Comentario Bíblico Adventista Isaías 55
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 55
1.
A todos los sedientos.
Es decir, los que tienen sed de comprender mejor la voluntad y los caminos de Dios, y de obtener la gracia de estar en paz con él (Sal. 42:1-2; 63: 1; Mat. 5:6; Juan 7:37; Apoc. 21:6; 22:17). El hombre fue creado con un anhelo interior de Dios que sólo hallará satisfacción permanente en la comunión con él.
La hermosura poética de este capítulo no tiene igual en la Biblia. No
podría haberse hecho una invitación más bondadosa al hombre para que acepte las
bendiciones de la salvación. Ninguno está excluido. "El que quiera, tome del
agua de la vida gratuitamente" (Apoc. 22:17). No tiene cabida aquí la idea de
que algunos hombres han sido creados para la salvación y otros para la
condenación, algunos para salvarse y otros para perderse. Dios no interfiere con
el ejercicio del libre albedrío del hombre (ver Eze. 18:31-32; 33: 11; 2 Ped.
3:9). En este capítulo se hace resaltar la entrada de los gentiles en Israel y
el éxito del eterno plan de Dios para restaurar la tierra a su estado original
de pureza y perfección (Isa. 55:5, 8-11; ver pp. 30-32).
Venid a las aguas.
Dios invita a todos los hombres en todas partes para
que participen gratuitamente de su gracia. El agua, el vino, la leche y el pan
(vers. 2) representan en este pasaje todas las bendiciones espirituales (cf.
Mat. 26:27-29; Juan 4:10, 13-14; 1 Cor. 11:25-27; 1 Ped. 2:2).
No tienen
dinero.
En el lenguaje figurado que aquí se emplea, el que no tiene
"dinero" es aquel que reconoce su necesidad (ver com. Mat. 5:3). Comprende
perfectamente que no tiene méritos propios para ofrecer a Dios en pago del
precioso don de la salvación. Sin embargo, Dios invita a todas esas personas a
venir a él, a pesar de su pobreza espiritual. El precio de su salvación ya ha
sido pagado por el Salvador.
Venid, comprad.
Los que desean
recibir bendiciones espirituales no sólo deben tener hambre y sed de justicia,
sino también deben esforzarse para obtenerlas (ver com. Mat. 13:44-46). Las
bendiciones de la salvación son gratuitas, pero sólo pueden obtenerse al precio
de todo lo que tiene una persona. Dios nunca prometió conceder la salvación a
quienes son indiferentes o no están dispuestos a realizar el esfuerzo necesario
para obtenerla.
Vino y leche.
Se representa las bendiciones de
la salvación con la figura de productos que, en el antiguo Cercano Oriente, eran
considerados como símbolo de todas las cosas buenas de la vida. En Cristo Jesús,
todas las necesidades del pecador serán satisfechas.
2.
Gastáis el dinero.
Con estas palabras se reprende a los
hombres por gastar tiempo, esfuerzo y dinero en cosas de poco o de ningún valor,
al paso que descuidan las cosas más importantes de la vida (ver com. Juan 6:27).
No sacia.
Los que no participan de las riquezas espirituales que
Dios ha proporcionado gratuitamente, sufrirán de anemia espiritual y apenas
percibirán el hambre oculta en sus almas, que las cosas materiales de la tierra
nunca podrán satisfacer.
Se deleitará vuestra alma.
Dios
estimula a 335 los hombres a que coloquen su interés principal en las cosas
espirituales y no en las materiales (ver com. Mat. 6:24-34; cf. Mat. 23:23). Los
que dan a las cosas primeras el primer lugar, descubrirán que sus necesidades
materiales se satisfacen con mayor facilidad y abundancia.
Grosura.
Una expresión hebrea común para indicar abundancia y prosperidad: en
este caso, prosperidad espiritual (ver Gén. 27:28, 39; 45:18; etc.).
3.
Inclinad vuestro oído.
"Inclinar
el oído" es estar atento a las cosas espirituales. Dios pide que el hombre esté
dispuesto a escuchar lo que él le dice (ver com. cap. 30:21), a conocer y hacer
lo que él le muestra.
Vivirá vuestra alma.
Es decir, "viviréis"
" (ver com. Sal. 16:10). Sólo los que respondan a la invitación de los vers. 1-3
y participen de las bondades del cielo, podrán verdaderamente "entrar en la
vida" (Mat. 19:17). Sólo en Cristo el hombre puede tener vida, y tenerla "en
abundancia" (Juan 10:10).
Pacto eterno.
Todos -tanto judíos como
gentiles (Gál. 3:29; ver com. Isa. 55:1)- reciben la invitación de hacer que la
relación del pacto sea una vivencia real para ellos. Aquí se hace referencia al
"nuevo" pacto, bajo el cual Dios promete escribir su ley en el corazón de los
hombres (ver com. Jer. 31:31-34; Heb. 8: 1 0-11). Este pacto abarca todas las
promesas hechas a los padres (Gén. 12:1- 3; 17:7-8; Sal. 89:3-4, 28-29, 36-37;
105:8-12; también ver pp. 28-29).
Misericordias firmes a David.
Ver p. 33. David fue un gran pecador, pero cuando se le indicaron sus
pecados, se arrepintió sincera y completamente (ver com. Sal. 51), y en
consecuencia recibió la misericordia divina. Esta misericordia es tan "firme"
para. nosotros hoy como lo fue para David.
4.
Yo lo di.
El pronombre "lo" representa a David (vers.
3), que era un símbolo de Cristo, y sobre cuyo trono Cristo habría de sentarse
(Sal. 89:3-4, 20, 35-37; Eze. 34:23-24; Ose. 3:5; ver com. Deut. 18:15; Mat. 1:
1). En cuanto a la elección de David como ejemplo del que recibe plenamente los
privilegios y las responsabilidades de la relación del pacto, ver p. 34.
Por jefe y por maestro.
Mejor, " "caudillo y legislador" (BJ), o
"príncipe y comandante".
5.
Gente.
Se alude aquí a los gentiles (Sal. 18:43; Gál. 2:9; Efe. 2:19; 1 Ped.
2:9- 10). Los judíos eran los únicos a quienes Dios había "conocido de todas las
familias de la tierra" (Amós 3:2). Muchas veces los judíos denominaban
"extranjeros" a los gentiles (Isa. 56:6).
Correrán a ti.
Ver.
pp. 30-32.
Te ha honrado.
Ver en las pp. 28-30 todo lo que Dios
se había propuesto hacer en favor de Israel.
6.
Buscad a Jehová.
En esto Israel había fracasado y ahí
estaba la razón de su exilio: no había procurado conocer ni obedecer la voluntad
de Dios (cap. 6:9-12). Vez tras vez Dios había invitado a Israel a que lo
buscara (ver Deut. 4:29; Sal. 105:4-6; Jer. 29:13-14; etc.). A través de las
edades Dios ha formulado exhortaciones similares a su iglesia (2 Cor. 6:2; Apoc.
22:17).
En tanto que está cercano.
En un sentido especial, Dios
estaba "cercano" " a su pueblo Israel (Deut. 4:7; Sal. 148:14), pero también
está "cercano" a todos los que le invocan (Sal. 46: l; 145:18). Sin embargo
llega el tiempo cuando el obstinado rechazo de los ruegos del Espíritu de Dios
cierra la puerta de la misericordia y ahuyenta la presencia divina (Isa. 1: 15;
Ose. 5:6; Mat. 25:10-12; cf. Juan 7:34; 8:21).
7.
Deje el impío.
Con cuánta frecuencia, por medio de sus
mensajeros, Dios exhorta a los hombres a que abandonen su vida de pecado y les
promete perdón (Isa. l: 16-19; Jer. 7:3-7; Eze. 18:23, 30-32; Mat. 11:28-29;
Luc. 24:47; Hech. 3:19; 13:38).
8.
Mis pensamientos.
¡Cuán limitadamente
comprende el hombre la inmensurable bondad y misericordia de Dios y el infinito
propósito que el Señor tiene para cada persona que es salvada por la gracia
divina! Con demasiada frecuencia, los pensamientos del hombre están teñidos de
amargura e indiferencia; pero los de Dios siempre son de tierna misericordia y
gracia perdonadora (Exo. 34:6-7; Sal. 103:8-14; Jer. 29:11-13).
9.
Los cielos que la tierra.
El
hombre piensa en el tiempo, y Dios en la eternidad. El hombre piensa en sí
mismo, y Dios, en los seres creados por su mano. El hombre piensa en lo que
puede obtener, mientras que Dios piensa en lo que puede dar.
10.
La lluvia.
Las fuerzas de la
naturaleza obedecen al que las creó. La lluvia sirve para vivificar la tierra y
hacer que produzca verdor, fragancia, hermosura y alimento para el gozo y el
bienestar del hombre.
No vuelve.
La lluvia es un regalo de Dios
para el hombre. Desciende para cumplir el 336 propósito benéfico con el cual fue
enviada. Una vez cumplida su misión, vuelve al cielo como vapor, lista para ser
derramada de nuevo. Así ocurre con todas las cosas ordenadas por Dios, tanto en
lo material como en lo espiritual.
11.
Mi
palabra.
Las palabras de Dios representan su voluntad y están dotadas de
poder para que esa voluntad sea efectiva. Tienen poder para crear (Gén. 1:3;
Sal. 33:6, 9), para impartir energía, vida y bendiciones espirituales (Deut.
8:3; Mat. 4:4; Apoc. 1:3), para juzgar y condenar (Heb. 4:12; Apoc. 19:15), para
levantar al hombre del sepulcro Job 14:14-15; Juan 11:43-44; 1 Tes. 4:16), y
para sanar y redimir (Mat. 9:2,6; Mar. 2:5, 9-12; Juan 5:24; 6:63).
Lo
que yo quiero.
Así como ocurre con la lluvia y la nieve (vers. 10),
también sucede con la "palabra". Todas cumplen el benéfico propósito con el cual
fueron creadas. Lo mismo puede decirse de Cristo, la Palabra o Verbo viviente
Juan 1:1), en cuyas manos la "voluntad de Jehová" " sería "prosperada" (ver com.
Isa. 53: 10).
12.
Saldréis.
El
cumplimiento de la voluntad de Dios (vers. 11) ocasiona gozo. Los vers. 12-13
presentan a los hijos de Dios que salen al mundo para cumplir su misión de
llevar vida y curación. Salen como sembradores, que esparcen por doquiera las
palabras de la vida divina. La naturaleza que prorrumpe en alegres himnos de
alabanza representa aquí el gozo que llena los corazones de los hombres cuando
se enteran del amor de Dios y de la voluntad divina para ellos.
13.
En lugar de la zarza.
Isaías
repite aquí un tema preferido: la transformación de la tierra de un desierto
árido en jardín floreciente (Isa. 35:1-2, 6; 41:18-19; 43:19; 44:3; etc.; cf.
Eze. 47:1-12). Con frecuencia la Biblia compara a los justos con árboles
fructíferos (Sal. 1:3; Luc. 6:44-45) y a los impíos con cardos y espinos (Las.
9:18). El poder de Dios puede transformar la superficie de la tierra, y lo hará,
haciendo que crezcan jardines hermosos y florecientes donde antes había
desiertos áridos y estériles. Análogamente la virtud y la santidad reemplazan al
vicio y a la impiedad, y el gozo y la paz ocupan el lugar del temor y el mal.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-13 TM
363
1 CC 49; CH 211; DMJ 23; 3JT 391; PP 439; PVGM 219
1-3 PVGM
217
1-5 PR 513
1-7 TM 422
2 CM 14; CMC 257; Ev 197; FE
471; 2JT 432; MC 348; MeM 136, 162; PVGM 185; 2T 575; 3T 250; 6T 83; 8T 307
3 FE 478; PR 236
3-5 HAp 181
6 3JT 257; 2T 291; 5T 529,
590
6-7 2JT 213; PR 235; 5T 629; 8T 99; TM 348
6-11 TM 364
7 CC 53; MJ 68; PP 786; PR 62; PVGM 188
7-9 DMJ 93; 5T 337
8 2T 633; 3T 201, 244; TM 511
8-9 CS 391; 2JT 303; PVGM 379; 8T
146, 235
8-13 OE 532
10 PVGM 51
10-13 MC 316
11
Ed 101; FE 472; 1JT 89; 2JT 412: OE 282; PVGM 50; 3TS 389
13 CS 734; DTG
270; PR 538
CBA Isaías
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ISAÍAS
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