Comentario Bíblico Adventista Isaías 47
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 47
1.
Virgen hija.
"Compárese con "la virgen hija
de Sión" (Isa. 37: 22) y la "virgen hija de Egipto" (Jer. 46: 11). En contraste
con esto, Babilonia era una ramera (cf. Apoc. 17: 1, 5).
Muchas veces se hablaba de las "vírgenes consagradas" para referirse a las prostitutas relacionadas con antiguos templos del Cercano Oriente, pero no eran ni vírgenes ni santas. Babilonia se jactaba de su religión tan gloriosa y bella en apariencia, pero que en realidad era una abominación. Compárese con Apoc. 17: 4. Aquí el profeta desenmascara a la "virgen hija" y revela la vergüenza de ella. En vez de sentarse en un trono, ocupará el lugar que le corresponde: el polvo de la tierra, símbolo de luto y desolación (cf. Isa. 3: 26).
Quienes hayan leído cuidadosamente el libro de Apocalipsis habrán notado el gran parecido entre una buena parte de su simbolismo y el lenguaje de ciertos pasajes de los libros de Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Es evidente que Juan, guiado por la Inspiración, empleó extensamente el lenguaje de los profetas de la antigüedad para describir las futuras vicisitudes de la iglesia en una terminología que resultara familiar y significativa para el que hubiera estudiado con atención el AT. La opresión ejercida por Babilonia y la consecuente desolación de la ciudad literal de Babilonia, proporcionaron a Juan una gráfica descripción de la opresión ejercida por la Babilonia simbólica sobre el pueblo remanente de Dios y la desolación final de esa Babilonia. El simbolismo y el lenguaje del libro de Apocalipsis son más claros y significativos cuando se los estudia a la luz de lo que los profetas de antaño escribieron acerca de los acontecimientos de sus días. Varios aspectos del castigo de Babilonia literal, tal como aparecen en Isa. 47, son, por lo tanto, de significativo y profundo valor, si se relaciona su estudio con el castigo de la Babilonia simbólica presentado en Apoc. 16 al 19. Nótese lo siguiente:
Isaías 47
1. "Siéntate en el polvo" (vers. 1).
2. "Tierna y
delicada" " (vers. 1) " . "Mujer voluptuosa... que estás sentada confiadamente"
" (vers. 8).
3. "Toma el molino" (vers. 2).
4. "Haré
retribución" (vers. 3).
5. "Señora de reinos" (vers. 5). "Para siempre
seré señora" (vers. 7). " "Yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda,
ni conoceré orfandad" " (vers. 8).
6. " "No les tuviste compasión...
agravaste mucho tu yugo" " (vers. 6).
7. " "De repente en un mismo día"
(vers. 9).
8. "La multitud de tus hechizos" (vers. 9).
9. "
"Vendrá, pues, sobre ti mal... el cual no podrás remediar; y destrucción que no
sepas vendrá de repente sobre ti" " (vers. 11).
10. " "Fuego los
quemará" (vers. 14).
11. "Los que traficaron contigo" (vers. 15).
Apocalipsis 16-19
1. " "Echaron polvo sobre sus cabezas" (18:
19).
2. "Ha vivido en deleites" " (18: 7). "Todas las cosas exquisitas y
espléndidas" (18: 14).
3. " "Tomó una piedra... de molino" (18: 21).
4. " "La gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el
cáliz del vino del ardor de su ira" " (16: 19). " "Dadle a ella como ella os ha
dado" " (18: 6). "Poderoso es Dios el Señor, que la juzga" (18: 8). " "Ha
juzgado a la gran ramera" " (19: 2).
5. " "La gran ciudad que reina
sobre los reyes de la tierra" " (17:18). " "Yo estoy sentada como reina, y no
soy viuda, y no veré llanto " (18:7).
6. " "Vi a la mujer ebria de la
sangre de los santos" " (17:6). " "En ella se halló la sangre de los profetas y
de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra" " (18: 24).
7. " "En un solo día... en una hora" (18: 8, 10, 17, 19).
8. "
"Del vino del furor de su fornicación" " (18: 3). " "Por tus hechicerías fueron
engañadas todas las naciones" " (18: 23).
9. " "La dejarán desolada y
desnuda; y devorarán sus carnes" " (17: 16). " "Sus plagas" " (18:4,8). " "En el
cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble... Tanto dadle de
tormento y llanto... muerte, llanto y hambre" " (18: 6-8).
10. " "La
quemarán con fuego" (17:16). "Será quemada con fuego" (18: 8).
11. "
"Los mercaderes... que se han enriquecido a costa de ella" " (18: 15). "Tus
mercaderes eran los grandes de la tierra" (18: 23).
También ver com.
Isa. 13; 14; 23; Jer. 25: 12; 50: 1; Eze. 26: 13.
2.
Muele harina.
Babilonia se consideraba como una señora
(Isa. 47: 7; cf. Apoc. 18: 7), pero se convertiría en una esclava (cf. Exo. 11:
5; Job 31: 10). Sería privada de los adornos y de las ropas lujosas con que se
había engalanado, y todos verían la figura de una esclava, deformada por años de
dura tarea.
Descubre tus guedejas.
"Despójate de tu velo" (BJ);
"quítate el velo" (BC).
Descalza los pies.
Heb. "Despójate del
ropaje largo" (VM). En las representaciones pictóricas asirias, las mujeres
cautivas aparecen con las piernas desnudas.
Pasa los ríos.
Se
describe aquí a un grupo de tristes esclavas, despojadas de sus vestimentas,
desnudas y descalzas, que cruzan un río, en viaje al país de su cautiverio.
3.
No se librará hombre alguno.
El
Heb. de esta frase no es claro; dice: "No encontraré hombre". Con la
modificación de una sola letra se lee: "No dejaré escapar hombre", lo cual
describe a los que van al cautiverio. Esta idea aparece en la traducción de la
RVR. La LXX dice: "Recibiré al justo de ti, no más entregaré a los hombres". En
líneas generales, la idea de que Dios no será misericordioso con ningún
babilonio cuadra bien con el contexto (Jer. 50: 3, 13-14, 25, 29, 31, 40; 51: 6,
22-24, 62).
5.
Siéntate, calla.
En
vez de alegría y regocijo habría silencio de desolación y muerte (cf. Jer. 50:
12-13, 39; 51: 26, 29, 43, 62).
Señora de reinos.
Cf. Isa. 47:
7; Apoc. 18: 7.
6.
Me enojé.
Con respecto al empleo del
pretérito para referirse al cautiverio futuro, ver t.I, p. 31. Dios permitió que
Babilonia castigara al pecaminoso pueblo de Judá Jer. 5: 15; Hab. 1: 6), pero no
sancionó las crueldades de los babilonios. Por causa de su crueldad y su
rapacidad, Dios destruiría a Babilonia, la destruidora (Jer. 50: 10-11; 51: 25).
Dios trató a Asiria de un modo similar (Isa. 10: 5-15).
7.
Para siempre seré señora.
Babilonia pensó con
jactanciosa confianza que siempre sería la principal ciudad y señora del mundo.
Roma también se consideró como la "ciudad eterna". En los últimos días la
Babilonia simbólica también se considerará como reina, que no habrá de ver
"llanto" (Apoc. 18: 7).
Ni te acordaste.
En la hora de su gloria
y su prosperidad, Babilonia no tomó en cuenta el resultado de su conducta impía
y de su arrogante orgullo. Bienaventurados los que siempre recuerdan que "todo
lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gál. 6: 7), y que las sendas de
maldad son "caminos de muerte" (Prov. 14: 12).
8.
Confiadamente.
Es decir, con falsa seguridad e indebida
confianza.
Fuera de mí no hay más.
Sólo Dios puede hacer esta
afirmación (Deut. 4: 35, 39; Isa. 44: 8; 45: 5), pero Babilonia pronto habría de
pretender esto con orgullo. Nínive también se había jactado en forma similar
(Sof. 2: 15).
No quedaré viuda.
Compárese con Apoc. 18: 7.
9.
La multitud de tus hechizos.
Las
artes mágicas de Babilonia no la salvarían en la hora de su condenación. En la
última noche de la historia de Babilonia, Belsasar llamó a los astrólogos y a
los adivinos, pero éstos ni siquiera pudieron leer la escritura en la pared,
mucho menos salvar la ciudad de la suerte que le aguardaba (Dan. 5: 7, 26-31).
Por medio de hechicerías la Babilonia simbólica logra engañar y entrampar a las
naciones de la tierra (Apoc. 18: 23). Por medio de la práctica de la magia y del
ocultismo, los adivinos babilonios pretendían estar en contacto con los dioses,
pero cuando sus pretensiones fueron puestas a prueba sólo les quedó admitir con
vergüenza que no poseían tales poderes (Dan. 2: 2, 11).
10.
Tu sabiduría.
Ver com. Dan. 1: 4.
Te engañaron.
Compárese con Eze. 28: 15-17.
Yo, y nadie más.
Ver com.
vers. 8.
11.
Cuyo nacimiento no sabrás.
Heb. "No conocerás su aurora". Sin embargo, algunos diccionarios, en vez
de "aurora", dicen "magia", "hechizo". Es decir, sobrevendría "una desgracia que
no sabrás conjurar" (BJ). Dios predijo la caída de Babilonia con un siglo y
medio de anticipación, antes de la consolidación del Imperio Neobabilónico; sin
embargo, todos los sabios de Babilonia se sorprendieron cuando llegó la hora de
la destrucción (Dan. 5: 4-9; cf. Mat. 24: 39). Los adivinos de Babilonia no
tenían magia ni conjuros que oponer al decreto divino y al poderío de Ciro.
12.
Mejorarte.
Heb. "sacar
provecho". Las palabras de Isaías no dejan de tener un toque de ironía. Como
sabe que Babilonia se aferrará a su hechicería a pesar de todas las
advertencias, Isaías propone, evidentemente 312 con cierto dejo de ironía, que
continúe en su necedad, pues tal vez, después de todo, su magia podrá
aprovecharle. Compárese con Ose. 4: 17.
13.
Contempladores de los cielos.
Heb. "los que dividen los
cielos". La astrología era una ciencia importante y bien desarrollada en la
antigua Babilonia. Los cielos eran cuidadosamente estudiados para buscar
presagios de sucesos futuros. Pero de nada valdrían los esfuerzos de los
astrólogos babilonios. Isaías desafía a los sabios babilonios a que sigan con su
práctica de ocultismo y descubran por sí mismos qué ventajas podrían sacar de
ella en la hora del castigo predicho por el Señor.
Los que observan las
estrellas.
Lo mismo que los anteriores, los "astrólogos".
Los
que cuentan los meses.
"Los que hacen saber las lunas nuevas", una rama
de la antigua seudociencia de la astrología.
14.
Brasa para calentarse.
No fuego literal, ya que los
persas no destruyeron entonces a Babilonia (con referencia a la ruina de ésta
ver com. cap. 13: 19-20). Estos consejeros no serían de ninguna utilidad para
los que confiaran en ellos, tan inútiles contra el fuego de la guerra como el
rastrojo consumido por el fuego.
15.
Los
que traficaron.
Babilonia fue "tierra de mercaderes" (Eze. 17: 4). La
Babilonia simbólica también está estrechamente ligada con los "mercaderes de la
tierra" (Apoc. 18: 11-19). La antigua Babilonia se interesaba sobre todo en las
cosas materiales y en ganancias financieras. El empleo ilegítimo de las
bendiciones materiales siempre resulta en una maldición para los que las
acumulan (ver Deut. 8: 10-18; Ose. 2: 5-9; Luc. 12: 13-21; pp. 34-36).
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-15 PR
391-392
1-5 Ed 172
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COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ISAÍAS
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