Comentario Bíblico Adventista Isaías 17
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 17
1.
Profecía sobre Damasco.
Ver com. cap. 13: 1. Los vers. 1-11 constituyen un mensaje dirigido contra Damasco e Israel. Se recordará que en los días de Acaz, Siria estaba unida con Israel en una alianza contra Judá, y que Isaías había predicho la derrota tanto de Siria como de Israel (cap. 7: 1-16). Esta profecía presenta castigos más extensos.
Dejará de ser ciudad.
Damasco habría de recibir un
fuerte golpe, y ya no sería más contada entre las grandes ciudades del mundo.
Por algún tiempo la ciudad pareció haber estado en ruinas, pero posteriormente
fue reconstruida, pues un siglo más tarde Jeremías pronunció otros mensajes
contra ella (Jer 49: 23 - 27).
2.
Las ciudades de Aroer.
En Siria no se conoce
ningún distrito con este nombre, aunque en territorio israelita, al este del
Jordán, había una ciudad llamada Aroer (Núm. 32: 34; Deut. 2: 36; 3: 12; Jos.
13: 25; 2 Sam. 24: 5). Quizá para evitar esta aparente dificultad, o tal vez
siguiendo algún otro texto hebreo, la LXX traduce todo el versículo como si
hablara de Damasco: " "Abandonada para siempre, para guarida de rebaños y
descanso y no habrá perseguidor" " . Las ciudades dentro del territorio
designado serían tan completamente destruidas, que de allí en adelante los
rebaños pastarían dentro del recinto que una vez ocupara una floreciente ciudad.
3.
De Efraín.
Efraín (el reino del
norte, Israel) está aún ligado a Siria en el pensamiento del profeta. Así como
las dos naciones se habían unido para atacar a Judá (2 Rey. 16: 5; Isa. 7: 1-2),
así también habrían de sufrir un castigo común decretado por el Señor (ver com.
Isa. 7: 4, 7, 16).
La gloria.
La gloria de Israel era efímera y
pronto se acabaría. Lo mismo podía decirse del remanente de Siria.
4.
Jacob.
Aquí evidentemente se
hace referencia a Efraín, el reino del norte. Las diez tribus se extinguirían.
Por lo tanto, este mensaje debe haber sido presentado antes del año 723/722
a.C., fecha cuando el reino del norte llegó a su fin (ver t. II, pp. 87, 163).
5.
El segador.
Ahora se usa otra
imagen, la de un segador que recoge el grano del campo (ver Lev. 2: 14). Del
mismo modo, las ciudades de Israel serían segadas por el cruel invasor asirio.
Valle de Refaim.
Este era el pedregoso pero fértil "valle de los
gigantes", al sur de Jerusalén, camino de Belén (ver com. Jos. 15: 8).
6.
Rebuscos.
Aunque la palabra
hebrea empleada aquí 'oleloth, puede significar también el "rebusco" de las
uvas, es obvio que aquí se refiere a la cosecha de aceitunas. Es 219 clara la
idea de un remanente que escapará de la destrucción general, en este caso de un
remanente de Israel. Aunque la nación toda fuera azotada con un castigo
devastador, unos pocos escaparían así como quedan unas pocas aceitunas en las
ramas más altas, aun cuando se sacuda violentamente el árbol. Este concepto de
un remanente aparece vez tras vez en Isaías (cap. 10: 20- 22; 11: 11, 16; 37: 4,
32). El "remanente" es siempre un grupo de personas que sobrevive al tiempo del
castigo divino sobre Judá por sus transgresiones. Es posible que el remanente ha
aprendido a obedecer y se puede confiar que permanecerá leal a Dios.
7.
Mirará . . . a su Hacedor.
El
castigo no sería en vano, porque haría que el ferviente y sincero levantara sus
ojos a Dios. El mensaje importante de Isaías al pueblo era: "¡Ved aquí al Dios
vuestro!" (cap. 40: 9). Quizá fuera necesario que sufrieran amarga desilusión y
desastre para que los hombres apartaran los ojos de las cosas terrenales; pero
los castigos del Señor finalmente los obligarían a apartar la vista de sus
ídolos para mirar al Creador.
8.
Lo que
hicieron sus dedos.
Es decir, los ídolos (Deut. 4: 28; Isa. 2: 8; 31: 7;
37: 19; Ose. 14: 3; Miq. 5: 13). Los paganos buscaban ayuda en los dioses que
ellos mismos habían hecho. Los hebreos encontraban socorro en Dios, su Hacedor.
10.
La roca.
Dios es la verdadera defensa de su
pueblo (Sal. 28: 1; 31: 2; 62: 2; 71: 3; 89: 26; 95: 1). Después de haberse
apartado de Dios, el pueblo vanamente buscaría protección en sus diversos ritos
idolátricos.
Plantas hermosas.
Estas eran plantas de trigo,
cebada, o diversas clases de verduras o flores que se plantaban en cestas o en
jarros, y que se hacían germinar o crecer en forma apresurada. Se las
consideraba como símbolos del poder sobrenatural de los dioses de la fertilidad.
Por más poder que se les atribuyera a estas deidades de la naturaleza, en
realidad no tenían fuerza alguna, y no podían hacer nada en favor de sus
adoradores.
Sarmiento extraño.
Literalmente, "sarmiento de
extraño" . Quizá deba entenderse "sarmiento de dios extraño" (cf. Sal. 44: 20;
81: 9). Tal vez pueda referirse a algún ritual del culto pagano, similar a las
"plantas hermosas". En nota de pie de página, la BJ interpreta que se refiere a
los jardines de Adonis, dios de la primavera.
11.
La cosecha.
De estas plantas, cuyo crecimiento era
forzado, no podía esperarse ninguna cosecha abundante. Así como brotaban
rápidamente, también fácilmente se marchitarían. Parece expresarse la idea de
que la gente, después de apartarse de Dios, su verdadera fuerza, buscaría en
vano la fuerza en sus dioses de la fertilidad. Esas deidades no les darían más
que una cosecha de tristeza y decepción en el día del peligro y la derrota.
12.
Muchos pueblos.
No se designa
por nombre al pueblo contra quien se pronuncia este ay. Indudablemente era algún
enemigo del pueblo de Dios que lo atacaría como las aguas de una gran
inundación, amenazando anegarlo por completo. Tal profecía había sido dada con
referencia a Asiria (cap. 8: 7-8), y es posible que en este pasaje también se
haga referencia al mismo poder.
13.
Dios
los reprenderá.
Aunque los ejércitos asirios en los días de Senaquerib
amenazaron con inundar completamente a Judá, Jehová intervino (cap. 37: 36). En
vez de ser derrotado Israel, lo fue su enemigo.
El tamo de los montes.
Los símbolos aquí empleados expresan bien la completa insignificancia y
debilidad de los ejércitos asirios frente al poder de Dios. En cierto momento
avanzarían como las impetuosas olas de un poderoso mar que amenazaran anegar el
territorio de Judá, pero que de pronto serían como tamo, o plantas de cardo,
arrojados por el viento.
Polvo.
Literalmente, "rueda". Se supone
que se trata del cáliz de un cardo ( Gundelia tournefortii ), que al secarse
toma forma de rueda.
14.
Antes de la
mañana.
La noche que para Sión había comenzado con tinieblas y angustia,
terminaría en victoria y regocijo (cap. 37: 22-36).
Que nos saquean.
Según lo registran sus anales, Senaquerib se llevó un gran botín de Judá
durante su primera invasión (ver t. II, p. 65).
COMENTARIOS
DE ELENA G. DE WHITE
7-8 PR 237
CBA Isaías
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ISAÍAS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 |
21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
31 | 32 | 33 | 34 | 35 | 36 | 37 | 38 | 39 | 40 |
41 | 42 | 43 | 44 | 45 | 46 | 47 | 48 | 49 | 50 |
51 | 52 | 53 | 54 | 55 | 56 | 57 | 58 | 59 | 60 |
61 | 62 | 63 | 64 | 65 | 66 |
COMMENTARIOS