Comentario Bíblico Adventista Isaías 54
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 54
1.
Regocíjate, oh estéril.
"Los cap. 54 al 62, en los cuales se describe el glorioso triunfo del Evangelio en toda la tierra, se caracterizan por un tono de gozo sublime. Israel, que hasta ahora había sido "estéril" " , improductivo (ver pp. 32-34; cf. Isa. 5: 1-7; Juan 3: 3,5; Gál. 5: 22-23), habría de alcanzar el éxito en la tarea que se le había asignado. Sus propios hijos e hijas serían "enseñados por Jehová" (Isa. 54: 13), los gentiles se convertirían (cap. 56: 6), y el templo de Jerusalén se transformaría en una "casa de oración para todos los pueblos" (cap. 56: 7). En las pp. 28-32 se estudia el papel de Israel como nación y el plan que Dios tenía para hacer de él un instrumento suyo para la conversión del mundo. El fracaso final de Israel, y la transferencia de los privilegios y las responsabilidades propios del pacto a la iglesia cristiana se tratan en las pp. 32-38.
2.
Ensancha.
En forma figurada, la tierra de
Canaán era el "sitio" de la "tienda" de Israel. "A medida que aumentara el
número de los israelitas, éstos habían de ensanchar sus fronteras, hasta que su
reino abarcara el mundo" (PVGM 232-233); Jerusalén sería entonces establecida
como poderosa metrópoli de la tierra" (DTG 530; ver también pp. 20-22).
No seas escasa.
"No te detengas" " (BJ). Israel debía avanzar
con fe y prepararse para la gran cosecha de almas que aquí se promete.
Actualmente el pueblo de Dios debería esperar grandes cosas de él, e intentar
grandes cosas para él. Dios nunca estará conforme, y su obra en la tierra nunca
podrá completarse, hasta que la iglesia se levante con fe para unirse a los
agentes divinos a fin de proclamar al mundo el mensaje de un Salvador
crucificado, resucitado y próximo a venir.
3.
Te extenderás.
Si tan sólo Israel se levantaba con fe
para hacer frente a su destino como nación, el éxito sobrepasaría sus más
acariciadas esperanzas. Así habrá de ser en nuestros días cuando el pueblo de
Dios esté listo para recibir el poder que el Señor desea impartirle.
Heredará naciones.
Es decir, "poseerá las naciones" (NC). Ver
com. vers. 2.
Las ciudades asoladas.
Sería necesario ocupar otra
vez las ciudades de Israel que habían quedado arruinadas cuando sus habitantes
fueron muertos a espada o llevados cautivos, pues habría un aumento de la
población.
4.
La vergüenza de tu juventud.
Jehová sacó a Israel de Egipto para que fuera su esposa, pero la nación
había sido como tina ramera que fue tras otros dioses ver. 3: 1-11; Eze. 16:
8-16; Ose. 2: 5-13). Esta era su desgracia y vergüenza. Su triste pasado sería
olvidado y perdonado, y la nación recibiría los privilegios y el honor que
originalmente le habían sido prometidos (ver pp. 30-34).
Tu viudez.
Se alude así al cautiverio babilónico, cuando debido a haber sido infiel
a su Esposo, Israel tuvo que ir al exilio (Lam. l:l; 2: 5-6; cf. Ose. 2: 6-13).
5.
Tu marido.
Aunque Israel había
abandonado a su "marido" , él buscaría de nuevo a su "mujer" , Israel, y sería
otra vez su esposo (ver Eze. 16: 8; Ose. 2: 14-20; 3:1-5).
Dios de toda
la tierra.
Ver com. cap. 56: 7. Llegará el tiempo cuando todos los
habitantes de la tierra se someterán al gobierno justo y sabio de Dios, y toda
la tierra estará nuevamente bajo la jurisdicción divina (ver pp. 30-32; com.
cap. 45:23). Todos los que rehusen someterse al Dios del cielo perecerán (Zac.
14: 9-19). Jehová no sólo es Dios de los judíos, sino también de los gentiles
(Rom. 3: 29). Isaías contempló toda la tierra "llena de su gloria" (Isa. 6: 3).
Habacuc habló del tiempo cuando la tierra sería "llena del conocimiento de la
gloria de Jehová como las aguas cubren el mar" (Hab. 2: 14).
6.
Te llamó Jehová.
Cuando Israel
abandonó al Señor, Dios siguió amándolo e invitándolo a volver. Compárese con el
caso de Óseas con Gomer, su esposa infiel (Ose. 2: 2-23; 3:1-5).
7.
Por un breve momento.
Durante
los 70 años del cautiverio babilónico, Israel parecía haber sido abandonado y
olvidado. Pero en realidad, Dios permitió esa amarga Prueba para revelar a
Israel la necedad de su conducta y para que se convenciera de que hay sabiduría
en ser fiel a Dios (Ose. 2: 6-23). Muchas veces, en medio de las dificultades y
chascos de la vida, tenemos el privilegio de oír la tierna voz de Dios que nos
llama a apartarnos de los caminos que hemos elegido y nos invita a caminar con
él.
Te recogeré.
El acto de reunir a Israel es uno de los temas
preferidos de Isaías (cap. 11: 12; 27: 12; 43: 5-6; 56: 8; 60: 4; 66: 18). El
retorno literal de los judíos a su patria después del cautiverio babilónico,
aquí predicho, prefiguraba la reunión más grande de todo el pueblo de Dios para
entrar en la Canaán celestial.
8.
Un poco
de ira.
En este versículo se repite la idea del vers. 7. Con referencia
a la ira de Dios, ver com. 2 Rey. 13:3.
9.
Me será como en los días de Noé.
Después del diluvio,
Dios prometió que nunca volvería a destruir la tierra por medio de un diluvio
(Gén. 9: 11,15). Aquí se le hace una promesa similar al pueblo de Judá, con la
condición de que sea fiel a Dios una vez que él lo haya reunido en su patria.
10.
Los montes se moverán.
Por
medio de Isaías, Dios reafirma sus promesas. Compárese esto con la afirmación de
Cristo acerca de la perdurabilidad de la voluntad divina, tal como se revela en
las Escrituras (Mat. 5:18).
El pacto de mi paz.
Es decir, el
pacto divino que como resultado trae la paz (ver Núm. 25:12; Eze. 34: 25; 37:
26). Cuando el Mesías vino al mundo, las huestes angélicas proclamaron el
mensaje divino de "paz, buena voluntad para con los hombres" (Luc. 2: 14) y
cuando Cristo volvió al Padre, dejó una promesa de paz (Juan 14: 27).
11.
Tus piedras sobre carbunclo.
El hebreo
dice: "Yo cubriré tus piedras con antimonio". La misma palabra aparece en 2 Rey.
9:30. La LXX dice: "Piedras de carbón". No se puede determinar exactamente el
significado.
Te fundaré.
El Señor predice cuál ha de ser la
condición de Jerusalén cuando sea restaurada. Compárese con la descripción que
hace Juan de la nueva Jerusalén (Apoc. 21:14-20).
Zafiros.
Ver
com. Job 28: 6.
12.
Ventanas.
Literalmente, "tus soles". La LXX dice "almenas", o "defensas".
"Baluartes" (BJ)
Piedras preciosas.
Quizá rubíes.
Toda
tu muralla.
Cf. Apoc. 21:18.
13.
Hijos.
Esta palabra se emplea comúnmente en hebreo para
referirse a la descendencia, sin tener en cuenta la edad. Abarca a niños y
mayores. Aquí se refiere a todos los judíos, como "hijos" de su madre Jerusalén.
Enseñados por Jehová.
Hasta ese momento, debido a su extravío,
los judíos habían rechazado la instrucción de Jehová (ver com. cap. 1:2). En
adelante, después de la restauración, estarían dispuestos a ser enseñados por
Dios. En Juan 6:45, Cristo aplica estas palabras de Isaías a sí mismo y a su
propia 333 enseñanza. En el nuevo pacto, Dios escribiría los principios de su
ley en el corazón de los hombres (Jer. 31:33-34; Juan 14:26-27; 1 Tes. 4:9; Heb.
8:10-11; 1 Juan 2:27). Con referencia a la importancia de hacer caso a la
voluntad revelada de Dios, ver com. Mat. 7:21-27.
Paz.
Es decir,
el bienestar completo, tanto del corazón, la mente, el cuerpo, como de la
relación con los demás.
14.
Con justicia.
Sólo lo recto permanece. La voluntad revelada de Dios es lo único seguro
que este mundo conoce.
No se acercará a ti.
Ver Sal. 46:1-7; cf.
com. Sal 91:7.
15.
Si alguno conspira.
Con frecuencia los impíos han conspirado contra el pueblo de Dios, pero
tales esfuerzos están condenados al fracaso. Si al regresar del cautiverio, los
judíos hubieran sido fieles a Dios, habrían recibido bendiciones maravillosas
(ver pp. 3132). Sus enemigos habrían conspirado para quitarles por la fuerza
esas bendiciones, pero al hacerlo habrían "caído" (Eze. 38:8-23; Zac. 12:2-9;
14:2- 3). También en los últimos días todas las fuerzas del mal se pondrán de
acuerdo para realizar un esfuerzo unido a fin de destruir a los santos, pero no
tendrán éxito (Apoc. 16:14-16; 19:11-21). Ver pp. 32, 37-38.
16.
Destruidor.
Dios afirma su
dominio soberano sobre las potencias de la tierra. Ninguna fuerza puede operar
si él no lo permite (ver com. Dan. 4:17). Ningún enemigo podrá pasar más allá de
los límites que Dios le fije.
17.
Ninguna
arma.
Ver com. vers. 16. Dios cuidará de los suyos y los vindicará ante
sus enemigos. Ni los impíos ni los demonios podrán prevalecer contra ellos (Isa.
50:8-9; Zac. 3:1-2).
Los siervos de Jehová.
Es decir, el pueblo
de Israel (ver com. cap. 41:8).
Su salvación.
Mejor, "su
vindicación". Dios vindicará la causa de sus siervos. Cuando el enemigo los
acuse y luche contra ellos, el Señor los declarará inocentes y los librará.
Cuando se ven rodeados de circunstancias difíciles, cuando parece que
están a punto de ser víctimas de hombres impíos, los cristianos fieles tienen el
privilegio de decir con el salmista: " "Jehová está conmigo; no temeré lo que me
pueda hacer el hombre" " (Sal. 11 8:6).
COMENTARIOS DE ELENA
G. DE WHITE
2 SC 138
2-3 PR 277
2-5 6T 23
4-5 DMJ 57
5 MC 154
8 MC 86; TM 529
9-10 Ed 111;
PP 97
10 DMJ 82; DTG 447; MC 48; PP 355, 713;
4T 328
11-14 CM 349
11-17 PR 534
13 DTG 351; MeM 33; PVGM 17
14 Ed 178
14-15, 17 FE 478
17 CS 332; DMJ 23, 35; Ed
149; 2JT 243
CBA Isaías
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