Comentario Bíblico Adventista Isaías 14
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 14
1.
Piedad de Jacob.
En este capítulo continúa la profecía del cap. 13, referente a la caída de Babilonia (cap. 13: 1; cf. cap. 14: 28). Isaías recibió este mensaje en el año 716/715 (vers. 28; t. II, p. 79). La caída de Babilonia en manos de los medo-persas daría como resultado la liberación Y restauración del pueblo de Israel, al cual los babilonios habían tomado cautivo. Poco después de conquistar a Babilonia, Ciro proclamó su memorable edicto, en el cual autorizaba a los judíos para que regresaran a su patria y reconstruyeran el templo (2 Crón. 36: 22-23; Esd. 1: 1-3).
Extranjeros.
Es decir, gentiles. En este pasaje, Isaías introduce uno de
sus temas preferidos: la gran reunión de gentes de todas las naciones para
servir y adorar al verdadero Dios (ver p. 30). Vez tras vez habla de esto (cap.
44: 5; 54: 2-3; 55: 5; 56: 4-8; 60: 1-5; etc.). Esta profecía se cumplió
parcialmente en los tiempos del AT (ver p. 31), y más plenamente en la gran
cosecha de gentiles que se unieron al pueblo de Dios en los tiempos apostólicos
(Hech. 10: 1-2, 48; 11: 18; 13: 46-48, etc.). Se está cumpliendo también hoy,
cuando personas de todas las naciones llegan al conocimiento del Evangelio.
2.
Pueblos.
El rollo 1QIsª de los
Manuscritos del Mar Muerto dice "muchos pueblos".
Señorearán.
Si
los judíos hubieran servido diligentemente a Dios después de regresar de
Babilonia, finalmente, según el plan divino, hubieran llegado a gobernar el
mundo (ver p. 32). Y andando el tiempo todos los hombres se habrían reconocido
como hermanos, y habrían adorado al Señor regocijándose en su salvación. Pero
otra vez, después del cautiverio, Israel no alcanzó el ideal que Dios tenía para
él (ver p. 34), y por esto nunca llegó a gozar de los gloriosos privilegios que
podría haber tenido. Pero cuando los santos triunfen al final de la historia de
este mundo, el pueblo de Dios de todas las edades se enseñoreará sobre sus
enemigos (Dan. 7: 14, 18, 27).
3.
Te dé
reposo.
Así como los israelitas habían sido esclavos en Egipto, también
estarían cautivos en Babilonia; y así como Dios les dio descanso después de su
servidumbre en Egipto, también les concedería reposo después de su cautiverio en
Babilonia. La tierra prometida habría sido ese lugar de descanso, pero Israel,
por causa de sus pecados, otra vez no pudo entrar en el reposo prometido. Por lo
tanto, esta promesa está reservada para el Israel espiritual que se reunirá de
entre todas las naciones y será liberado del último intento de Babilonia para
esclavizar al mundo. El pueblo de Dios finalmente hallará "reposo" en la Canaán
celestial, la tierra renovada.
4.
Proverbio.
Heb. mashal , palabra que la RVR traduce
"proverbio" 16 veces, "parábola" 11 veces, "refrán" 8 veces, "discurso" 2 veces
(ver t. III, p. 957). En vista de que la palabra mashal aquí se refiere a toda
la sección comprendida en los vers. 4-28, y no sólo a la exclamación del vers.
4, es preferible hablar de "parábola" o "discurso" (cf. Núm. 23: 7; Job. 29: 1;
Eze. 17: 2). Para comprender la aplicación de esta sección a la Babilonia
literal, compárese Isa. 13: 1 con cap. 14: 28 (ver com. cap. 13: 4; 14: 1).
Cuando el pueblo de Dios fuera liberado del cautiverio (cap. 14: 1-3), se
burlaría de su opresor con estas palabras. Ver com. cap. 13:4 para la aplicación
a la Babilonia simbólica.
El rey de Babilonia.
El que tenía la
principal responsabilidad en la política babilónico. En el com. vers. 12 se
estudia el título de "rey de Babilonia" como designación simbólica de Lucifer.
La ciudad codiciosa de oro.
Toda esta frase se traduce de la
palabra madhebah , la cual se suponía que provenía del arameo dahab , "oro". En
hebreo "oro" es zahab . Por esto los eruditos pensaban que la interpretación
tradicional era incorrecta, pues no había razón de emplear una palabra aramea
habiendo una hebrea equivalente. Se sospechaba que más bien el problema era un
error de copia, en la cual se habían confundido las letras r y d, que son muy
parecidas (ver p. 16), y que el texto original era marhebah , "terror",
"insolencia". La traducción de la LXX, las versiones siríaca y los tárgumes
apoyaban tal teoría. El hecho de que en el rollo 1QIsª se lea marhebah parece
confirmar esta idea. Por lo tanto, es correcta la traducción "Cómo se acabó el
opresor y pasó la vejación" (NC); " "Cómo ha acabado el tirano, cómo ha cesado
su opresión" " (BJ, nota). En estas traducciones se mantiene claramente el
paralelismo, característico de la poesía hebrea. Ver com. 13: 19 y nota
adicional de Dan. 4.
5.
El báculo.
El báculo y el cetro simbolizan el poder. El Señor quebrantaría del todo
el poder de Babilonia (ver com. cap. 13: 19-22).
6.
Que hería a los pueblos.
Babilonia que 210 con su
furia, "con . . . golpes sin parar" hería a las naciones (ver también Jer. 50:
23), y las gobernaba con ira, sería sometida a la ira, y herida con golpe tras
golpe, hasta que finalmente no pudiera recuperarse.
7.
Toda la tierra.
Aquí se presenta la paz que existiría
una vez que el rey de Babilonia hubiera desaparecido (vers. 4). Y en forma
figurada también representa la situación que existirá cuando el gobierno de
Satanás haya concluido (ver com. cap. 13: 4). Sólo entonces la tierra estará "en
reposo y en paz". La destrucción de Satanás traerá alegría y regocijo al pueblo
de Dios, porque entonces la opresión del maligno habrá terminado y los redimidos
heredarán la tierra renovada para reinar allí para siempre. Toda la tierra, que
por tanto tiempo ha gemido bajo la maldición de la impiedad, simbólicamente se
regocija cuando es liberada del poder del opresor.
8.
Los cipreses.
Heb. berosh , "enebro", "ciprés". En
lenguaje altamente simbólico se compara al "rey de Babilonia" (vers. 4) con un
árbol (cf. Dan. 4: 11, 22; Juec. 9: 8-15; Eze. 31: 16). Los otros árboles del
bosque se regocijan cuando este presumido y arrogante "árbol" es cortado. Los
monarcas asirios se jactaban de haber cortado los bosques y de haber dejado
desolado el país (Isa. 37: 24). De la misma manera, los ejércitos de Babilonia
devastaron los países conquistados (Jer. 25: 11). Hay regocijo universal cuando
acaba la obra destructora. Compárese con el regocijo de los "apóstoles y
profetas" cuando caiga la Babilonia simbólica (Apoc. 18: 20; cf. Apoc. 19: 1-6).
No ha subido cortador.
Puesto que ya nadie tala los árboles, los
bosques de la tierra se alegran por su liberación.
9.
Seol.
Heb. she'ol (ver com. Prov. 15: 11), morada
figurada de los muertos. Este vocablo se traduce " "sepulcro" (VM) en el vers.
11. El "Seol", personificado, se levanta para saludar al rey de Babilonia. Los
muertos dan la bienvenida a su victimario, quien una vez esclavizó a los pueblos
y envió a otros a la muerte. En forma figurada, los poderes del mal han sido
quitados de sus tronos en la tierra, y han descendido a las tinieblas de la
muerte (cf. Apoc. 20: 10, 14). Ezequiel emplea el mismo simbolismo (Eze. 32:
18-32). Compárese con Isa. 24: 22; Apoc. 6: 15-16; 19: 20.
10.
Como nosotros.
El rey de
Babilonia, que había hecho matar a tantos, a su vez sería muerto. Satanás (ver
com. vers. 4, 12), que ha llevado a tantos a la ruina y la muerte, finalmente
deberá caer bajo el imperio de la muerte (Apoc. 20: 10). El autor de la muerte
gustará su amargo fruto.
11.
Tu soberbia.
Toda la soberbia y la ostentación del maligno se desvanecen en la
frialdad y la oscuridad de la tumba. El que una vez fuera poderoso rey de
Babilonia y caudillo de las huestes impías (ver com. vers. 4, 12), es
completamente humillado en el polvo. Aquí se ridiculiza la necedad de la
arrogancia y del orgullo (cf. Sal. 2: 1-4).
Arpas.
Ver t. III,
p. 35.
Gusanos.
Heb. rimmah , "cresa" o larva de insecto. Cuando
descansara en el Seol, el orgulloso rey de Babilonia tendría larvas por colchón
y gusanos ( tole'ah , término general con el cual se describen varios tipos de
gusanos y larvas) por cobertura.
12.
Lucero, hijo de la mañana.
Heb. helel ben shajar , "el
que brilla hijo de la mañana". El nombre helel , del verbo halal ("dar luz",
"brillar"), como también sus equivalentes en los otros idiomas semíticos, era
comúnmente aplicado al planeta Venus, el astro matinal, a causa de su brillo sin
igual. Venus es el más luminoso de todos los planetas, y cuando alcanza su
máximo esplendor, es siete veces más brillante que Sirio, la más refulgente de
todas las estrellas fijas. En circunstancias propicias, Venus puede verse a
simple vista a mediodía, y de noche proyecta una sombra. En la LXX, helel se
traduce como hesfóros "portador del alba" o "estrella matutina", nombre común
entre los griegos para designar a Venus cuando aparecía por la mañana.
El nombre Lucifer deriva del latín, y así aparece en este pasaje en la
Vulgata. Significa "portador de luz". Parece que fueron Tertuliano, Jerónimo y
otros padres de la iglesia los primeros que aplicaron este nombre a Satanás. En
la Edad Media se usó comúnmente con este sentido. En 2 Ped. 1: 19 Cristo aparece
como fosfóros, " "lucero de la mañana" (RVR), literalmente, " "portador de
luz"." En Apoc. 22: 16 se lo llama "estrella resplandeciente de la mañana" "
(RVR), literalmente "estrella matutina", "Lucero radiante" (BJ). Cuando se
aplican a Satanás estos nombres, helel, heosfósros , Lucifer, etc., indican la
excelsa posición que una vez ocupó en el cielo, junto a Cristo; y también
insinúan que todavía es rival de Cristo. Ninguna de estas denominaciones es
nombre propio, aunque todas 211 han llegado a tener este sentido. Más bien son
términos atributivos que denotan la excelsa posición desde la cual cayó Lucifer.
Esta descripción se aplica a Satanás antes de su caída, cuando, después de
Cristo, era el ser más poderoso del cielo y ejercía autoridad sobre toda la
hueste angelical. Se ofrece una descripción más amplia en Eze. 28: 12-19. Ahí se
lo presenta como "rey de Tiro".
Cortado fuiste.
Con referencia a
la guerra entre Cristo y Satanás, en la cual éste fue derrotado y, expulsado del
cielo, "fue arrojado a la tierra". " Ver Apoc. 12: 7-9 y com. Eze. 28: 16-18.
Debilitabas a las naciones.
Compárese con los vers. 4-6, 9-11.
13.
Junto a las estrellas.
Ver com.
Job 38: 7. El deseo de exaltarse a sí mismo ocasionó la caída de Lucifer. Antes
de su caída era el más hermoso y más sabio de todos los ángeles celestiales. Se
enorgullecía sobremanera por el honor que Dios le había conferido, pero aún
procuraba mayor gloria para sí.
Monte del testimonio.
Heb.
har-mo'ed , "monte de la asamblea", o "Monte de la Reunión" (BJ). Compárese con
la expresión "monte de Dios" en el pasaje paralelo de Eze. 28: 16. Lucifer
aspiraba a colocar su trono en el "monte de la congregación", pero el Señor lo
arrojó del "monte de Dios". El "rey de Babilonia" era pagano, y en la mitología
pagana los dioses se congregaban en algún alto monte, donde decidían los asuntos
de la tierra. El rey de Babilonia (ver com. Isa. 14: 4) intentaría usurpar el
control de los dioses, es decir, tener la autoridad suprema sobre los asuntos
terrenales. Como rey de la Babilonia simbólica (ver com. vers. 4), Satanás
también aspiraba imponer su voluntad en las decisiones celestiales, es decir, a
gobernar el universo de Dios.
Los lados del norte.
En el Sal.
48: 2 se declara que el monte de Sión está en "los lados del norte", es decir al
norte de la parte principal de la ciudad. Se suponía que Anu, el más importante
de los antiguos dioses de Babilonia, tenía su trono en el tercer cielo. Su
constelación estaba situada entre las estrellas polares, alrededor de las cuales
todas las demás parecían girar. La mitología pagana con frecuencia representaba
a los dioses reunidos en concilio sobre una montaña, en un lugar lejano situado
hacia el norte. Algunos piensan que Isaías empleó esta figura para describir las
jactanciosas pretensiones de Lucifer (vers. 12), "rey de Babilonia" (vers. 4).
El nombre Baal-sefón (Exo. 14: 2) significa, literalmente, "Baal del norte".
14.
Semejante al Altísimo.
Lucifer
aspiraba a ser semejante a Dios en posición, poder y gloria, pero no en
carácter. Deseaba para sí el homenaje que la hueste angélica sólo rendía a Dios.
Aunque no era más que un ser creado, pretendía recibir el honor que sólo debe
darse al creador. En vez de procurar que Dios fuera supremo en el afecto de las
huestes angélicas, buscó para sí mismo el primer lugar en el afecto de los
ángeles.
15.
Seol.
Heb. she'ol .
Simbólicamente, el reino de los muertos (ver com. vers. 9). Satanás sería
derribado desde la excelsa posición a la cual aspiraba hasta las más bajas
profundidades, y allí sería olvidado (cf. Luc. 10: 18; Apoc. 12:9). Nótese en
Isa. 14: 4-19 la serie de marcados contrastes entre el ensalzamiento y la
completa humillación.
Los lados del abismo.
Literalmente, "las
partes recónditas del pozo". Aquí el "abismo" es sinónimo de "seol", la región
simbólica de los muertos. Con este sentido es común en el AT usar el término
hebreo bor , "pozo" (Isa. 24: 22; Eze. 31: 14, 16, etc.).
16.
Los que te vean.
Se repite aquí
la figura de los vers 9 y 10. Los "muertos", " los "príncipes de la tierra","
los que llegaron al "abismo" " antes de Lucifer (vers. 15), lo contemplan
atónitos, mientras él desciende al seol para hacerles compañía. Debe recordarse
que en toda esta sección se emplea un lenguaje enteramente figurado (ver com.
vers. 4).
¿Es éste aquel varón?
Ver com. vers. 10.
17.
Asoló sus ciudades.
Una descripción literal
de las conquistas babilónicas (ver com. vers. 4, 6). Cuando Dios estaba a punto
de crear este mundo, Lucifer, "rey" de la Babilonia simbólica (ver com. vers.
4), deseó ser consultado. Creía que era capaz de mejorar la obra de Dios, y por
eso prometió una existencia más excelsa a los que le siguieran. Pero cuando
consiguió el dominio de este mundo lo único que hizo fue transformarlo en un
lugar desolado y maldito. Finalmente todos verán que Satanás ha convertido el
mundo en un vasto y triste desierto, muy diferente del hermosísimo mundo que
salió de la mano de Dios (Gén. 1: 31). Los resultados inevitables del gobierno
de Satanás son desolación y muerte, no vida ni gozo.
La cárcel.
El rey de Babilonia (ver com. 212 vers. 4) mantenía a sus cautivos en
completa sujeción. Compárese este proceder con el del rey de Egipto (Exo. 5: 2).
El rey de Babilonia finalmente sufriría el mismo castigo que había infligido a
otros. Así también Lucifer, rey de la Babilonia simbólica, en actitud desafiante
se niega a liberar a los cautivos que mantiene en la cárcel de la muerte (Judo.
9).
18.
En su morada.
Es decir, en
su tumba (ver com. vers. 19). Los impíos muertos en la segunda venida de Jesús
permanecerán en sus sepulcros durante mil años, cada uno "en su morada" (ver
cap. 24: 22 y Apoc. 20: 1-2, 57).
19.
Echado eres en tu sepulcro.
Debido al odio que se le
tenía al "rey de Babilonia" (ver com. vers. 4), se le negaría una sepultura
honorable (cf. 2 Crón. 24: 25). Durante los mil años mencionados, Satanás, rey
de la Babilonia simbólica, experimentará una muerte en vida. Alrededor de él
están todos los impíos muertos, pero él mismo ni siquiera puede hallar la paz de
la muerte. Para él no hay alivio de la angustia del remordimiento y del horror
que ha acarreado a la tierra. Es un muerto que vive y para quien una fosa común
sería una morada demasiado honrosa. Compárese con Isa. 14: 9-11.
Al
fondo de la sepultura.
Literalmente, "a las piedras del pozo". " Ver
com. vers. 15.
20.
No serás contado.
Ver com. vers. 19.
Mataste a tu pueblo.
Ver com. vers.
6. Cuando el hombre pecó, Satanás se convirtió en el príncipe de este mundo y
gobernante de los pecadores, pero en estos miles de años de su gobierno sólo ha
logrado devastar este mundo y matar a sus habitantes. En lugar del honor y de la
gloria que tan afanosamente buscó, se ha convertido en objeto de desgracia y
vergüenza completas.
21.
Preparad sus hijos
para el matadero.
Esto es, los "hijos" " del " "rey de Babilonia" (ver
com. vers. 4). Compárese con Joel 3: 9-17. La muerte y la destrucción serán,
similarmente, la suerte final de todos los "hijos" de iniquidad. Satanás mismo y
todos sus malos ángeles serán finalmente devorados por las llamas y reducidos a
cenizas (Eze. 28: 16-18; Mal. 4: 1, 3; Apoc. 20: 9- 10).
Por la maldad.
Ver com. Eze. 18: 2.
22.
Babilonia.
Tanto el "rey de Babilonia" (ver com. vers. 4) como Satanás, "rey" " de
la Babilonia simbólica, se ensalzaron a sí mismos (Dan. 4: 30, 37; Isa. 14: 13).
El nombre Babilonia viene de un vocablo que significa "puerta de Dios" (ver com.
Gén. 10: 10; 11: 9), pero se convertirá en puerta del infierno. En lugar de ser
literalmente gloriosa, Babilonia se convertiría en un objeto de vergüenza. Su
suerte final sería ignominia y afrenta, y no gloria ni honor. Nombre y residuo,
parentela, hijo y nieto, posteridad y descendencia, todo desaparecería de la
famosa ciudad del pasado. Ni un solo habitante quedaría vivo para perpetuar el
nombre de ella. Lo mismo ocurrirá al fin con la Babilonia espiritual (Apoc. 18:
4, 21-23).
Hijo y nieto.
"Posteridad y descendencia" (VM),
"hijos y nietos" " (BJ).
23.
Escobas de
destrucción.
Se compara a la orgullosa ciudad con residuo y basura que
deben ser barridos. Babilonia ha contaminado la tierra, y no tiene derecho de
permanecer donde pueda seguir ofendiendo al hombre y a Dios. El mundo será más
limpio después de que esta inmundicia haya sido barrida. Con estas palabras
concluye la "profecía sobre Babilonia".
24.
De la manera que lo he pensado.
El largo mensaje
dirigido contra Babilonia es seguido por un corto pronunciamiento contra Asiria
(vers. 24-27). Asiria estaba acostumbrada a hacer lo que le placía. Creía que
podía imponer su voluntad en todo el mundo mediante la fuerza de sus ejércitos.
Pero Dios deseaba enseñarle que era la voluntad divina, y no la de Asiria, la
que regía en la tierra. Ningún propósito que se oponga a la voluntad divina
puede prevalecer.
25.
Al asirio.
Estas palabras se refieren al tiempo cuando Senaquerib invadió a Judea y
envió parte de su ejército para que sitiara a Jerusalén. Su yugo pesó sobre el
país por un tiempo, pero finalmente Dios lo quebrantó y libertó a su pueblo.
26.
La mano.
Cuando Isaías captó en
visión la grandeza de Dios, también comprendió la insignificancia del hombre. En
ese tiempo, toda la tierra estaba aterrada por el poderío asirio. Pero Isaías
vio que Jehová era quien había medido " "las aguas con el hueco de su mano y los
cielos con su palmo" " ; que ante él las naciones son " "como la gota de agua
que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas" " (cap. 40: 12, 15). Sólo
aquel que conoce a Dios puede comprender claramente los asuntos del mundo. "
"Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán
estimadas en menos de nada, y que lo que no es" " (Isa. 40: 17). Para aquel 213
que viera a Dios sentado en su trono eterno, Asiria ya no era motivo de
siniestros presagios ni temor. En el tiempo de prueba máxima, cuando la fuerza
asiria parecía estar a punto de liquidar a Judá, el pueblo necesitaba machismo
un mensaje de ánimo como éste.
27.
¿Quién
la hará retroceder?
Isaías vio la mano de Dios extendida para castigar a
Asiria y a las otras naciones de su tiempo. Sabía que no había ningún poder ni
en el cielo ni en la tierra que pudiera detenerla. Cuando Dios se propone algo,
su voluntad se cumple, no importa cuál sea el deseo del hombre (Núm. 23: 19; Job
9: 12; Isa. 43: 13; Dan. 4: 32, 35). Con estas palabras concluye el mensaje
contra Asiria.
28.
En el año.
Aquí
comienza otra profecía corta, dirigida esta vez contra Filistea (vers. 28-32).
Acaz murió alrededor del año 715 a.C. Su hijo Ezequías le sucedió como rey.
29.
Filistea toda.
Ver com. Exo.
15: 14.
Áspid.
Víbora. De una víbora común saldría una serpiente
aún más mala y venenosa, y de ésta a su vez saldría una serpiente voladora. Es
como si el viento engendrara al torbellino o del chacal naciera un dragón.
30.
Los pobres serán apacentados.
Entretejida con la profecía del castigo de Filistea se encuentra una
promesa de prosperidad para los pobres y menesterosos de Judá. Esta había de ser
la obra de Cristo, el Hijo perfecto del rey de Judá (cf. Sal. 72: 2-4). Los
"primogénitos" de los pobres son los que heredan doble porción, no de riqueza,
sino de pobreza.
Tu raíz.
De la raíz de Judá saldría un Rey que
salvaría, pero la raíz del adversario de Judá, contra el cual se habla aquí,
sería destruido por hambre. Judá sería herido por sus adversarios, pero quedaría
un remanente que volvería y sería salvo (cap. 10: 20-21; ver com. cap. 7: 3).
Por otra parte, el remanente de los enemigos de Judá perecería.
31.
Toda tú, Filistea.
El profeta
divisaba un tiempo cuando Filistea ya no sería más (ver com. vers. 29). Toda la
nación sería destruida. Como humo que sale del norte, algún castigo caería sobre
Filistea. Los invasores babilónicos llegaron a Palestina desde el norte para
castigar al país (Jer. 1: 14; 4: 6; 6: 1, 22; Eze. 1: 4). Compárese con Jer. 47:
2, donde, un siglo más tarde, nuevamente se predice para Filistea la destrucción
desde el norte.
Humo.
Quizá el humo de las ciudades y aldeas,
incendiadas por un ejército en marcha.
No quedará uno solo.
"No
hay rezago entre sus huestes" (VM). Esto quiere decir que el ejército enemigo
avanzaría en "apretadas haces" " (NC), sin desertores ni rezagados, y como un
solo hombre caería sobre su víctima, Filistea.
32.
Los mensajeros.
Quizá se refiera a una delegación real
enviada para consultar al profeta, quien ahora da su respuesta. Luego de haber
entregado sus mensajes de destrucción contra Asiria, Babilonia y Filistea,
naturalmente surgiría la pregunta acerca de la suerte de Judá. La respuesta se
da sin vacilar: "Jehová fundó a Sión", y por lo tanto Sión no tiene nada que
temer.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
3-6
CS 718
4 PR 378
7 CS 732
12 CS 727; DTG 402; PP 530; SR
25,427
12-14 CM 29; 2JT 307; PE -145; SR 14; 1T 293
12-17 CS 717
13-14 CS 548, 558; DTG 13-14; PP 13
14 DTG 402
18-20 CS
718
23 Ed 172; PR 391
24-28 PR 259
26-27 Ev 52
CBA Isaías
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ISAÍAS
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