Comentario Bíblico Adventista Génesis 13
Comentario Bíblico Adventista
Génesis Capítulo 13
1.
Subió, pues, Abram de Egipto.
Por la misericordia de Dios, Abram volvió a salvo de Egipto con su esposa, su familia y sus posesiones. La mención de que Lot volvió con Abram prepara al lector para el relato siguiente de las relaciones de Lot y su tío. El destino inmediato de ambos fue la zona meridional de Palestina, el Neguev, que se extiende desde Cades-barnea en el sur hasta la zona situada al norte de Beerseba, su ciudad más importante (ver com. cap. 12: 9).
2.
Abram era riquísimo.
La palabra aquí
traducida "riquísimo" significa literalmente "pesado" o "cargado". Se la usa en
el sentido de estar "cargado" con posesiones. Abram ya era rico antes de ir a
Egipto, y volvió con un gran aumento de sus bienes debido a la generosidad de
Faraón. Por primera vez la Biblia menciona la plata y el oro como metales
preciosos y su posesión como una señal de riqueza. Abram puede haber tenido
plata cuando salió de Mesopotamia, país rico en ese metal; pero probablemente
consiguió oro en Egipto, el país más rico en minas de oro de la antigüedad. Al
promediar el segundo milenio AC, los gobernantes asiáticos pedían oro casi en
cada carta que escribían a los faraones. Se creía comúnmente que "el oro
abundaba tanto en Egipto como las piedras". Tumbas de algunos gobernantes
fenicios de Biblos, descubiertas en la década de 1920, contenían muchos
preciosos regalos de los faraones egipcios de los siglos XIX y XVIII AC.
Hermosas vasijas, cajas, adornos y otros objetos de lujo pueden haber figurado
en el regalo que Abram recibió del faraón.
3.
Bet-el.
Viajando por la zona meridional, Abram regresó
a las proximidades de Bet-el donde había acampado previamente. La palabra
traducida aquí "jornadas" significa "estaciones" o lugares donde levantó su
tienda. Esto indica que no fue un viaje directo y continuo desde Egipto a través
de la zona meridional hasta Bet-el, sino una migración realizada en etapas
graduales desde una tierra de pastoreo hasta otra, en la dirección general de
Bet-el (ver cap. 12: 8).
4.
Al lugar del
altar.
Moisés hace resaltar el regreso de Abram a un lugar en el que
previamente había celebrado un culto público. Bet-el tenía un lugar en su
corazón debido al recuerdo de la comunión sagrada que disfrutó allí con el
Señor. Quizá también esperaba encontrar oídos prontos y corazones bien
dispuestos entre las gentes de las proximidades, que deben haber recordado su
viaje anterior por allí. El lugar de cada campamento de Abram estaba señalado
por un altar. En él los errantes cananeos aprendían del Dios verdadero, y
volvían a él para rendir culto a ese Dios, después de que Abram se había ido (PP
120). Al elegir un hogar debe recordarse como algo importante el "lugar del
altar".
6.
Sus posesiones eran muchas.
La prosperidad del tío se prodigaba sobre su sobrino Lot, el único
miembro de la familia de Taré que había obedecido la orden de Dios de ir a
Canaán. El compartía la bendición prometida a Abram. Puesto que la tierra ya
estaba ocupada por los cananeos, y las montañas de Canaán eran muy boscosas,
como lo demuestran registros antiguos, había una escasez permanente de tierras
de pastoreo para los grandes rebaños y las manadas de los recién llegados.
7.
Contienda.
La escasez de tierras
de pastoreo disponibles, y también a veces de agua, dio como resultado una
contienda entre los pastores de Abram y los de Lot. Naturalmente cada grupo
quería ver que se magnificaran las posesiones de su amo.
El cananeo y el
ferezeo.
Los ferezeos se mencionan juntamente con los cananeos en otros
pasajes (Gén. 34: 30; Juec. 1: 4, 5) y frecuentemente son enumerados con varias
de las otras tribus que ocupaban Canaán en los tiempos patriarcales (Gén. 15:
19-21; Exo. 3: 8, 17; 23: 23; etc.). Muchos comentadores han pensado que los
ferezeos moraban en aldeas (Heb. perazi , "aldeanos que habitan en las villas
sin muros", Est. 9: 19), en contraste con los cananeos que habitaban en ciudades
amuralladas. La relación de los ferezeos con las otras naciones de Palestina es
incierta, puesto que no aparecen ni en el cuadro de las naciones del cap. 10 ni
en las fuentes que no son bíblicas.
8.
No
haya ahora altercado.
Las querellas de los pastores se reflejaron
probablemente en la conducta y actitud de Lot. Ansioso por evitar discordia y
enemistad entre él y su sobrino, Abram propuso la separación de sus rebaños y
manadas como una solución para la dificultad. Considerando que Lot era menor que
él y que toda la región había sido prometida a Abram, su trato con Lot refleja
un espíritu realmente generoso. La nobleza de alma revelada en esta ocasión
resalta en agudo contraste con la debilidad de carácter que acababa de demostrar
en Egipto. Abram demostró ser hombre de paz.
Somos hermanos.
Abram reconoció la perniciosa influencia que el odio y la contienda
entre él y Lot tendrían sobre las naciones que los rodeaban. Nada habría
distorsionado más efectivamente el plan de Dios para evangelizar las naciones de
Canaán que una continua discordia entre las dos familias. Aunque Abram era el
mayor de los dos, no se aprovechó de su mayor edad y posición para hacer
exigencias en su favor. Al referirse a sí mismo y a Lot como "hermanos" quería
asegurar a su sobrino un puesto y un trato iguales. Procuró desvanecer cualquier
duda que Lot pudiera haber tenido acerca de la honradez de las intenciones de su
tío.
9.
¿No está toda la tierra delante de ti?
Aunque estaba señalado como heredero de toda la región, Abram manifestó
verdadera humildad al subordinar sus propios intereses a los de Lot y al
permitirle a éste que tomara tanta tierra como quisiera. Abram renunció a sus
propios derechos por causa de la paz, pero al hacerlo ganó nuestro respeto
máximo. Manifestó generosidad de espíritu y nobleza de mente: un carácter digno
de emulación. Hacer algo diferente de lo que hizo, hubiera sido seguir los
principios egoístas que generalmente gobiernan a los hombres en su trato mutuo.
Pero un hombre espiritual vive de acuerdo con principios más elevados y mira las
ganancias eternas que están más allá de las ventajas temporales de este mundo.
Esto es lo que Abram hizo derrotando el propósito de Satanás de crear discordia
y contienda entre él y su sobrino.
10.
Toda
la llanura del Jordán.
Siendo menos noble que su tío, Lot procedió
inmediatamente a aprovechar la oferta. Con su mente recorrió el país hasta donde
lo conocía. Había notado que la llanura del Jordán, llamada en los tiempos
antiguos Kikkar , hoy día el-Ghor , estaba bien regada. Lot, ciudadano de
Mesopotamia, donde ríos y canales daban gran fertilidad a la tierra, no podía
haber dejado de comparar su tierra anterior con las regiones montañosas y
aparentemente menos fértiles donde había ido. Abram lo había inducido a ir a
Canaán, razonaba él, y por lo tanto debía preocuparse porque él quedara
cómodamente establecido.
La Palestina occidental no posee ríos dignos de
ese nombre. El único río de importancia es el Jordán y la mayoría de sus
tributarios vienen del este. Teniendo su origen en las montañas del Antilíbano,
el Jordán corre a través de lo que una vez fue el lago Huleh, de la alta
Galilea, a un par de metros por encima del nivel del mar. Descendiendo luego
rápidamente, entra en el mar de Galilea, unos 15 km. al sur del lago Huleh, a
209 m bajo él nivel del mar. Si el Jordán fluyera en línea recta, el tramo que
va del mar de Galilea al mar Muerto sería de 104 km. Pero a causa de su gran
serpenteo, se extiende por más de 300 km. hasta entrar en el mar Muerto, que
está a unos 400 m bajo el nivel del mar. Estando profundamente encajonado entre
las montañas de la Palestina occidental y la elevada planicie de Transjordania,
todo el valle del Jordán tiene un clima tropical durante el año entero con una
fertilidad correspondiente.
Sodoma y Gomorra.
Por primera vez
las dos ciudades impías de Sodoma y Gomorra están vinculadas con el destino de
Lot. Esas ciudades parecen haber estado situadas al sur del mar Muerto, que en
el tiempo de Abram era mucho menor de lo que es ahora (ver com. de caps. 14: 3 y
19: 24, 25). Por lo tanto, el valle en el cual estaban esas ciudades
probablemente está incluido por Moisés en la expresión "la llanura del Jordán" ,
llamada en el vers. 12 sencillamente "la llanura"."
Como el huerto de
Jehová.
La fertilidad del valle del Jordán con su vegetación tropical,
parecía compararse favorablemente con lo que Moisés había oído del paraíso por
tanto tiempo perdido, y con el fértil delta del Nilo que Lot y Abram habían
dejado recientemente.
11.
Lot escogió.
Subyugado por su belleza y fertilidad y sin tener en cuenta otras
consideraciones, Lot eligió el valle del Jordán como su futura morada. Impelido
por el egoísmo y guiado tan sólo por sus propias inclinaciones y la perspectiva
de ventajas temporales, Lot realizó la decisión fatídica de su vida. Esa
decisión lo llevó a través de una serie de experiencias desafortunadas que
pusieron en peligro su vida, su alma y su familia. Dejando a Abram en Bet-el,
Lot y su familia partieron rumbo al este.
12.
Fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
Deseoso de
establecerse en la proximidad inmediata de las ciudades del valle del Jordán,
cuya riqueza esperaba compartir, Lot se destaca en marcado contraste con su tío,
el que permaneció como peregrino toda su vida (Heb. 11: 9). El caso de Lot es
una lección para el cristiano que es tentado a elegir vinculaciones terrenales y
ganancias temporales a cambio de la felicidad eterna. Primero "vio" y después
"escogió". Abandonando el valle del Jordán, situado al norte del mar Muerto, fue
poniendo sus tiendas hacia Sodoma, y finalmente entró en la ciudad y se
estableció allí (ver Gén. 14: 12; 19: 1). Aunque él mismo era recto, su fatídica
decisión significó la pérdida de casi todo lo que él amaba (PP 164).
13.
Los hombres de Sodoma.
Resulta
claro que los hombres que eligió Lot como vecinos ya eran impíos cuando Lot
estableció su hogar entre ellos. La depravación más grande con frecuencia se
encuentra entre quienes habitan las tierras fértiles y disfrutan de las ventajas
de una civilización adelantada. Tanta es la ingratitud de la naturaleza humana,
que cuanto más abundan las dádivas de Dios, los hombres tanto más pronto lo
olvidan (ver Ose. 4: 7; 10:1). Uno de los peligros morales de la prosperidad
consiste en que los hombres llegan a estar tan satisfechos con las cosas de este
mundo presente, que no sienten necesidad ninguna de Dios.
14.
Alza ahora tus ojos.
Esta es la
cuarta ocasión en la que Dios se dirigió en forma directa al patriarca. Cada una
de estas ocasiones señaló una crisis en su vida. Aprobando evidentemente la
separación entre Lot y Abram, otra vez Dios ordenó a Abram que contemplara la
región, toda la cual finalmente le pertenecería a él y a su posteridad. La orden
divina "Alza ahora tus ojos" debe haber hecho que Abram se acordara de Lot,
quien recientemente había alzado "sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán"
(vers. 10). Aunque Lot había elegido aquella porción que le pareció ser la parte
más favorable de la tierra, se le dijo a Abram que con el tiempo toda ella
pertenecería a sus descendientes.
15.
Para
siempre.
La promesa de Dios es inmutable. Así como los descendientes de
Abram habían de existir delante de Dios para siempre, así también Canaán siempre
había de ser su patria. Esta promesa, hecha originalmente respecto a los
descendientes literales de Abram, a su vez es concedida a su verdadera
posteridad espiritual, al linaje de la fe (ver Gál. 3: 29). Por lo tanto, ella
no excluía la expulsión del linaje de los incrédulos de la tierra de Canaán.
16.
Como el polvo de la tierra.
Esta es una repetición de la promesa previa de que Abram sería el padre
de una "nación grande" (cap. 12: 2). La promesa se expresa con la colorida
imaginación oriental, comparando ahora la descendencia de Abram con el polvo
innumerable de la tierra, así como sería comparada después con las estrellas del
cielo (cap. 15: 5).
18.
El encinar de
Mamre.
Obedeciendo las instrucciones de Dios, Abram se puso en marcha
otra vez. Si creía literalmente en la palabra de Dios, esta peregrinación lo
llevaría gradualmente a través de todo lo largo y lo ancho de esa tierra.
Finalmente Abram armó su tienda en un bosquecillo cerca de Hebrón. La palabra
'elone , traducida en la VVR por "encinar" , se usa acá en el plural y
claramente indica la presencia de una cantidad de árboles o encinas grandes (ver
com. del cap. 12: 6). Esta arboleda pertenecía a Mamre, caudillo amorreo, que
más tarde llegó a ser amigo y aliado de Abram (cap. 14: 13, 24).
Que
está en Hebrón.
La ciudad de Hebrón está a unos 35 km. al sur de
Jerusalén, en el camino a Beerseba. Es una ciudad muy antigua, que fue edificada
siete años antes que Zoán (Tanis) de Egipto (Núm. 13: 22). Puesto que la fecha
de la fundación de la ciudad egipcia de Tanis es desconocida, este dato
cronológico del libro de Números desgraciadamente no tiene significado para
nosotros. El nombre Hebrón fue usado en un período posterior. En tiempo de los
patriarcas, era condona como Quiriat-arba, o la ciudad de Arba (Gén. 23: 2; Jos.
14: 15). Este es uno de los varios casos en los cuales los escritores bíblicos
prefirieron emplear nombres contemporáneos a fin de hacer más inteligible el
relato para sus lectores.
Altar a Jehová
Como lo había hecho
antes en Siquem (Gén. 12: 7) y en Bet-el (cap. 12: 8), Abram otra vez alzó un
altar. Cada monumento conmemorativo al Dios verdadero expresaba gratitud por las
misericordias celestiales y también lealtad a sus principios. El que los vecinos
amorreos e hititas de Abram llegaran a ser sus amigos (cap. 14: 13, 24; 23:
7-17) puede haberse debido a su benéfica influencia sobre ellos. Quizá ellos
también apreciaron en cierta medida por lo menos, el hecho de que la bendición
de Dios descansaba sobre él, y sintieron que podrían compartirla con él (cap.
12: 3). Debe haberse despertado en sus corazones la convicción de que el Dios a
quien Abram adoraba y servía era ciertamente el Dios verdadero, Creador del
cielo y de la tierra. El testimonio de Abram, por precepto y por ejemplo,
ciertamente dio resultados (PP 120).
COMENTARIOS DE ELENA G.
DE WHITE
1-18 PP 125-127
8-11 MeM 198
10 PP
152, 172; PR 172
10, 11 CV 48
10- 13 PP 126
12 Ev 61,
62; MJ 417; PR 172
14-16 SR 76
CBA Génesis
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA GÉNESIS
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