Comentario Bíblico Adventista Isaías 56
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 56
1.
Así dijo Jehová.
La idea central del cap. 56 es la conversión de los gentiles. En contraste con
esta brillante perspectiva, se traza el sombrío cuadro de Israel, que no está
dispuesto a recibirlos. Es necesario que se realice una gran obra de reforma
antes de que Dios pueda incorporar a su pueblo a los que están " "alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa" " (Efe. 2:12). Esta
obra de reforma ha de centrarse en el restablecimiento de la observancia fiel
del sábado. El mensaje de este capítulo es importante y significativo para la
iglesia de la actualidad.
Guardad derecho y haced justicia.
Comárese con la penetrante admonición
de Miq. 6:8. La religión no es mera teoría. Es intensamente práctica. El pueblo
de Dios debe mantener la ortodoxia, tanto en su conducta como en su doctrina,
para que Dios pueda obrar por intermedio de los suyos a fin de lograr la
conversión de otros (ver com. Mat. 7:21-27).
Cercana está.
Si
Israel hubiera cooperado plenamente con los requerimientos divinos, las
gloriosas promesas de Dios no se habrían hecho esperar. Lo mismo ocurre en la
iglesia hoy.
Para manifestarse.
La salvación se habría
manifestado en el cumplimiento de las gloriosas promesas de hacer de Israel un
poderoso instrumento en las manos de Dios para la conversión del mundo (ver. pp.
30- 32). El Evangelio no era sólo para los judíos, sino para todos los hombres.
2.
Guarda el día de reposo.
Era tan
importante que los gentiles convertidos observaran fielmente el sábado (vers. 6)
como era que lo hicieran los judíos. La genuina observancia del sábado demuestra
que los hombres reconocen a Dios como su Creador y Redentor y que están
dispuestos a rendirle obediencia plena en todas las cosas (ver com. Isa. 58:13;
Eze. 20:12, 20). Para los gentiles es tan esencial que reconozcan estos
principios como lo fue para los judíos. Dios creó a ambos. Ha hecho posible la
salvación de ambos (Rom. 1: 16-17), y tiene derecho de exigir de los dos una
obediencia leal. Además, los principios implicados en la relación del hombre con
su Creador y Redentor no han variado en la era cristiana con respecto a cómo
eran en la dispensación judía, y la observancia del sábado no es menos
importante hoy de lo que fue entonces.
3.
El extranjero.
Es decir, el gentil convertido al
judaísmo.
Me apartará Jehová.
El converso gentil no debía
sentirse inferior en ningún aspecto a los judíos de nacimiento. Ambos debían
compartir por igual los privilegios y las responsabilidades implicadas en la
relación del pacto.
Árbol seco.
El árbol seco no podía dar
fruto. Por ley, los eunucos no debían entrar "en la congregación de Jehová" "
(ver com. Deut. 338 23:1). Es decir, no debían participar en los servicios del
templo. En este pasaje Isaías asegura a tales personas que Dios las ama y acepta
sin distingos de ninguna clase. No debían sentirse abandonadas por Dios, ni
despreciadas y olvidadas en Israel.
4.
Que
guarden.
Ver com. vers. 2. Sin tener en cuenta las condiciones que no
dependen de ellos, los que aman a Dios y le sirven con el corazón indiviso son
aceptados por él (ver Hech. 10:34-35).
5.
Nombre mejor.
Según los hebreos, en su esencia la
felicidad terrenal del hombre dependía de que tuviera uno o más hijos varones
por medio de los cuales pudieran preservarse el nombre y la heredad de la
familia (ver com. Mat. 1: 1). Al no tener descendencia, un eunuco podría temer
que su nombre y su heredad se perdieran. Pero Dios promete a tales personas que
si le son fieles, les dará algo mucho mejor que hijos: les dará un nombre nuevo
(Apoc. 2:17), y la seguridad de que sus nombres serán inscritos en el libro de
la vida (Apoc. 3:5). Los defectos físicos no afectan de ninguna manera la
posición del hombre ante Dios. El Señor sólo tiene en cuenta el carácter y la
fidelidad a los principios de justicia y verdad.
Nombre perpetuo.
Es decir, un nombre que no sea afectado por los defectos físicos ni por
otras condiciones que no dependen del ser humano.
6.
Los hijos de los extranjeros.
Ver com. vers. 3. Los
gentiles habrían de gozar de los mismos privilegios de los judíos. La única
condición era que se sometieran a los requerimientos del Señor.
Para
servirle.
Desde aquí el rollo 1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto
reza en forma ligeramente diferente: "y para serle por siervos y para bendecir
el nombre de Jehová y que guarden el sábado", luego de lo cual termina como la
RVR.
El día de reposo.
Ver com. vers. 2. Este versículo
constituye una respuesta convincente para los que afirman que el sábado no es
para los gentiles.
7.
A mi santo monte.
Es decir, a formar parte del reino mesiánico (Las. 11:9; 57:13; Joel
3:17; cf. Sal. 48:2). Otra vez Isaías hace referencia a la gloriosa reunión de
los gentiles (ver pp. 30-32).
Mi casa.
Dios deseaba que el
templo fuera una casa de oración (1 Rey. 8:30, 38, 41-43), pero los judíos lo
habían convertido en "cueva de ladrones" (Jer. 7: 11; cf. Luc. 19:46).
Todos los pueblos.
Si Israel hubiera sido fiel, habrían venido a
Jerusalén gentes de todas las naciones para adorar a Dios (ver pp. 30-32), pero,
debido a sus transgresiones, los judíos finalmente fueron rechazados y el templo
fue destruido (Jer. 7:11-15; Mat. 23:37-38; 24:1-2). Las bendiciones que podrían
haber sido suyas fueron dadas a los gentiles (Las. 60:3; Mal. 1: 11; Hech.
13:4647; ver pp. 37-38).
8.
Los dispersos de Israel.
Posiblemente sea
una referencia a los judíos, quienes por causa de su conducta se habían alejado
de Dios, como también podría referirse a los judíos exiliados (ver Deut. 30:1-3;
Sal. 106: 43-45; 147:2-3; Jer. 29:10-14).
Aún juntaré sobre él.
"A los ya reunidos todavía añadiré otros" (BJ). Los "otros" " son los
gentiles prosélitos (cf. Juan 10: 16).
9.
Todas las bestias.
Cambia el cuadro. Las 'bestias del
campo" son las naciones extranjeras que están prontas a "devorar" al pueblo de
Judá debido a sus pecados. En contraste con las felices consecuencias de la
obediencia, Isaías describe en los vers. 9-12 la triste condición espiritual de
los dirigentes y del pueblo, y sus resultados (ver com. vers. 1).
10.
Sus atalayas.
Los dirigentes,
quienes tenían la responsabilidad de instruir a otros, eran ciegos e incapaces
de discernir el peligro que amenazaba (ver Jer. 6:17; ver com. Mat. 15:14;
23:16).
Ignorantes.
Es decir, desconocedores de los caminos de
Dios.
Perros mudos.
Los dirigentes de Israel no tenían ni
siquiera la inteligencia de un perro guardián. Seguían durmiendo, a pesar de que
el peligro se aproximaba, sin siquiera dar la voz de alerta.
11.
Perros comilones.
En vez de
buscar el bienestar del rebaño que había sido encomendado a su cuidado, los
dirigentes de Israel eran como perros que comían las ovejas que debían proteger
(ver Jer. 12: 10-11; Eze. 34:8). Una terrible responsabilidad descansaba sobre
esos pastores que sólo se interesaban en sí mismos. Dios los tendría por
responsables de la dolorosa pérdida del rebaño (Jer. 13:20; Eze. 34:9-10).
12.
Venid.
En un tiempo de peligro
inminente, cuando ya se ha invitado a las bestias 339 para que venga " "a
devorar " (vers. 9), los pastores infieles invitan a sus compañeros a beber (cf,
Mat 24:49, Luc. 12:19)
El día de mañana.
Actuaban como si el
tiempo fuera a durar indefinidamente, como si el juicio no estuviera "cercano" "
(vers. 1). Sus borracheras y festejos eran continuos y habituales. Cuando Dios
revelara su '"justicia", serían destruidos y no libertados. La idea que se
presenta en los vers. 9-12 sigue sin interrupción hasta el cap. 57:12.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
1-2 CS
504; 3JT 391
3 PR 276
6-7 CS 504; DTG 255; PR 32
6-8 PR
276
7 DFG 19; HAp 9
8 CS 504
10 2JT 66; 3JT 252
11 8T 67
12 CMC 246; DTG 589
CBA Isaías
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