Comentario Bíblico Adventista Isaías 33
Comentario Bíblico Adventista
Isaías Capítulo 33
1.
¡Ay de ti!
Este capítulo sin duda se inspiró en el castigo sufrido por los ejércitos de Senaquerib (cap. 37: 36). Los invasores habían devastado el territorio de Judá, pero el Señor libraría a la nación del poder de sus opresores. Este capítulo alterna un gran consuelo para los fieles con severas reprensiones para los impíos. La visión profético de Isaías contempla la gloriosa edad mesiánica (ver com. cap. 32: 1).
Nunca fuiste saqueado.
Las guerras agresivas de Asiria contra sus vecinos habían sido devastadoras. Asiria se interesaba mayormente en el botín, y enviaba a sus ejércitos para saquear. Pero finalmente se le pagaría con la misma moneda (Mat. 7: 2; cf. Jer. 50: 15, 29; 51: 24; Apoc. 13: 10).
2.
A ti hemos esperado.
Ver com. cap. 25: 8-9.
Brazo de ellos.
Varios manuscritos hebreos antiguos, los
tárgumes y las versiones siríacas dicen "nuestro brazo". Aquí Isaías pide ayuda
para su propio pueblo, quizá especialmente para los defensores de la ciudad. La
siguiente frase, "nuestra salvación", se refiere claramente a los que están con
él en Jerusalén.
3.
Las naciones fueron
esparcidas.
Aquí se hace referencia a la destrucción de los ejércitos de
Senaquerib (cap. 37: 36-37). En esa ocasión la "arrogancia" de Asiria causó su
perdición y derrota (cap. 37: 29).
4.
Sus
despojos.
Se hace referencia aquí al saqueo del campamento asirio
después de la aniquilación de los invasores y la huida precipitada de los pocos
sobrevivientes. Así como las orugas y las langostas devoran todo lo verde, así
también, a su debido tiempo, los hebreos despojarían a los arrogantes asirios.
5.
Será exaltado Jehová.
El
espectacular aniquilamiento de los ejércitos asirios (cap. 37:36) fue motivo de
honra y renombre para el verdadero Dios.
Llenó a Sión.
Se supone
que la lección de la invasión de Senaquerib daría como resultado un
reavivamiento religioso en la ciudad de Jerusalén y en las aldeas de Judá.
Juicio.
Es decir, "equidad" entre los hombres.
6.
Reinarán en tus tiempos.
O
"habrá estabilidad en tus tiempos". Judá hallaría su estabilidad y fortaleza no
en el poderío militar, sino en el temor de Dios y en la lealtad a su voluntad
revelada (Job 28:28; Sal. 111:10; Prov. 1:7).
7.
Mensajeros de paz.
Las condiciones de paz que los
asirios ofrecieron a los mensajeros de Ezequías eran tan duras (2 Rey.
18:14-16), que éstos lloraron "amargamente". Cuando los enviados hebreos se
enfrentaron con el Rabsaces, se enteraron de que sus condiciones para la
rendición eran tan severas que regresaron a la ciudad, "rasgados sus vestidos"
(2 Rey. 18:37).
8.
Las calzadas están
deshechas.
Los caminos de Judá ya no estaban abiertos para los viajeros.
El ejército de Senaquerib había reducido el país a tal estado, que la gente ya
no se atrevía a andar por los caminos.
Ciudades.
En el rollo
1QIsª de los Manuscritos del Mar Muerto se lee 'edim, "testigos", en vez de
'irim, "ciudades". En el texto, que consta sólo de consonantes, la única
diferencia es el cambio de la r por la d . Estas dos letras son muy similares y
fáciles de confundir (t. I, p. 30; ver com. Gén. 10: 4).
9.
Enlutó.
Toda la campiña de Judá fue devastada durante
la invasión asiria. Otros distritos de Palestina compartieron la misma tragedia.
10.
Ahora me levantaré.
La hora de
la máxima necesidad del hombre es la hora de la oportunidad de Dios. Cuando
parecía que la situación era sin esperanza y que el último 267 vestigio de la
resistencia judía pronto sería aplastado por el conquistador, el Señor se
levantó para libertar al remanente de Jerusalén.
11.
Concebisteis hojarascas.
En este versículo se hace
resaltar la vacuidad y la vanidad de las pretensiones asirias. A pesar de todos
sus esfuerzos no producirían más que tamo. Sus intrépidos proyectos terminarían
devorando a quienes los habían concebido.
12.
Cal quemada.
El enemigo sería totalmente destruido,
como cuando la cal viva se quema o las espinas son consumidas por el fuego.
13.
Conoced mi poder.
Cuando Dios
castigó a Asiria, enseñó a todos los hombres la inutilidad de la sabiduría y de
la fuerza humana. Dios permite muchas veces que una situación llegue a ser
crítica, para que cuando él intervenga los hombres reconozcan su autoridad y
poder.
14.
Fuego consumidor.
Para
los impíos Dios es como fuego consumidor (Heb. 12: 29). Únicamente "los de
limpio corazón" (Mat. 5: 8) podrán quedar vivos cuando vean a Dios. Las
preguntas que se hacen aquí son similares a las de Sal. 15: 1; 24: 3. Isaías
responde en el siguiente versículo.
15.
Camina en justicia.
Compárense estas
respuestas con las que da el salmista en Sal. 15: 2-5; 24: 4. Sin duda, la
justicia fundamentalmente corresponde al corazón y a la mente; pero el hombre
también debe "andar en la luz" (1 Juan 1: 7). Los conceptos correctos se
reflejarán en palabras y acciones correctas.
Ganancia de violencias.
Asiria se había enriquecido oprimiendo a las naciones más débiles. Pero
muchos de los habitantes de Jerusalén y Judá habían amasado sus fortunas en una
manera muy similar (ver com. cap. 5: 7).
Sacude sus manos.
Con
un gesto de las manos, los rectos rehúsan participar en ganancias ilícitas.
Tapa sus oídos.
Rehúsa participar en planes contra la vida de
los inocentes.
Cierra sus ojos.
El Señor es "muy limpio . . . de
ojos para ver el mal" (Hab. 1: 13). Los que le sirven no podrán tolerar ninguna
forma de mal.
16.
Habitará en las alturas.
Es decir, en un lugar seguro. En la antigüedad se construían las
ciudades en lugares altos como una medida de protección ante una posible
invasión. Como es muy obvio, en caso de guerra, siempre es ventajoso ocupar un
terreno alto.
Fortaleza.
A los que le aman y le sirven, el Señor
ofrece protección y cuidado durante todo tiempo de prueba. La promesa que aquí
se hace será de especial consuelo para el pueblo de Dios durante la gran crisis
de los últimos días, cuando se le proporcionarán lugares seguros, fuera del
alcance de los que quieren destruirlo (Sal. 61: 2-3; 91: 1-2). Mientras los
impíos sufran por falta de alimento y de agua (Apoc. 16: 4-9; cf. CS 684, 686),
los santos tendrán lo que necesiten para subsistir.
17.
Rey.
Durante las pruebas y tribulaciones de los últimos
días, el pueblo de Dios se consolará con la seguridad de que Cristo pronto
vendrá. Lo verán en su gloria (ver com. cap. 25: 8-9), y la tierra prometida que
han visto con los ojos de la fe, desde "lejos" " (cap. 33: 17), llegará entonces
a ser una realidad.
18.
Imaginará el
espanto.
Una vez liberado de sus enemigos, el pueblo de Dios
reflexionará en las terribles peripecias por las cuales ha pasado, y las pruebas
del pasado le parecerán un sueño. Así ocurrió cuando Jerusalén fue librada de
los ejércitos de Senaquerib, y se repetirá cuando los santos sean libertados en
ocasión de la segunda venida de Cristo.
Escriba . . . pesador del
tributo.
¿Dónde estaban los escribas asirios que determinaban el tributo
que debía exigirse de cada infortunada víctima? ¿Dónde estaban lo que recibían
el tributo y los señores del asedio? Todos habían desaparecido, y todo estaba en
paz. De la misma manera, cuando. venga Cristo por segunda vez los fieles se
regocijarán por la liberación de manos de aquellos que tan recientemente habían
procurado matarlos.
19.
Pueblo orgulloso. O
"insolente".
Los orgullosos e insolentes invasores asirios, con su
lengua extraña y comportamiento cruel, desaparecerían. En vez de ver a los
asirios, verían "al Rey en su hermosura" (vers. 17). Cf. Exo. 14: 13.
20.
Mira a Sión.
Los invasores
enemigos se han retirado; todo peligro ha desaparecido; la santa ciudad está en
paz. Compárese con la descripción de Joel 3: 16-20.
Fiestas solemnes.
Ver com. Lev. 23: 2.
21.
Arroyos
muy anchos.
Una descripción de la fertilidad y la hermosura de la tierra
prometida renovada: el "río" " y las "corrientes" " que "alegran la ciudad de
Dios" (Sal. 268 46: 4). Compárese con el río de Ezequiel 47.
No andará
galera de remos.
Ninguna embarcación enemiga surcaría sus ríos (Eze. 47:
1; Joel 3: 18; Zac. 14: 8; Apoc. 22: 1).
23.
Tus cuerdas.
Se continúa con la imagen del vers. 21. El
enemigo es como una nave cuyas cuerdas están flojas, cuyo mástil se bambolea y
cuyas velas son inútiles. La hora de la victoria para los santos es la hora de
vergüenza y derrota para sus enemigos. Los "cojos", que no suelen tomar parte en
el servicio militar, se convierten en los vencedores que despojan a sus
enemigos.
24.
Estoy enfermo.
No
habrá enfermedad física ni espiritual en la tierra renovada (Jer. 31: 34).
También aparecen juntos la curación de la enfermedad y el perdón del pecado en
Sal. 103: 3; Mat. 9: 2, 6. Cristo es quien sana las dolencias físicas y
espirituales del hombre.
COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE
5-6 FE 353
6 Ed 225; PR 60
13-17 CW 113
14 IT 123; 3TS 379
14-16 CS 684; PR 535; 2T 446
15-17 Ed
137
16 CS 687, 693; CV 206; DMJ 91; DTG 97; PE 56, 282; SR 129, 406
17 CM 161; DTG 586; Ev 367; 1JT 181; 3JT 257, 390; MeM 358; PE 67; PR
237; 7T 12; 8T 331; TM 17
20-22 Ed 177
21-22 PR 237
23
DMJ 56
24 CS 734; Ed 264; 3JT 433; PR 538
CBA Isaías
COMENTARIO BÍBLICO ADVENTISTA ISAÍAS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 |
21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |
31 | 32 | 33 | 34 | 35 | 36 | 37 | 38 | 39 | 40 |
41 | 42 | 43 | 44 | 45 | 46 | 47 | 48 | 49 | 50 |
51 | 52 | 53 | 54 | 55 | 56 | 57 | 58 | 59 | 60 |
61 | 62 | 63 | 64 | 65 | 66 |
COMMENTARIOS