Comentario Bíblico Adventista Génesis 36
Comentario Bíblico Adventista
Génesis Capítulo 36
1.
Las generaciones de Esaú.
Este capítulo consiste esencialmente en una cantidad de listas de nombres que tratan de los descendientes de Esaú y de Seir horeo, cuyas familias se habían unido con vínculos matrimoniales. El primer versículo es el título dado por Moisés al conjunto como un todo.
2.
Esaú tomó sus mujeres.
Los nombres de las
tres esposas de Esaú, como se dan aquí, difieren de los de la lista previa
(caps. 26: 34; 28: 9). En un caso varían también el nombre del padre y la
nacionalidad. (Nota: * Es fácil explicar las diferencias entre las dos listas.
(1) En armonía con una antigua costumbre oriental todavía practicada por los
árabes, un hombre podía ser conocido por diferentes sobrenombres en períodos
sucesivos de su vida. Cada nombre estaba basado en una experiencia o
acontecimiento importante. Abram, por ejemplo, se convirtió en Abrahán; Sarai
llegó a ser Sara; Jacob se volvió Israel, y Esaú, Edom (caps. 17: 5, 15; 35: 10;
25: 30). Por regla general, las mujeres recibían nuevos nombres al casarse,
costumbre que explicaría la diferencia en los nombres de dos de las esposas de
Esaú. (2) En el caso de Judit y Aholibama, difieren tanto el nombre de la esposa
como el de su padre y la nacionalidad de él. Por regla general, las esposas sin
hijos no son mencionadas en las listas genealógicas. Por consiguiente, debe
inferirse que Judit murió sin hijos y Esaú se casó con una hevea en lugar de
ella (cf. cap. 34: 2). Aholibama significa "carpa del lugar alto"; Aná,
"respondiendo"; Ada, "ornamento". El nombre Zibeón posiblemente esté relacionado
con la palabra hebrea empleada para hiena, pero puesto que era heveo, su nombre
puede no haber sido semítico en absoluto. Para el significado de los otros
nombres, véanse las referencias correspondientes.)
4.
Ada dio a luz.
Cinco hijos (1 Crón. 1: 35) le nacieron
a Esaú en Canaán de sus tres esposas mencionadas en Gén. 36: 2, 3. Los nombres
son claramente semíticos y revelan, en parte, que Esaú todavía se aferraba en
cierta medida a la religión de sus padres. Elifaz, nombre que también fue de uno
de los amigos de Job (Job 2: 11; etc.), puede significar "fortaleza de Dios".
Reuel, que significa "amigo de Dios", fue también uno de los nombres del suegro
de Moisés (Exo. 2: 18). El significado de Jeús, aunque algo oscuro, puede ser "a
quien Jehová apresura". El mismo nombre fue después dado por el rey Roboam a uno
de sus hijos (2 Crón. 11: 19). Jaalam puede significar "a quien Jehová oculta" o
"él asciende". Coré significa "calvicie". Un levita de ese nombre llegó a ser el
padre de una famosa familia de cantores (ver Sal. 42; 45, título).
1.
Esaú tomó sus mujeres.
Después
de someter a los horeos y ocupar su territorio, la tierra de Seir, Esaú trasladó
su familia allí y la convirtió en su residencia permanente (Deut. 2: 12, 22).
Parece que lo hizo voluntariamente, quizá por insinuación de Isaac, puesto que
ya se había establecido allí o por lo menos había sometido la región cuando
regresó Jacob (Gén. 32: 3; 33: 14-16). Quizá Isaac acarició el plan de que Esaú
heredara su propiedad y Jacob el derecho a la tierra prometida, como un arreglo
para que Jacob volviera de Harán. Después de que Jacob y Esaú hubieron arreglado
sus diferencias cerca del río Jaboc, este convenio resultó mutuamente
satisfactorio.
A otra tierra.
Del hecho de que suene extraña la
expresión "a otra tierra" o a "otro país" ya que no hay ninguna explicación en
cuanto a la tierra o país de que se trata, podría inferirse que el nombre "Seir"
o "Edom" (cf. Gén. 36: 16) se ha perdido del texto. En algunas versiones, como
en el caso de la BJ, se lee "al país de Seir". Por otro lado, la frase que viene
después quizá exprese todo lo que Moisés quería decir. Uniendo las dos frases se
leería: "A otra tierra, separándose de Jacob su hermano" " (VVR).
9.
Los linajes de Esaú.
Mediante
sus hijos y nietos, de la lista de los vers. 10- 14, Esaú llegó a ser el padre
de la nación edomita, cuya sede estuvo en el país montañoso de Seir. En el caso
de Ada y Basemat, que tan sólo tuvieron un hijo cada una, las tribus fueron
fundadas no por los hijos sino por los nietos. Pero en el caso de Aholibama, sus
tres hijos fueron considerados los fundadores.
11.
Temán.
Este nombre posteriormente fue dado a una
localidad de Idumea (Jer. 49: 20), y uno de los amigos de Job es llamado
"temanita" " (Job 2: 11).
Omar, Zefo, Gatam y Cenaz.
Nada se
sabe acerca de estos nietos de Esaú y Ada.
12.
Timna.
Fue una hermana de Lotán horeo (vers. 22). Es
pues claro que la familia de Esaú se unió en matrimonio con los horeos. Esto
puede haber dado un pretexto a los hijos de Esaú para apoderarse de la tierra de
los horeos y expulsar a sus antiguos habitantes (Deut. 2: 12).
Amalec.
Progenitor de los amalecitas que atacaron a los israelitas en Horeb
cuando salían de Egipto (Exo. 17: 8-16). La mención del "país de los amalecitas"
" en Gén. 14: 7 no implica necesariamente su existencia en los días de Abrahán
sino que sencillamente puede referirse a la región habitada por ellos cuando se
escribió el libro del Génesis. La expresión de Balaam "cabeza de naciones" (Núm.
24: 20) no representa a Amalec como la tribu aborigen o más antigua, sino
simplemente como la primera tribu pagana que atacó a Israel, o quizá la más
fuerte o más belicosa de las tribus del desierto. Si hubiera habido un Amalec y
amalecitas anteriores a Edom, considerando el papel importante de los mismos
cuando se opusieron a Israel en tiempo de Moisés, sería razonable esperar que él
nos diera su genealogía como lo hace con todos los otros de igual importancia
para Israel.
Desde un período muy remoto, los amalecitas se separaron de
las otras tribus de Edom y formaron un pueblo independiente, cuya sede estuvo en
el Neguev , en la proximidad de Cades (cap. 14: 7; Núm. 13: 29; 14: 43, 45). Sin
embargo, como una tribu nómada se desplazaron por la parte norte de la Arabia
Pétrea desde Havila hasta Shur, en el límite de Egipto (1 Sam. 15: 3, 7; 27: 8).
Una rama de la tribu aun penetró en el corazón de Canaán, de modo que una cadena
de colinas en lo que más tarde llegó a ser la heredad de Efraín, llevó el nombre
"monte de Amalec" (Juec. 12: 15; 5: 14). Con el curso del tiempo, parece que
también los que se establecieron en Arabia se separaron en diferentes ramas,
pues las hordas de los amalecitas a veces se unieron a los madianitas y a los "
"hijos del oriente" (Juec. 6:3; 7: 12), y otras veces a los amonitas (Juec. 3:
13), para invadir la tierra de Israel. Fueron derrotados varias veces por Saúl
(1 Sam. 14: 48; 15: 2-9) y por David (1 Sam. 27: 8; 30: 1-20; 2 Sam. 8: 12) y
finalmente exterminados por Ezequías (1 Crón. 4: 42, 43).
13.
Nahat, Zera, Sama y Miza.
Nada
se sabe acerca de estos nietos de Esaú.
15.
Los jefes.
"Duques" " (Val. ant.); "jeques" " (BJ). La
palabra hebrea 'aluf, "príncipe"o 'jefe", fue indudablemente el título tomado
por los jefes de las tribus de los edomitas y horeos. Dado que la palabra
relacionada, 'élef , significa "mil", algunos eruditos han entendido que 'aluf
es un título militar que significa "capitán de mil" (ver Jer. 13: 21). En el
hebreo postexílico el término llegó a aplicarse a los jefes o gobernadores
judíos (Zac. 9: 7; 12: 5). Los nombres de estos "jefes" no son principalmente
nombres de lugares como han sugerido algunos comentadores. Son más bien los tres
hijos y diez nietos de Esaú ya mencionados en Gén. 36: 9-14. En ambas listas
(vers. 9-14 y 15-19), Coré aparece como un hijo de Esaú (vers. 14 y 18). En la,
segunda lista (vers. 16), Coré aparece como un nieto de Esaú (un hijo de
Elifaz), pero no en la primera lista (vers. 11). En todo lo demás, las dos
listas son comparables. El nombre de Coré no se encuentra en el vers. 15 del
Pentateuco Samaritano, que ha existido por separado después del exilio
babilonio, pero sí aparece en la LXX, producida en el siglo III AC. El hecho de
que Coré no esté en la lista como uno de los nietos de Esaú en 1 Crón. 1: 36
donde aparece como hijo (1 Crón. 1: 35), confirma la exactitud de la primera
lista de Gén. 36. Por lo tanto, parece que se ha producido un error de copista
en relación con el hebreo de Gén. 36: 16.
20.
Los hijos de Seir.
Los habitantes
autóctonos de la tierra, los horeos, no fueron moradores de cavernas como
sugirieron algunos de los primeros comentadores. Hasta tiempos comparativamente
recientes, se pensaba que la palabra traducida "horeo" se derivaba de jor ,
"caverna" o "agujero". En tal caso, horeo significaría "hombre de las cavernas".
Sin embargo, en años recientes los hurritas (hurrios) -conocidos no sólo para
los escritores bíblicos sino también para los escribas egipcios ( jaru ),
hititas ( jarri ) y mesopotamios ( jurru )- han sido redescubiertos como nación.
Estuvieron ampliamente esparcidos por el antiguo Oriente durante el segundo
milenio AC. El reino de los mitanios de la región del Eufrates superior fue
regido por hurritas en el tiempo de Moisés. Su idioma ha sido descifrado no hace
mucho y hoy es amplio el conocimiento que se tiene acerca de la cultura e
historia de los hurritas.
A principios del segundo milenio AC, los
hurritas deben haber tomado posesión del monte Seir, donde aparecen primero en
la Biblia como un pueblo (cap. 14: 6). Posteriormente fueron en parte
exterminados a la vez que subyugados por los descendientes de Esaú (Deut. 2: 12,
22). Siete hijos de Seir horeo, o hurrita, están en lista, una vez como
príncipes de tribus, y otra como "jefes" (o "duques"). También se nombra a los
nietos de Seir y a dos nietas: Timna (vers. 22) y Aholibama (vers. 25).
Probablemente Timna fue la misma que aparece como concubina de Elifaz (vers.
12), y Aholibama fue la segunda esposa de Esaú (vers. 2).
24.
Aná es el que descubrió manantiales.
Moisés supone que el acontecimiento aquí registrado era bien conocido.
Sin embargo, no sabemos nada más del relato que lo que dice el versículo. El
significado de la palabra yemim traducida "manantiales" ["mulos" en la Val.
ant.] es incierto. Jerónimo la tradujo en la Vulgata como "aguas termales" [tal
es también la traducción de la BJ] y algunos comentadores están de acuerdo en
que Moisés aquí se refiere al descubrimiento de aguas termales sulfurosas. Hay
tres vertientes tales conocidas en la región: una en el Wadi Zerqa Ma'in , otra
en el Wadi el-Ahsa al sudeste del mar Muerto, y una tercera en el Wadi Hamad
entre Kerak y el mar Muerto.
29.
Los jefes.
Esta lista repite los nombres de los hijos de Seir ya dada en los vers.
20 y 21. Acerca del título "jefe" " ver com. del vers. 15.
31.
Antes que reinase rey.
Esta
referencia a reyes de Israel ha sido señalada como una evidencia de una
paternidad literaria postmosaica, o al menos como una interpelación posterior
tomada de 1 Crón. 1: 43. No es necesaria esta conclusión. Debiera recordarse que
reyes habían sido prometidos a Jacob, como bien lo sabía Moisés (Gén. 35: 11).
Esta promesa no se había cumplido en el tiempo de Moisés, al paso que la casa de
Esaú ya había alcanzado un alto grado de organización política. Por lo tanto, es
enteramente consecuente que Moisés -en cuyo tiempo ocho reyes ya habían reinado
sobre Edom - hiciera esta observación.
La dificultad para encontrar
ubicación para 7 "jefes", todos nietos de Esaú (vers. 15-19), 8 reyes (vers.
32-39) y 11 "jefes" " adicionales (vers. 40-43) durante el tiempo entre Esaú y
Moisés, desaparece si se presume que los reyes y jefes fueron mutuamente
contemporáneos. Esto tiene el apoyo de una comparación de Exo. 15: 15 con Núm.
20: 14. En este último pasaje se indica que Moisés negoció con un rey de Edom
pidiendo permiso para pasar por su tierra, pero en el anterior se mencionan los
"jefes" de Edom ( "caudillos" " VVR) como temblando, debido al paso milagroso de
Israel por el mar Rojo. Además, no es necesario suponer que los 11 "jefes" " de
los vers. 40-43 gobernaron consecutivamente. Puesto que se declara que fueron
jefes "por sus linajes, por sus lugares", todos o a lo menos varios de ellos
pueden haber vivido en diferentes lugares al mismo tiempo. Por lo tanto, tan
sólo es necesario encontrar ubicación para 8 reyes sucesivos entre Esaú y
Moisés, un período de más de 200 años. Esto daría un promedio de 25 años para
cada uno, comparado con 10 años para los reyes de Israel y 17 para los de Judá.
Es indudable que la monarquía edomita no era hereditaria, pues en ningún
caso un hijo sucedió a su padre. Más bien era electiva, siendo escogidos los
reyes por los "jefes". Esto sería similar a la situación del Santo Imperio
Romano, donde cada emperador era elegido por los príncipes y electores de la
entidad. De los ocho reyes nombrados ninguno es conocido por otras fuentes.
Aunque algunos de los nombres, como en el caso de Hadad (1 Rey. 11: 14),
aparecen posteriormente, ninguno se refiere a los individuos aquí mencionados.
Unas pocas de las ciudades mencionadas en relación con los reyes pueden
identificarse de la siguiente manera:
33.
Bosra.
Una ciudad notable que parece haber sido la
capital edomita durante un lapso considerable (Isa. 34: 6; 63: 1; Jer. 49: 13,
22; Amós 1: 12). Estaba en la ubicación de la aldea actual El Buseira , a unos
40 km. al sudeste del mar Muerto.
34.
Temán.
Esta región del norte de Idumea, con su ciudad
Temán, no ha sido todavía identificada. Jerónimo preservó una tradición según la
cual está a sólo 8 km. de Petra.
37.
Rehobot.
Algunos eruditos la han identificado con
Rehobot-Ir de Asiria (cap. 10: 11), lo que posiblemente puede no ser correcto.
Otros la han localizado en otro lugar sobre el Eufrates. Si esto fuera verdad,
el rey edomita Saúl debe haber sido extranjero. Lo más probable es que Rehobot
fue, o la Idumea Robotha , cuya ubicación es incierta, o bien Er Ruheibe , 37
km. al sudoeste de Beerseba, en un valle cerca de El Arish .
39.
Hadar.
Hadar, el último de los
ocho reyes edomitas de la lista de Moisés, fue probablemente aquel con quien
trató con el fin de conseguir permiso para pasar por su país (Núm. 20: 14). El
hecho de que Moisés dé el nombre de la esposa de Hadar y los nombres de la madre
de su esposa y abuela, sugiere que lo conocía íntimamente. En contraste con los
otros siete reyes, la muerte de Hadar, registrada en 1 Crón. 1: 51, no está
mencionada aquí. Esto constituye una evidencia adicional de que todavía estaba
vivo cuando Moisés escribió el Génesis.
40.
Los nombres.
No son de las localidades como algunos han
sugerido, sino de individuos, quizá de jefes locales contemporáneos con Hadar en
el tiempo de Moisés.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
6-8 PP 206
CBA Génesis
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA GÉNESIS
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