección de Dios, y llegó a ser cazador, dedicándose a lo
cual, pudieron sustentarse él y su madre.
21.
El desierto de Parán.
Esta región desértica está entre
el golfo de Akaba y el golfo de Suez, al sur de Cades-barnea. Aunque Agar
probablemente volvió a visitar su tierra natal para conseguir una esposa para su
hijo, con todo, regresó a la región desértico del sur de Canaán. Posiblemente
Dios mismo la orientó al desierto de Parán a fin de que allí Ismael pudiera
estar libre de la corrupción de Egipto. Además, la zona norte de esta región
estaba incluida en la tierra prometida a Abrahán. Quizá fue teniendo esto en
cuenta por lo que Agar decidió establecer allí su hogar.
22.
En aquel mismo tiempo.
Esto puede referirse a los
acontecimientos del capítulo precedente, a la expulsión de Agar e Ismael, o al
casamiento de este último.
Dios está contigo.
Habiendo
presenciado la bendición del cielo sobre Abrahán, primero en Gerar y después en
Beerseba, Abimelec consideró que era ventajoso celebrar un pacto con él. Una
relación más estrecha con un hombre tan próspero también podría beneficiarlo. Al
principio se consideró superior a Abrahán, pero ahora Abimelec reconoció que
Abrahán era infinitamente superior a él. Con ese propósito Abimelec y Ficol,
comandante de su ejército, fueron a Beerseba para celebrar un tratado con él. Es
posible que Ficol sea un nombre hebreo que significa "la boca de todos", aquel
que en su condición de comandante daba órdenes al ejército de Abimelec, o puede
tratarse quizá de un nombre filisteo de origen desconocido.
El hecho de
que Dios esté con un hombre no puede pasar inadvertido mucho tiempo para otros.
La evidente bendición de Dios que descansa sobre sus leales representantes
origina el respeto de los que son testigos de sus vidas. En torno del más
humilde cristiano hay una atmósfera de dignidad y poder.
25.
Abraham reconvino a Abimelec.
Sin embargo, antes de
concluir el tratado propuesto, Abrahán protestó por la injusta apropiación de
uno de sus pozos efectuada por los hombres de Abimelec. Aunque no se especifica
el hecho, el pozo fue devuelto en esta oportunidad a Abrahán (vers. 28-30).
27.
Hicieron ambos pacto.
Dondequiera iba, Abrahán segura la sana práctica de vivir en paz con sus
vecinos (Jer. 29: 7; Rom. 12: 18). Había formado una liga con los jefes amorreos
Mamre, Aner y Escol, en Hebrón (Gén. 14: 13). Había ganado la gratitud del rey
de Sodoma debido a su generosidad (cap. 14: 23). Ahora estaba listo para
celebrar un tratado de amistad con un rey filisteo. Las ovejas y las vacas aquí
mencionadas probablemente no fueron un regalo para Abimelec sino más bien los
animales necesarios para la conclusión ceremonial del pacto (ver com. de cap.
15: 9-17). La forma verbal aquí traducida "hicieron" es la misma que aparece en
el cap. 15: 18 y significa literalmente "cortar". Se refiere a la división en
dos mitades de los animales del pacto, entre cuyas partes debían caminar los que
participaban. Esta costumbre era común en los pueblos semíticos, y era
practicada aún en los días de Jeremías (Jer. 34:18, 19). Abrahán y Abimelec
deben haberla seguido en esta ocasión.
28.
Siete corderas.
Estas ovejas no se usaron en relación
con la ratificación del pacto. Fueron un regalo de buena voluntad o un pago por
el pozo que, aunque cavado por Abrahán, indudablemente estaba en territorio de
Abimelec. La aceptación por Abimelec de las ovejas iba a ser un "testimonio"
(vers. 30) del derecho de Abrahán al pozo en cuestión.
31.
Beerseba.
Como un recuerdo del pacto de amistad,
Abrahán dio el nombre de Beerseba a ese lugar, lo que significa "pozo del
juramento" o el "pozo de siete". No se sabe si el número siete estaba incluido
en la ceremonia del pacto antiguo. En hebreo antiguo, las dos palabras, "siete"
y "juramento", por lo menos en su forma de escribir eran idénticas. El hecho de
que Abrahán diera "siete" ovejas a Abimelec como testimonio de su juramento
puede indicar que la palabra "siete", sheba', tenía alguna relación con el acto
de jurar, shaba' . Sin embargo, puesto que ésta es la única ocasión bíblica en
la que aparece un regalo de siete animales en la confirmación de un pacto, no
podemos estar seguros en cuanto a la validez de esta posibilidad.
Antiguamente Beerseba era la ciudad más meridional de la tierra de
Canaán. La expresión "desde Dan hasta Beerseba" (Juec. 20: 1; 2 Sam. 24: 2;
etc.) o "desde Beerseba hasta Dan" (1 Crón. 21: 2) se refería a todo el país.
Beerseba ha estado habitada sin interrupción desde los días de Abrahán y ha
retenido su antiguo nombre hasta el día de hoy. Pertenece al Estado de Israel y
ha crecido grandemente en unas pocas décadas. Su población era de 84.000
habitantes en 1972.
32.
Tierra de los
fílisteos.
La declaración de que Abimelec y Ficol "volvieron a tierra de
los filisteos" después de sellar un tratado con Abrahán en Beerseba, implica que
la zona alrededor de esta ciudad quedaba fuera de los límites reconocidos de
Filístea. Al mismo tiempo, probablemente estaba bajo el dominio del príncipe de
Gerar en el tiempo de Abrahán. De lo contrario, no es posible que hubiera
surgido una cuestión por la propiedad del pozo.
Esta es la primera
mención bíblica de la "tierra de los filisteos". La mayoría de los comentadores
modernos han visto en esta declaración el error histórico de un autor posterior,
pues ellos pretenden que los filisteos no entraron en Palestina antes de la
última parte del siglo XIII AC, mucho después del tiempo de Abrahán. Sin
embargo, no hay razón para dudar de la presencia de los filisteos en Palestina
durante el período patriarcal. Están mencionados en documentos de Ugarit, ciudad
costera del norte de Siria, antes del siglo XV AC. El hecho de que las fuentes
egipcias mencionen a los filisteos por el año 1200 AC por primera vez, no prueba
que no se hubieran establecido en Palestina antes de ese tiempo. Tan sólo
muestra que no jugaban un papel tan importante como el que les cupo más tarde en
los días de Ramsés III, cuando ellos y otros "pueblos del mar" fueron tan
numerosos como para que, durante un tiempo, pusieran en peligro a Egipto (ver
Exo. 13: 17).
33.
Plantó Abraham un árbol
tamarisco.
La palabra 'éshel , encontrada en formas similares en el
árabe meridional, egipcio, asirio y arameo, denota una variedad de tamarisco,
arbusto oriundo de las regiones semiáridas como el Neguev. Es lento para crecer
pero tiene larga vida. Probablemente Abrahán plantó este tamarisco con el
propósito de que sirviera como un recordativo de la transacción concerniente al
pozo. Con frecuencia hoy día se plantan árboles conmemorativos.
Invocó
allí el nombre de Jehová.
Como en todas las demás partes, Abrahán
celebró culto público aquí también (Gén. 12: 7, 8; 13: 4, 18). El objeto de su
culto era "el Dios eterno", literalmente "el Dios de eternidad", en contraste
con las deidades paganas que no son sino hechura de los que las adoran (Ose. 8:
6). Abrahán adoraba al eterno Testigo de los tratados, a la eterna Fuente de las
bendiciones que lo siguieron durante toda su vida, y al Padre inmortal que nunca
chasquea a sus hijos.
34.
Moró Abraham en
tierra de los filisteos.
Esto parece contradecir lo que se deduce del
vers. 32, que Beerseba no pertenecía a la tierra de Filistea. Indudablemente
esto admite dos conclusiones: (1) Filistea no tenía límites fijos en su zona
desértico, y Beerseba puede haber sido pretendida por Abimelec, o (2) Beerseba
estaba situada en el límite de Filistea, y Abrahán con frecuencia debe haber
hecho pastar sus rebaños a través del límite.
COMENTARIOS DE
ELENA G. DE WHITE
1-14 PP 142, 143; SR 79, 80
2, 3,
9-14 PP 142
10 SR 79
12 PP 147
33 8T 270
CBA Génesis
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA GÉNESIS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 |
21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
31 | 32 | 33 | 34 | 35 | 36 | 37 | 38 | 39 | 40 |
41 | 42 | 43 | 44 | 45 | 46 | 47 | 48 | 49 | 50 |
COMMENTARIOS